CAMINANDO, AL VIAJERO LE BROTAN DE SUBITO ALAS EN EL ALMA Y DESCONOCIDOS MUNDOS EN EL MIRAR

miércoles, 9 de abril de 2014

CAMINO ASENTADERO-BOSQUE DE LOS ESPEJOS

El Asentadero-Bosque de los Espejos es un camino circular al sur de la provincia de Salamanca, que nos permite recorrer los municipios de San Martín del Castañar, Sequeros y Las Casas del Conde, disfrutando del Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia y donde se han instalado una serie de obras de arte que sorprenden al paseante. Pincha en "play" para comenzar.
El día 6 de abril de 2014 nos plantamos en la plaza de San Martín del Castañar, una hermosa villa declarada Conjunto Hitórico con preciosas calles y rincones y auténtica arquitectura popular serrana.
El perfil del castillo sobresale por encima de su insólita y singular Plaza de Toros que conecta
con la Iglesia de San Martín por donde buscamos, en su parte trasera, la calle que hacia el este nos introduce en la senda del bosque que vamos a descubrir.
El mapa de referencia y los datos de la ruta en: ASENTADERO-BOSQUE DE LOS ESPEJOS
Las últimas casas, con hermosos entramados y balcones,
nos sumergen por un descendente camino en medio de robustos vallados de piedra, colonizados por grandes manchas de musgo
y enérgicos colores primaverales
que se asoman al atractivo valle que se despliega a los pies de la Sierra de Béjar.
La vertiginosa bajada desfila, entre verdes luminosos, en busca del regato de Buena Madre
y que tras cruzarlo, nos sitúa en la primera escultura del recorrido denominada "Estructura Torre de intercambio" del autor Jesús Palomero, con una pasarela de madera a su izquierda 
que incita a pasear sobre las aguas del arroyo.
El sendero comienza a ascender por un hermoso entorno
que serpentea por un precioso robledal
que empieza a originar los primeros brotes, dejando colar a su interior los resplandecientes rayos solares de este fabuloso día de abril.
Se cruza la carretera que une San Miguel de Robledo y San Martín del Castañar con Las Casas del Conde obteniendo una maravillosa panorámica de San Martín y de la Peña de Francia.
El repecho obliga a unos minutos de descanso
para continuar por la parte alta de la ladera en un ascenso mas leve,
llegando a las ruinas de la Ermita de Santa Lucía con la obra escultórica "Vidrieras" de Yolanda Pérez
y un curioso tríptico en una de sus paredes.
Seguimos aglutinando kms por el extenso robledal entre jóvenes y vetustos robles que amparan nuestro camino
alcanzando un portentoso mirador entre grandes y redondeados bloques de piedras.
Por el paraje de las Pozas del Caraba
seguimos encontrando diferentes elementos esculturales
que nos guían hasta el "Asentadero de los Curas", lugar donde se reunían el arcipreste y los párrocos del contorno para  platicar sobre lo divino y lo humano.
Al lado una gigantesca cabeza tallada en piedra de Creusot.
Vamos pasando hitos de madera decorados con imaginación y elegancia
haciendo un pequeño alto en el camino para fotografiar el "Comando Senderista" de hoy.
Las siguientes obras arquitectónicas se designan "Pájaros del Alba" de Vicen Hernández
y el sencillo y maravilloso "Luz" de Creusot,
estampadas a la vista de la bella Sierra de Francia.
Largos vallados de piedras nos protegen y nos resguardan entrando al municipio de Sequeros
por la Ermita del Humilladero para pasear 
por frescos abrevaderos que nos conducirán, por sus rincones y calles,
hasta su Iglesia neoclásica de San Sebastián y San Fabián,
así como a, su Torre del Concejo de la Edad Media.
En las afueras podemos disfrutar de la atractiva Iglesia del Robledo en un hermoso emplazamiento situado a 950 metros de altitud
dominando este singular "Mirador de la Sierra".
Cogemos un camino asfaltado que nos lleva hasta la siguiente obra de arte, "La Casa del Árbol" que nos sirve para jugar a "Don Tancredo" y recuperar por unos momentos esa quietud que le caracterizaba.
