CAMINANDO, AL VIAJERO LE BROTAN DE SUBITO ALAS EN EL ALMA Y DESCONOCIDOS MUNDOS EN EL MIRAR

miércoles, 3 de abril de 2024

BEMPOSTA - FAIA D´AGUA ALTA

El día 25 de marzo de 2024 nos echamos al camino para traspasar los límites nacionales y poner pie en tierras portuguesas para descubrir la Faia da Água Alta, una cascada de casi 60 metros de altura y uno de los monumentos naturales mas significativos del Parque Natural del Duero Internacional. Pincha en el "play" y disfruta de la melodía durante la visita 👇👇👇

El prólogo a nuestros pasos está formado por la espectacular vista del río Duero en la zona
fronteriza de la Presa de Bemposta y donde incoamos todos los datos del itinerario 👇👇👇

Nuestro inspirador recorrido parte de la Iglesia de Sao Pedro en Bemposta, infiltrándose en la
brutal y arrolladora arquitectura tradicional en piedra y revelando espléndidos rincones y un
deslumbrante "Pelourinho" del año 1512 en donde se realizaban todos los ajusticiamientos.
Sus calles empedradas alcanzan la "Cruz de Galho de Carvalho" y la Ermita de San Antonio,
abandonando su casco urbano entre las viviendas de la Rua das Casas do Cabo por senda
señalizada como PR4 MGD entre el gran bullicio y alboroto que marcará el ritmo de la ruta.
El amplio camino en suave bajada contempla los colores amarillentos de las Eras del Norte,
presencia y observa las aguas de un alargado pilón y abrevadero de ganado y nos conduce
hasta la estampa de un vetusto crucero que "señorea" la entrada a un pequeño aprisco y encerradero.
Apretados entre grandes encinas, la senda empieza a estrecharse para sentir las marcadas
esencias aromáticas y el dulce frescor de innumerables florecillas que con sus vivos matices
inundan los regueros y pastizales que bajan por los ceñidos y angostos arribes del Vale do Prado.
Entre agradable charla, vamos invadiendo parte del territorio por el que nos guía nuestro gps,
dejando a un lado un doble crucero y hornacina como señal de la cercanía y proximidad del
Puente de la Gravanceira, un pequeño pontón de piedra que nos ayudará en el franqueo para
salvar la rápida corriente y las aguas que descienden por la hermosa Ribeira da Bemposta.
Comenzamos una estimulante subida por el arcaico empedrado de la Calçada de Bemposta,
aportando una mejora significativa para la comunicación y el intercambio entre los pueblos y 
en cuya parte mas alta podremos apreciar los agradables bálsamos de algunos almendros en
medio de antigüos aperos de labranza resistentes a las inclemencias del tiempo, evocando épocas pasadas.
El magistral espacio rural de esta comarca sigue deleitándonos con algunos palomares, una
antesala de nuestra llegada a la sencilla ermita con campanil de la preciosa aldea de Lamoso.
Su fuente y abrevadero nos da la bienvenida y la acogida necesaria para ir al encuentro de 
una fenomenal arquitectura en piedra que nos ira descubriendo rincones arrebatadores de
gran belleza, además de hablarnos de un patrimonio de autenticidad deteriorado por la huida
y la escapada de una población hacia los grandes núcleos urbanos en busca de trabajo y mejor vida.
El tranquilo paseo descubre un maravillosos entramado con soberbios rincones y recovecos,
expulsándonos entre las filigranas y florituras de granito existentes sobre la Rua do Tamboral
y finalizando en los corrales y rediles utilizados en la cría y alimentación de algunos animales.
El itinerario continua por una amplia pista, que a nuestra izquierda y en suave descenso, baja
paralela a la corriente de la Ribeira de Lamoso, empezando a conformar una deslumbrante y
asombrosa naturaleza que nos hace sentir todo el respeto por ese majestuoso dinamismo y
vivacidad con la que el cauce del río pretende seducirnos de manera irresistible y arrolladora.
La exuberancia y profusión del caudal de agua articula un primoroso escenario cuya música
y armonía satura y abarrota el hermoso jardín de retamas e hiniestas que escolta el camino,
propagando su difusión a través de las frondosas laderas y pendientes que forman el arribe.
Salen al paso las ruinas de viejas tenadas utilizadas para el resguardo de pastores y ganado,
divisando en la escarpada vaguada el refugio de madera dispuesto en la cabecera del salto y
bajo el cual aparece el puente de madera situado en los prolegómenos y debut de la catarata.
El Arroyo de la Ribeira labra y moldea una vigorosa escenografía y un bonito decorado para
preparar y acondicionar el lugar por el que se lanzará y despeñará el caudal hacia el vacío.
Como no queremos imaginarlo, iniciamos una paulatina bajada para ir rodeando el entorno 
