Dentro del Parque Regional de los Picos de Europa se abre el Valle del Porma, muy cerca de la localidad leonesa de Puebla de Lillo, donde vamos a asistir a un fantástico paseo por el umbrío valle de La Cervatina. Es 31 de octubre de 2017. Pincha en "play" y comenzamos esta estupenda aventura.
Nuestros primeros pasos se convierten en una visita a su Iglesia Parroquial y a su espectacular Torreón circular, que sirvió en el pasado a los Condes de Luna para administrar sus posesiones y que actualmente alberga la Casa del Parque en el sector occidental de los Picos de Europa.
El río Silván atraviesa de norte a sur toda la localidad y es el punto de comienzo de nuestra ruta de hoy,
mientras repasamos todos los datos del itinerario en: LA CERVATINA
Salimos por la Calle del Valle frente a la mole del Susarón
hasta acariciar las aguas del hermoso río Celorno,
continuando hasta el siguiente puente por el que cruzamos y
volviendo la vista atrás para disfrutar del grandioso escenario de los PICOS MAMPODRES sobre las frescas praderías cercanas a Puebla de Lillo.
La pista de tierra nos desvía por el valle secundario del Arroyo Patina en el que encontramos un selecto público,
combinándonos como el término de una ecuación en la serena armonía del lugar.
Ascendemos rodeados de brezos, pinos y piornos
hasta alcanzar la Fuente del Obispo, con evidentes síntomas de las bajas temperaturas que azotaron la pasada noche y madrugada.
El camino se va llenando de luz y color
cuando logramos alcanzar la preciosa pradería de Vega Ternillo
que clama e invoca el romanticismo del hayedo
y nos conquista y enamora con su gigantesco hechizo.
Experimentamos una sensación placentera al ser engullidos
en este magnífico y estupendo bosque
donde la belleza y el esplendor brilla con sus mejores colores y matices
y donde el sonido de su mullida hojarasca nos aporta una deliciosa musicalidad.
Terminamos de recorrer esta frondosa cabecera del Arroyo Ruidoso
llegando hasta el Collado del Oso,
disfrutando de las numerosas tonalidades que se extienden y desperdigan por esta noble Sierra del Arveyal.
Iniciamos un animado descenso al cobijo de la umbría de este señorial hayedo
y aunque las lluvias han sido limitadas y escasas
sentimos y apreciamos el relente y la humedad que desprende.
Atravesamos varias y altivas torrenteras
en las que nuestro acompañante de hoy aprovecha su incipiente caudal para beber y refrescarse.
Dice el refrán, " en octubre de la sombra huye; pero si sale el sol, cuídate de la insolación",
nosotros vamos consumiendo el camino,
unas veces entre los bellos destellos
y el resplandor de los rayos del sol,
otras amparados entre las sombras y penumbras de este fascinante lugar.
El cuerpo nos sigue pidiendo excursión y nos sentimos como en casa
al seguir paseando por este evocador hayedo que a cada paso nos sorprende y nos fascina.
Un nuevo claro en el bosque
nos muestra el Pico Espinadal
y el Pico Mahón en la otoñal Sierra de la Cuerna.
En una curva de 360º abandonamos momentáneamente a la izquierda la ruta principal
para llegar en pocos metros a una alambrada que encierra
un pequeño bosque de tejos y acebos llamado La Cervatina.
Desde la tejeda, volvemos sobre nuestros pasos al camino principal,
para seguir descendiendo por el bosque de hayas
entre unas vistas sobrecogedoras e inauditas
y donde podemos encontrar la poesía en el paisaje.
Ocres, amarillos, anaranjados forman un sensacional caleidoscopio
que se compaginan con los tibios, tenues y suaves marrones que se diseminan por la ladera
y la senda que se descuelga junto al Arroyo del Támbado.
Poco a poco a desaparecido la masa boscosa, llegando al cruce de caminos donde confluyen los Arroyos del Támbado y Rebueno
donde la senda atraviesa una bella pradera
que alcanza la Fuente Fombea.
Mas adelante, nos desviamos a la izquierda unos 200 metros para explorar la Ermita de Peraguas
para descansar y acomodarnos un ratito en este bello paraje.
Aprovechamos para homenajear a José Carlos Caballero Cabañas, que falleció en los primeros días de octubre, amigo y compañero de trabajo que realizó varias rutas con nosotros, enorme persona llena de valores. Serás un grato recuerdo para todos nosotros y estamos seguros que nunca morirás en nuestra memoria.
Regresamos al camino principal
abandonando el hermoso resalte donde se sitúa la ermita
entre la inmensa tranquilidad y sosiego que transmiten sus plácidas moradoras.
Continuamos el marcado camino
rodeando las paredes de Peña Redonda y Peña del Águila
junto a la radiante, luminosa
y resplandeciente Vega del río Silván,
que entre pequeñas y delicadas miniaturas
vamos cruzando su abundante cabaña ganadera,
conduciéndonos hasta este precioso rincón, muy cerca ya de Puebla de Lillo.
A nuestra espalda dejamos el brutal contrafuerte de la Peña del Águila
que se refleja en el río Silván a la entrada del pueblo,
siguiendo su camino para otorgar sus nítidas aguas al río Porma.
El silencio apagado entre aromas de chimeneas
es solo roto por el tenue y sutil tañido de la campana de la iglesia, que vigila y custodia el privilegiado entorno natural que rodean estas nobles tierras leonesas.
Saludos de COMANDO SENDERISTA. Hasta una nueva aventura.
ÁLBUM DE FOTOS: LA CERVATINA
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