Abandonamos el magnífico lugar
por un camino a la derecha
hasta un desvío por una senda,
para dar una puntada con hilo y alcanzar la siguiente obra "A Puntadas" del autor Luque López donde la naturaleza muestra su fuerza y su fragilidad para reparar lo roto.
Apreciamos la siguiente escultura de autillos, lechuzas y mochuelos que habitan en el entorno del bosque sobre rocas y peñascos, dando lugar a la escultura "Mochuelos" de Pablo Amargo.
Llegamos a la zona de Las Correas, la mas fresca y rumorosa de toda la ruta, por donde el arroyo se precipita por pequeñas torrenteras 
y lozanas cascadas,
Arte sobre piedra,
inundado de húmedos aromas y fragancias
bajo la delicada luz que filtran las hojas
en un maravilloso jardín natural, es lo que nos hemos encontrado antes de llegar a Las Casas del Conde.
Atravesamos la localidad de Las Casas del Conde contemplando la obra de José Antonio Juárez  "Efímeras Magenta",
disfrutando de su arquitectura popular serrana
combinando y asociando sus bellos colores magenta.
Su ubicación y microclima en la ladera del valle del río Francia hacen que sea el primer pueblo donde florecen los cerezos
y donde podemos observar auténticas estampas primaverales en el mas pequeño de los términos municipales salmantinos.
A la salida encontramos la iglesia
entre olivos centenarios, con espectaculares grabaciones en sus troncos
y que nos transmiten esas antigüas y viejas tradiciones del vareo de las aceitunas en la ejecución de las labores agrícolas.
Entre huertos, olivos y viñedos aparecen cruces de granito
que se mimetizan con los robles, llevándonos junto a un altar, donde un grupo de vecinos entonan cánticos eclesiásticos. 
Respetamos sus costumbres y buscamos el camino que se dirige hacia san Martín del Castañar
entre multitud de olivos y chumberas,
a través de sensibles y suaves tonos frutales
dentro de una gran variedad de llamativas y vistosas imágenes.
Encontramos mas "Mochuelos" de Pablo Amargo
en una zona con ligeras subida y bajadas
hasta alcanzar "Al Otro Lado" de Manuel Pérez de Arrilucea, en una increíble unión entre lo humano
y el paisaje, donde ambos se entienden y se respetan y en definitiva, una puerta abierta al campo en el bosque.
En el último tramo el calor aprieta y el agua calma nuestra sed
y a ratos notamos una tersa y sutil brisa que agradecemos.
Un último esfuerzo en el recio repecho pone nuestros corazones a cien,
bajo un hermoso cielo
y las brutales vistas, que a nuestras espaldas,
dibuja la Sierra de Béjar entrando en San Martín del Castañar.
Nos quedamos con la satisfacción de haber leído el arte desde el paisaje y los espejos que reflejan el bosque, las plantas y los pueblos que hemos caminado.
Terminamos paseando por su Castillo donde conserva parte de su Torre del homenaje y el arco apuntado de su entrada.
El paseo por sus calles es gratificante, con balcones típicos de madera y entramados serranos que descubren
insólitos rincones, desde donde otean nuestros pasos
y puentes romanos que nos conducen
hasta la placidez, la tranquilidad y el sosiego que transmiten sus gentes.
Saludos de "COMANDO SENDERISTA" para tod@s caminantes.
El video de la ruta en: CAMINO ASENTADERO-BOSQUE DE LOS ESPEJOS

1 comentario:

  1. Un agradable y entretendio paseo por la sierra salmantina en el que nos muestras tanto la frescura de comienzos de primavera y el despertar de sus pobladores, como la arquitectura popular bien conservada de sus pueblos y las curiosas esculturas que amenizan el camino salpicándolo de color e interés añadido.
    Muy buen resumen con el que nos entran ganas, de nuevo, de volver a las queridas tierras serranas.
    Un saludo de 'Ojolince y Sra.' para ti y tu Comando Senderista.

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