de la cascada, entreteniéndonos y recreándonos en muchos momentos con las maravillosas
panorámicas que empieza a desplegar el agreste lugar por donde se derrama la torrentera.
Los continuos "zigzagueos" de la estrecha senda nos ayudan a atenuar el brusco desnivel, 
permitiéndonos apreciar esta joya de la naturaleza desde diferentes ángulos y perspectivas.
Aterrizamos en un insólito mirador donde podremos saborear el majestuoso y elegante perfil
de la catarata, además de escuchar su atronadora sinfonía entre los enormes farallones del cañón.
Continuamos el descenso con sumo cuidado y en cada revuelta nos apresuramos a descubrir
una nueva expectativa que nos hará vibrar ante este increíble e inverosímil escenario natural.
Seguimos asegurando cada paso con la ayuda de un riguroso cercado de madera y entre la
notable y frondosa vegetación cuyos aromas proporcionan ese mágico ambiente de frescura
para acompañarnos hasta la larga pasarela inferior de madera que atraviesa toda la Ribeira. 
Este puente nos va a permitir desvelar y descubrir uno de los mejores secretos de los Arribes
Portugueses, la Faia d´Agua Alta, un impresionante, descomunal y soberbio tesoro acuático
de casi 60 metros de altura con una sublime e imponente actuación que la madre naturaleza 
regala a nuestras miradas y haciéndonos sentir como si estuviéramos acariciando el paraíso.
Espliegos y lavandas se intercalan entre enebros, encinas y quejigos para subir inhalando 
sus aromas hasta el Mirador de las Ribeiras, por un lado la garganta camino hacia el Duero
y por el otro la garganta en dirección a Bemposta, la cual deberemos remontar y superar.
Abandonamos la Ribeira de Lamoso por un estrecho sendero con empalizadas de madera y
entre los ecos y susurros que ascienden de las vertiginosas aguas del Arroyo de Bemposta. 
Nos envuelve un abrupto paisaje en un terreno con continuas subidas y bajadas, con sublime
belleza natural y rodeados por la rica vegetación que crece en los aledaños de estos montes.
Sutiles curvas con constantes cambios de nivel, que entre las ágiles contorsiones del camino
nos conducirán hasta el Puente por donde baja la corriente de esta espléndida ribeira y en
donde uno siente enseguida la trepidante velocidad de sus aguas y el enorme carácter del territorio.
Comienza el mayor esfuerzo de la jornada por un camino mucho mas ancho impregnado de
unas vistas indómitas y montaraces que armonizan una exquisita impresión de equilibrio y belleza.
La ruta sigue ascendiendo junto a delicados ámbitos florales, permitiéndonos otear, casi con
vistas aéreas, el gratificante y placentero lugar por el que se desmorona la inmensa chorrera.
La intensa luminosidad del día sigue esclareciendo los bellos ajustes del relieve, en cuyas 
márgenes encontramos agazapados una multitud de olivos que acicalan estas escarpadas pendientes.
Un último vistazo a esta impresionante acrobacia natural que desde la lejanía y a nuestra
espalda nos sigue reconfortando con sus ecos y sonidos y enmudeciendo con su apariencia.
El camino sigue sin darnos respiro, mientras va presentando la producción de aceite de oliva
y los trabajos por mantener y revitalizar las viñas por la gente que aprecia su legado agrícola.
Nosotros seguimos sufriendo una subida que parece alargarse y prolongarse hasta el infinito,
aunque de reojo vamos admirando la sutileza, la belleza y la sostenibilidad de esta comarca portuguesa.
La magia y el posado de esta bella criatura nos infunde el impulso definitivo para alcanzar el
estilizado crucero que nos abrirá el paso por las rúas y calles de la localidad de Bemposta,
tropezándonos con una simpática moradora que da cumplida información a nuestras preguntas.
La distancia es como el futuro, acabamos encontrando el final que íbamos persiguiendo, para
después de la pausa concluir con un gratificante paseo por el núcleo urbano de la localidad,
visitando de nuevo su iglesia parroquial y el edificio donde tiene sede el Ayuntamiento y Freguesia.
Calles tranquilas y ajenas a las aglomeraciones van mostrando sin pudor esa sensación de
reposo y placidez en donde el tiempo parece haberse parado, pudiendo presumir y ostentar
de una pintoresca fotografía en la que la piedra nos deparará una peculiar mezcla de gozo y placer.
Nos hemos convertido, sin saberlo, en admiradores de una naturaleza vibrante y en expertos
observadores de una magna y extraordinaria arquitectura que ha persistido hasta nuestros días.
Con la simpatía de este simpático perrito nos despedimos hasta una próxima aventura.
Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes.
Todas las fotos del itinerario en: BEMPOSTA-FAIA D´AGUA ALTA