hacia la espectacular naturaleza que se extiende por el fondo del valle.
Podemos echar un vistazo al mapa y descargar el itinerario en: NACIMIENTO DEL ASÓN
Tras un largo viaje en autobús desde Valladolid, desentumecemos las piernas sobre el asfalto de la carretera,
introduciéndonos entre los frescos rumores del riachuelo y buscando la senda tipificada como PR-S 14 que nos guiará en nuestro recorrido.
Vamos explorando un luminoso bosque de hayas
que nos encamina y encauza junto a una pared granítica
con varios zigzags y pequeños desniveles
llenos de un sinfín de color
y un dulce y extraordinario aroma.
Continuamos avanzando por el coqueto camino
que alcanza la hermosa "cola de caballo" del río Asón, también llamada Cascada de Cailagua.
Sorprendemos a este recién nacido Asón en pañales,
arrojándose y despeñándose de manera llamativa desde una altura de 70 u 80 metros
para apaciguarse y relajarse al final de su caída en una nítida, fresca y sosegada poza.
Tras la portentosa exhibición natural, seguimos descendiendo con sumo cuidado
entre las muchas y bonitas cascadas
que se crean y embellecen el fabuloso entorno por el que transitamos.
Nuestros pasos se convierten en acordes contrastados
caminando por la magia y el hechizo del hayedo,
escuchando el increíble rumor del río
y disfrutando como amantes de la naturaleza que somos.
Bajo nuestros pies van aflorando delicados matices
y algún que otro manantial
en una senda perfectamente señalizada y sin posibilidad de pérdidas y extravíos.
La corriente del río nos introduce por la intensa penumbra del bosque,
navegamos junto a sus cristalinas aguas
y nos retratamos en esta auténtica arquitectura natural
que no nos deja de sorprender y fascinar.
La suavidad y delicadeza del Asón
nos regala paisajes de cuadro
por un relajante entorno en el que aprendemos a apreciar el silencio y la calma.
Para hacer tiempo nos desviamos hacia el oeste por una empinada vereda
entre hermosos y fulgurantes contraluces
que nos dejan hermosas vistas de El Rellano y Las Canales
antes de llegar a Los Apartados.
Abandonamos este prodigioso "balcón" que nos regala intensas experiencias,
descendiendo apresuradamente
hasta el claro donde nos entregamos a los placeres gastronómicos y del buen yantar.
Tras el descanso, reanudamos la marcha
alcanzando el verdor primaveral de hermosas praderías
entre un bosque mixto donde conviven robles, hayas, castaños y algún acebo
y en la que podemos encontrar antigüas casas y cabañas de piedra.
El Barranco Huerto del Rey crea una estampa diáfana de verdor y espesura,
un prodigioso y puro escenario de montaña
en el que se percibe toda la calma y tranquilidad de este maravilloso lugar.
Continuamos el suave descenso
entre las piedra y las tejas
de los diferentes refugios y tenadas del recorrido,
para cruzar y vadear por un pequeño puente
el cauce y la corriente del Asón.
Una estrecha y tupida pista asfaltada
camina de la mano junto al radiante brillo de las aguas del río
y abraza la pequeña y solitaria espadaña de la Ermita de San Antonio.
Campiñas y rebaños engendran un estupendo paisaje
a lo largo de este fascinante valle
en el que el placer del paseo
nos aloja sobre el apabullante Barranco de Rolacias.
Una vez que hemos pasado el pequeño poblado de Asón, la ruta se convierte en un gozo para el senderismo,
persuadidos por la estampa brutal de este emplazamiento
que pespuntea e hilvana las excelentes vistas de este peculiar y sensacional espacio.
Atravesamos el clamor del bosque
lleno de magníficas tonalidades,
escuchando la música del río
y aspirando su frescura.
Caminamos entre el color de la naturaleza,
mezclándonos entre sus tranquilas moradoras
y sus vestigios tradicionales en piedra,
siguiendo a nuestro conductor en el día de hoy.
Una sutil y apacible brisa acompaña nuestros pasos
por estupendas colinas vestidas de un verde puro, nítido y transparente,
colándonos en la memoria y evocación de viejos molinos y casas de labor
que se asoman a este frenético y luminoso Asón
Cruzamos puentes sobre una vegetación casi impenetrable,
descubrimos la calma y la tranquilidad de los prados,
saboreamos el deleite y la satisfacción de bellos horizontes
y arremetemos contra las rocas en esta impresionante cascada de luz.
Seducidos y encandilados, sin casi darnos cuenta,
hemos llegado al final de nuestra ruta
entrando en el pueblo de Arredondo
después de haber sentido y observado la naturaleza en estado puro, permitiéndonos respirar ese aire lleno de imperturbabilidad, sosiego y tranquilidad que todos echamos de menos.
Damos las gracias a SENDERISMO TUDELA DE DUERO por esta magnífica propuesta. Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes.
ÁLBUM DE FOTOS: NACIMIENTO DEL RÍO ASÓN
No hay comentarios:
Publicar un comentario