CAMINANDO, AL VIAJERO LE BROTAN DE SUBITO ALAS EN EL ALMA Y DESCONOCIDOS MUNDOS EN EL MIRAR

jueves, 6 de febrero de 2014

COSTA DE HUELVA

En esta ocasión nos remontamos al mes de septiembre del 2013 para recorrer en varios días distintos lugares y entornos del litoral de la provincia de Huelva. Pincha en "play" y comenzamos.
Desde tierras portuguesas en el municipio de Vila Real de Santo Antonio, perteneciente al Distrito de Faro, cruzamos el Puente Internacional sobre el río Guadiana
y llegar a AYAMONTE, la llamada Ciudad de la Luz, en concreto a la Iglesia del Salvador en el Barrio de la Villa.
Descendemos hasta el centro del municipio para conocer su patrimonio monumental sin olvidarnos de su Ayuntamiento, un Edificio Capitular del siglo XVIII
y la Parroquia de las Angustias, un edificio del XV remodelado en el XVII después del terremoto de Lisboa en 1755, recordando mas a una atalaya de vigía sobre el Guadiana.
Su Puerto Deportivo conecta
con los últimos pasos del Guadiana que deja sus aguas en el estuario formado en su desembocadura en el Atlántico.
Nuestra siguiente parada la hacemos en LEPE, donde por sus calles llegamos al edificio principal, la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán.
Detrás de ella accedemos a la Plaza de España donde encontramos el Ayuntamiento
y una fuente entre las enormes palmeras. Es el municipio mas poblado de la provincia tras la capital.
Cerca de Lepe nos situamos en Cartaya, en concreto en la atalaya donde fue construido el Castillo Fortaleza de los Zúñiga del siglo XV.
Destacan sus murallas de mas de ocho metros de altura
y su misión era la vigilancia y defensa de los terrenos que limitaban los señoríos de Lepe y Gibraleón sobre el río Piedras.
Navegamos ahora por la lengua de mar que forma el río Piedras desde El Rompido hasta El Portil. 
La desembocadura del río Piedras forma un espacio natural que comprende una zona de marismas separadas del océano Atlántico.
Por sus aguas merodean pequeñas embarcaciones
entre hermosas dunas, donde podemos observar
 gaviotas
y pequeñas limícolas buscando su sustento diario.
El Paraje Natural Marismas del Río Piedras y Flecha del Rompido fue declarado el 18 de julio de 1989.
Seguimos la estela de este hermoso Atlántico
para llegar al Paraje Natural Enebrales de Punta Umbría, de pequeñas dimensiones pero de gran valor ecológico
constituyendo uno de los pocos bosques mixtos de sabinas y enebros que se conservan en el litoral onubense.
La sabina se mezcla con el pino de repoblación y por sus senderos apreciamos
la diversidad del entorno por sustratos arenosos
y plantas que constituyen diferentes alimentos para las aves y reptiles.
Dunas, enebros y pinos forman una riqueza biológica de excepcionales valores naturales y paisajísticos
que se asoman al plateado Atlántico
y las kilométricas playas de Punta Umbría.
Cruzamos el río Odiel
y llegamos a HUELVA con su Catedral de Nuestra Señora de la Merced.
El monumento a Cristóbal Colón luce en la Plaza de las Monjas, centro neurálgico de Huelva.
El río Odiel recorre el ala oeste de la ciudad de Huelva y en su recorrido hasta la confluencia del río Tinto, antes de salir al Atlántico, forma un espectacular estuario de aguas dulces y saladas denominado Marismas del Odiel.
El cauce del río deposita gran cantidad de sedimentos cargado de infinidad de nutrientes
que son la principal base alimenticia de las aves que pueblan en
este singular espacio natural.
El Monumento a la Fe Descubridora es una de las señas de identidad de la ciudad de Huelva y conocido popularmente como "Monumento a Colón".
De 37 metros de altura está situado en la Punta del Sebo en plena confluencia de los ríos Tinto y Odiel.
En este lugar las aguas dulces de los ríos anteriormente mencionados se mezclan con las saladas del Océano Atlántico, formando un espectacular estuario.
Cruzamos el Puente sobre la carretera N-442 hacia el municipio de Palos de la Frontera
y accedemos al Monasterio de SANTA MARÍA DE LA RÁBIDA un Monasterio Franciscano de estilo gótico-mudéjar de los siglos XIV y XV, declarado Monumento Nacional en 1856.
En el se hospedó Cristóbal Colón antes de partir hacia el Nuevo Mundo
y podemos ver un pequeño patio adornado con numerosas plantas y flores,
además de otro hermoso claustro mudéjar.
El Monumento a Colón preside la unión de los ríos Odiel y Tinto, una impresionante vista que nos ofrece el Monasterio de la Rábida.
A su lado y a los pies del río Tinto encontramos el Muelle de las Carabelas, donde podemos encontrar las reproducciones de La Pinta,
La Niña y La Santa María, que se construyeron en 1992 para celebrar el Quinto Centenario del Descubrimiento de América.
El río Tinto efectúa sus últimos coletazos
por el ala este de la ciudad de Huelva
dejándonos grandes imágenes de serenidad.
Una vez cruzados los municipios de Mazagón y Matalascañas entramos de lleno en el Parque Natural de Doñana sobre verdes marismas
hasta llegar al Charco de la Bota, donde numerosos caballos pasean y toman alimento.
A su lado encontramos la pequeña aldea de EL ROCÍO, en el municipio de Almonte
y su luminosa Ermita
donde reside la "Blanca Paloma", nombre que se da a esta virgen con miles de devotos que se acercan a venerarla.
Un lugar único para vivir el fervor religioso
en un paraje hermoso para paseos a caballo
y la práctica de actividades ecuestres.
Después de salir de la Ermita del Rocío podemos dar un pequeño paseo por las calles del  municipio con un excelente estado de conservación.
La ALDEA DEL ROCÍO posee numerosas Hermandades con su propia casa, restaurante y cuadra donde guardar los caballos.
Terminamos el paseo por El Rocío entre grandes palmeras
para acercarnos hasta la localidad de Matalascañas y disfrutar de sus hermosas aguas, hoy rodeadas de tonos plateados, y disfrutar 
de un espectacular atardecer 
sobre las cálidas aguas del Océano Atlántico.

1 comentario:

  1. 'Ojolince y Sra.' hemos rememorado nuestra visita a la bella provincia Onubense que realizásemos hace tantos años... Nuestro recorrido fue coincidente con el tuyo salvo la parte inicial y, con ese espléndido resumen y muestra gráfica has refrescado en nuestra mente la inmensidad de sus verdes campos, la tranquilidad de sus marismas, la alegría de sus aguas y la monumentalidad y belleza de sus pueblos.
    Una gran crónica que transmite la singular belleza de esas tierras.
    A destacar esas dos marinas que, bien podrían pintarse para disfrutar de ellas en el salón de nuestra casa.
    Un saludo de 'Ojolince y Sra.'

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