CAMINANDO, AL VIAJERO LE BROTAN DE SUBITO ALAS EN EL ALMA Y DESCONOCIDOS MUNDOS EN EL MIRAR

miércoles, 19 de junio de 2019

SENDA FLUVIAL DEL NANSA II

EL 17 de junio de 2019 nos toca madrugar para acercarnos hasta la Central Hidroeléctica de Trascudia en el municipio cántabro de Herrerías y comenzar la 2ª parte de la Senda Fluvial del Nansa hasta la pequeña y hermosa población de Cades. Pincha en el "play" del reproductor y comenzamos esta aventura.
La maravillosa cascada junto a la Central es el comienzo de nuestros pasos que quedan gravados en el siguiente mapa de orientación y todos los datos del itinerario los podeís descargar enSENDA FLUVIAL DEL NANSA II 
Nos internamos en la senda tras haber pasado un caserío con conejos, gallinas, palomas, patos y cabras
caminando junto al río y rodeados de un abrumador verdor que resulta insólito y sorprendente.
Calentamos músculos por un trayecto abrupto e inclinado entre encinas
que nos lleva "sobrevolando" al Cueto del Collado, por debajo del Mirador del Poeta, con unas magníficas vistas
del holgado y extenso entorno que nos rodea.
Después de una rápida bajada nos encontramos con el asfalto de la carretera
cruzando un puente de piedra sobre el abismo y la belleza de este fantástico Nansa.
Avanzamos paso a paso encontrando la profunda elegancia
y el sabroso aroma de las flores
hasta alcanzar la fuente-abrevadero del Complejo Turístico El Solaz de los Cerezos, en el que un pequeño camino agrícola
nos conducirá hasta la estupenda estampa que crean las aguas del río.
Caminamos tranquilos con la mirada ansiosa entre la serenidad de los prados,
introduciéndonos por la frescura de una belleza natural
de un espectacular bosque de ribera en el que únicamente se escucha el suave rumor del río y el delicado canto de los pajarillos.
Mientras paseamos vamos mirando a nuestro alrededor
descubriendo unas veces la quietud y el reposo del río
y la agresividad y aspereza en otras.
Nuestros estómagos empiezan a protestar, así que realizamos un pequeño y frugal almuerzo en este bello lugar 
en el que nos sentimos atrapados y engullidos en el interior de este prodigioso cañón 
atestado y saturado de una salvaje y escultural vegetación.
La marcha continua junto a un poderoso contrafuerte granítico
que se asoma sobre los enérgicos contraluces 
que dibuja la relajante y sosegada corriente del Nansa.
Una vieja trocha de pescadores asciende por un pasaje audaz y ambicioso
entre un pequeño y estrecho laberinto rocoso 
que va tejiendo la escarpada subida
hasta un pequeño mirador en el que el viajero tendrá la tarea de poner palabras a este hermoso paisaje.
Aseguramos el descenso hacia el río
descubriendo en su umbría diferentes especies micológicas
llenas de color y viveza,
además de cruzarnos con algún pequeño batracio que busca con rapidez su cobijo mas cercano.
El camino es un delicioso y placentero paseo entre el luminoso bosque
con preciosos rincones y recovecos que rozan lo idílico
y con la percepción de estar navegando continuamente sus limpias y cristalinas aguas.
El ritmo sostenido de la marcha sigue atravesando la frondosidad de la arboleda
con pequeños tramos artificiales de madera y ferralla
que habilitan el paso por destacados escondrijos
y con el dudoso presentimiento de la continuidad del camino entre la férrea vegetación.
Subimos escaleras
y cruzamos cascadas
entre la borrachera que provoca el aire puro del bosque.
Salimos momentáneamente de esta fulgurante galería arbórea
junto a espacios mas abiertos con predominio de cultivos de maíz,
internándonos de nuevo para escuchar la estupenda banda sonora del río
en esta sensacional y emocionante gruta boscosa.
Desde el Puente Arrudo se contempla
los hermosos alrededores donde se asienta el caserío de Cades
y el edificio de la Ferrería, construida en 1752 y en el que las aguas del Nansa ponían en marcha dos molinos harineros y la propia ferrería.
Abandonamos la Senda del Nansa para iniciar el regreso
entre la notable y destacada arquitectura popular del excelente pueblo de Cades,
adornado y acicalado con innumerables y vistosas plantas
que lucen también en sus balcones y galerías,
ascendiendo y atravesando el pueblo 
hasta llegar a su Iglesia de San Juan Bautista con bello arco triunfal y hermosa espadaña.
Seguimos el impulso del camino
hasta la parte mas alta del pueblo
para poder deleitarnos del soberbio y colosal valle que hemos dejado atrás.
Tomamos un camino agrícola entre prados y pastos
con extraordinarias vistas
que nos trasladan hasta el pueblo de Otero
y que continua y nos acompaña 
hasta las ruinas y vestigios de la Ermita de San Pedro del siglo XIII totalmente invadida por la vegetación.
Las nubes van velando la cúpula azul del cielo
mientras dejamos atrás granjas y caseríos,
irrumpiendo peripuestos y engalanados 
para la conquista de la Torre de Cabanzón, vestigio feudal del poderío territorial de algunas familias nobles asentadas en estos lares.
El pueblo de Cabanzón nos sumerge entre escudos, blasones y heráldicas
atravesando la Iglesia de Santa Eulalia
y paseando entre fragancias de hortensias que esparcen sus aromas por sus cuidadas callejuelas.
Apresuramos la bajada por pista asfaltada
entre estupendas estampas ganaderas
y enormes casonas montañesas
para cruzar de nuevo el Puente sobre el Nansa
y alcanzar, una vez mas, el Cueto del Collado.
La Central de Trascudia en el horizonte constituye el final de nuestro viaje,
un viaje marcado por la serenidad, el sosiego y la tranquilidad que desprenden estas nobles y generosas tierras cántabras.
Puedes ver la 1ª parte de esta ruta en: SENDA FLUVIAL DEL NANSA 
Después de una entretenida comida en el Restaurante La Jontoya de Luey, nos acercamos hasta las playas de Prellezo,
en concreto a la Playa de Berellín, disfrutando de un relajado y tonificante baño
en esta amplia, espectacular y maravillosa ensenada.
Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes.
ÁLBUM DE FOTOS: SENDA FLUVIAL DEL NANSA II 

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