lunes, 18 de enero de 2021

CAÑÓN DEL TORMES

Una buen método para conocer y percibir el magestuoso entorno del Cañón del Tormes es realizar la ruta que tiene su inicio y final en la localidad zamorana de FERMOSELLE. Es día 13 de enero de 2021. Comenzamos esta aventura.

Nuestros pasos arrancan desde la Plaza Mayor donde encontramos el magnífico edificio del Ayuntamiento y el templo de origen románico que forma la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.
Paseamos por un laberinto de cuestas y callejuelas en las que abunda la piedra y el granito
encauzándonos para cruzar bajo el bellísimo Arco de su Puerta Medieval.
El perfecto barullo y enredo de calles nos van descubriendo varias sorpresas 
que alcanzan el punto mas elevado del pueblo en el Mirador del Torojón,
asomándonos a las mejores vistas panorámicas de Fermoselle
y continuando una larga subida que nos dejará en la Plaza Diputación frente a la Iglesia de Santa Colomba.
Todos los datos y el mapa del itinerario podeis descargarlo en: CAÑÓN DEL TORMES
Abandonamos el casco urbano junto a la residencia de ancianos Conchita Regojo por un camino señalizado con marcas amarillas y blancas
que nos llevara hasta la Fuente de Las Muelas con una preciosa bóveda romana.
Con efusivo entusiasmo seguimos el camino entre abundante roquedo y pequeñas manchas de matorral bajo
por los que se erigen varios refugios y tenadas 
diseminados por un adusto y áspero paisaje
que guarda celosamente el rastro y la memoria de las horas mas frías y gélidas de la pasada noche. 
Agradecemos los tibios rayos solares que van calentando progresivamente nuestros pasos
empezando a descencer vertiginosamente hacia el curso del río Tormes
rodeados de numerosas encinas y carrascos,
cuantiosas agallas de robles
e incontables "ombligos de venus"que brotan entre las piedras.
El estómago empieza a protestar y tras tomar un pequeño ágape y "marear la bota" nos sentimos así de felices.
Continuamos la bajada entre la eterna caricia del verde
por una apretada trocha y bajo los aderezos graníticos
que afloran en el espectacular paraje de Valcuevo y Cerro Caballino.
Las marcas y señales nos siguen dirigiendo hacia las profundidades del típico paisaje Arribeño
formado por extraordinarios bancales de los que emerge un maravilloso océano de olivos,
asomándonos a los restos de la antigüa Fábrica de Luz en las inmediaciones de un encalado  palomar.
Una estremecedora fragancia de olivas y aceitunas 
se dispersa y disemina por un paisaje sugerente que va ganando en belleza
y que luce con su total esplendor y brillantez.
Los últimos metros hemos venido acompañados del rumor del Arroyo del Bravío
que aloja e introduce sus aguas en estas mas calmadas del Río Tormes.
Nos lucimos en este magnífico y orgulloso posado 
 para bajar después a escuchar y percibir la trepidante corriente de este Tormes indomable
que esconde detalles y rasgos de helada belleza
y seductoras especies vegetales que decoran sus aledaños.
El Puente de San Lorenzo aparece de forma magestuosa en mitad del Arribe
entre la explosión de una auténtica vegetación de ribera
que rodea la estupenda playa fluvial de San Lorenzo
y conciliando las provincias de Zamora y Salamanca a través de las localidades de Fermoselle y Trabanca.
Tras un pormenorizado escrutinio de este insólito paraje
abandonamos la delicada perspectiva del Puente San Lorenzo,
comenzando las emociones fuertes de este variopinto itinerario.
Nos asentamos sobre el apacible sendero GR-14
que nos acuna sobre las acogedoras y benévolas aguas de un tranquilo Tormes 
que va recogiendo y acumulando las incipientes corrientes de pequeños arroyos y cascadas.
El camino se enmarca en un apabullante paisaje que va recorriendo las profundidades del cañón
con continuas subidas y bajadas y persuadidos por las notables estampas que nos acompañan.
Volvemos a sentir y a escuchar el gélido aliento del Tormes 
que penetra entre el mágico ambiente de la umbría de sus riberas
ornamentadas y embellecidas por una sensacional y llamativa cencellada 
que otorga y atribuye la faceta mas invernal de la ruta.
Abandonamos el GR-14 por un sendero que va tomando altura de manera decidida,
cruzando entre pétreos y sólidos refugios
que se van enfilando a lo largo del escarpado y abrupto cañón,
divisando un portentoso paisaje granítico  
donde los buitres han encontrado cobijo y su hábitat mas preciado y natural.
El sendero continua hasta alcanzar una pista en la que unos metros mas abajo podremos admirar la tremenda espectacularidad 
que nos brinda el río Tormes en las inmediaciones fronterizas con Portugal.
Descenso vertiginoso hasta el bucólico paraje de los Baños de Cordero,
una pequeña playa fluvial de fina arena que esconde un manantial de aguas sulfurosas apreciado desde los tiempos romanos.
Un fabuloso lugar para el relax y la tranquilidad con un enternecedor panorama propio de un cuadro
y que nos regala unas intensos sentimientos prestados para soñar.
Atrás queda este lujoso lugar que queda grabado en nuestras retinas mientras el río continua 
su marcha entre gigantescos cortados y potentes paredones graníticos.
Nos espera una subida impetuosa entre una multitud de zigzags
que aceleran nuestro corazón e incrementan nuestro resuello,
realizando varios descansos para el disfrute de tan soberbio y estupendo escenario.
Continuamos la fuerte remontada como pequeñas "hormiguitas" ante la grandiosidad de estos farallones
que se asoman a este particular y hermoso balcón para despedir a un Tormes
que "muere matando" con un arrebatador paisaje antes de entregar sus aguas al Duero.
Después del tremendo esfuerzo, el camino se serena por amplias pistas y caminos de concentración parcelaria
pasando junto a unas multitudinarias y soleadas colmenas. 
La ruta transita por un tramo en el que abundan pequeños berruecos que sobresalen entre la maleza,
continuando entre la numerosas manchas de encina y carrascal propios de la parte mas alta del Arribe.
La naturaleza con su hechizo, nos vuelve a entrometer por un olivar
salteado de pequeñas tierras de cereal y algunos almendros
y un poco mas adelante, un camino vallado entre olivos,
nos asienta sobre la pista asfaltada que nos llevará hasta Fermoselle.
Viejas y oxidadas cancelas se van asomando a nuestro paso
en el momento que entramos por el crucero sotechado del Humilladero 
apostado junto a la Ermita de la Soledad en el Cementerio de la localidad.
La Calle la Portilla nos guía por medio de su Viacrucis
hacia el interior de su precioso casco antigüo, 
pasando por el fuerte entramado rural de algunas de sus calles
y ascendiendo hasta el cañón del Castillo de Doña Urraca.
Dicho castillo es el final de la ruta de hoy, ofreciéndonos una espectacular panorámica de FERMOSELLE,
y aunque muy reformado y modificado, este emblemático lugar se convierte 
en una privilegiada y sobresaliente atalaya sobre Portugal, el río Duero y sus Arribes.
Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes. ÁLBUM DE FOTOS: CAÑÓN DEL TORMES y también en Facebook: CAÑÓN DEL TORMES

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