Ya se que en Asturias hay muchos mas cabos, pero los de Busto, Vidio y Peñas con sus faros, animan a visitar y disfrutar de sus espectaculares alrededores. Realizamos este pequeño viaje los días 26, 27 y 28 de agosto de 2021 y este es nuestro relato.
Amanece en algún lugar entre Benavente y León y mientras llegamos a nuestro destino repasamos el mapa y los itinerarios para los próximos días en: BUSTO, VIDIO Y PEÑAS
A primera hora de la mañana llegamos a Cueva, que contempla y otea tranquilamente
la desembocadura y el pequeño estuario que conforma la corriente del río Esva
en la preciosa PLAYA DE CUEVA, presentándose moteada y tiznada por sus oscuras arenas
entre la Punta Mosqueiro y la franja cuarcítica del CABO BUSTO.
Subimos hasta la Capilla de San Bartolo en la pequeña localidad de Busto, perteneciente al municipio de Valdés,
admirando su fabuloso y legendario patrimonio rural con típicos hórreos asturianos
y pudiendo observar la intensa y profunda actividad ganadera de la zona.
Entre el verdor de praderas y maizales nos colamos por sus sendas litorales,
alcanzando el Mirador Monte del Cabo colgado sobre la Playa del Bozo,
muy cerca del Faro de Busto construido en 1858 y con un alcance de 25 millas marinas.
Disfrutamos de un marco escénico inigualable en el que el Mar Cantábrico bate incesante
un abrupto litoral de vertiginosos acantilados y playas casi vírgenes y llenas de belleza.
Nos trasladamos hasta uno de los lugares mas bellos y con mas encanto de Asturias,
donde se sitúa la curiosa Ermita de la Regalina, construida por el Padre Galo para honrar a la Virgen de Riégala patrona de CADAVEDO.
Desde este magestuoso balcón podemos saborear la estupenda Playa del Serón
y la paradisiaca Playa de Cadavedo, además de gozar con el soberbio paisaje que nos rodea.
En Cadavedo paseamos por sus calles buscando esa codiciada paz y tranquilidad
que merodean en sus viviendas y entre sus vistosos e inmemoriales hórreos,
bajando en busca del patrimonio etnográfico y los vestigios del Molino del Mar
y la frescura de la Cascada del Arroyo Pendas o Frieras, cuyas aguas se entregarán
al indudable atractivo turístico que encierra la hermosa estampa
de la celestial y maravillosa Playa de Cadavedo, también llamada La Ribeirona.
En la distancia intuimos la perfección y la hermosura de la PLAYA DEL SILENCIO,
una delicada joya asturiana protegida por el abismo rocoso que engendra aguas cristalinas y silenciosas
en un portentoso entorno natural que busca con ahínco el Peine del Mar
para embarcarse entre los sosegados gritos de un silencio que apasiona y enamora.
Seguimos la excursión hasta la Iglesia de San Roque en Oviñana
y nos asomamos a la escultural Playa de Peña Doria, muy cercano al nuevo y joven
Faro del CABO VIDIO construido en el año 1950 con un alcance de 36 millas marinas.
La soledad es nuestra compañera mientras sentimos el profundo oleaje del Cantábrico,
aspirando su armonía y agitación para ofrecernos un paisaje que dibuja sensaciones inolvidables.
Nos adentramos hasta la Iglesia de Santa María en Soto de Luiña, que nos marca el paso
para llegar a darnos un baño en la magestuosa Playa de San Pedro de la Ribera
con finísima arena tostada en la desembocadura del río Esqueiro.
El descanso de este primer día lo encontramos en el puerto deportivo de San Esteban de Pravia
hipnotizados y hechizados con los reflejos luminosos sobre las aguas del río Nalón.
La localidad de MUROS DE NALÓN nos ofrece el desayuno junto a su Iglesia de Santa María
y nos permite el deleite y el placer para observar con detenimiento su atractiva arquitectura
que alcanza al Palacio de Valdecarzana, una construcción defensiva del siglo XV con portada de estilo plateresco.
Bajamos hasta el esplendor de la PLAYA DE AGUILAR cerrada al oeste por la Punta del Gaviero
entre refinadas arenas y azules turquesas en las que sobresalen rocas de gran belleza,
siendo la mas llamativa y emblemática la Peña del Caballar en mitad de la playa,
cerrando la Punta del Campón el extremo oriental de este suntuoso arenal.
Hortensias y colores imposibles decoran y ornamentan el gran hórreo que se erige a la entrada
del Palacio de la Quinta de Selgas con jardines fielmente cuidados desde el siglo XIX
y donde se levanta la Iglesia de Jesús de Nazareno con trazas románicas del XII.
A la sombra de gigantescos eucaliptos y en acentuada línea de perspectivas
nos presentamos en el Mirador de la Atalaya para divisar toda la zona portuaria de Cudillero,
bajando hasta casi tocar las embarcaciones dispuestas en su puerto pesquero.
Villa marinera por excelencia, Cudillero posee un precioso entramado urbano dispuesto como en un anfiteatro
y cuyas casas se agolpan entre multitud de colores que se fusionan con azul del cielo y del mar.
Tras un paseo concienzudo por CUDILLERO y sus hermosas callejuelas con subidas, bajadas y una infinidad de escaleras, terminamos la visita junto al faro
y nos desplazamos hasta las cercanas pasarelas de madera que nos conducen por un tupido bosque
hasta la estupenda desembocadura y estero de las aguas del río Uncín
que desaguan en la deliciosa Playa Concha de Artedo, un arenal de 750 metros de longitud
que presume de la alta calidad de sus aguas siempre claras, limpias y cristalinas.
Entre madreselvas, laureles, castaños y eucaliptos aparecen los acantilados
que atrapan la pequeña Ermita del Espíritu Santo en SAN ESTEBAN DE PRAVIA
que divisa y percibe los momentos finales del río Nalón en la entrega de sus aguas al Cantábrico.
Al otro lado de la ría del Nalón distinguimos Los Quebrantos, la gran playa de San Juan de la Arena que junto a la Playa de Bayas constituyen el arenal mas prolongado de Asturias.
Una multitud de pequeñas embarcaciones a lo largo de la Calle Bajamar de San Juan de la Arena
nos deposita en el oscuro arenal de Los Quebrantos donde el fuerte oleaje
y la brisa constante es el regalo perfecto para surfistas y todo lo relacionado con deportes marinos.
Terminamos el día tomando unos refrescos en la Plaza del Pescador junto a la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista.
Nuestro tercer día amanece y despunta soleado, irradiando y difundiendo esa energía
que nos llevará hasta la despejada y lozana Playa de Bayas o El Sablón
donde podremos efectuar paseos y caminatas de hasta tres kilómetros a lo largo de su arenal
y en cuyo extremo oriental denominado Los Requexinos podemos deambular como "Dios nos trajo al mundo".
Iluminados por los profundos destellos y la preciosa luz del Mar Cantábrico
trepamos a lo mas alto del Cabo Vidrias para contemplar la Isla de la Deva, el mayor islote de todo el litoral asturiano,
continuando viaje hasta la cercana Playa de Munielles protegida por las rocas graníticas de la Peña de la Furada.Oteamos entre los tonos azulados del mar el final de nuestro viaje en el Cabo de Peñas,
aunque antes tenemos tiempo para refrescarnos en la Ensenada de Santa María del Mar
y ascender hasta su cuidada y preservada Iglesia Parroquial para discernir y apreciar
las colinas verdes que acogen el final de la corriente del río Ferrería.
Atracamos en las dársenas portuarias de la ría de Avilés, comenzando una interesante visita
por el gran conjunto arquitectónico diseñado por el brasileño Oscar Niemeyer,
una puerta abierta a las artes, la educación y a toda manifestación de tipo cultural.
Símbolo de modernidad y prosperidad de Avilés, el Centro Niemeyer contrasta
con el entramado urbanístico y la arquitectura mas antigüa y vetusta de la ciudad,
prolongando nuestra caminata hasta el Jardín Francés del Parque de Ferrera.
Ciudad dinámica y cosmopolita que nos invita a conocer el edificio del Ayuntamiento situado en la Plaza de España,
la Iglesia de San Nicolás de Bari en la Plaza Domingo Álvarez Acebal,
la Iglesia de Santo Tomás de Canterbury en la Plaza de la Merced
y la Iglesia medieval de Sabugo en la Plaza Carbayo.
Terminamos el paseo por AVILÉS entre sus espectaculares fachadas y portadas,
saliendo hasta los alrededores de la ría para disfrutar de la esbelta perspectiva de su faro.
El Cabo Negro nos informa que hemos llegado a las dunas de la Playa de Xagó
donde los vientos remueven y sacuden el mar provocando un gran oleaje,
al contrario que la Playa de Verdicio, en la que la brisa se calma y tranquiliza entre suaves y verdes prados.
Nuestra última estación se sitúa junto al faro del CABO PEÑAS en el Concejo de Gozón, siendo el mas septentrional del Principado.
Sus óptimas e inmejorables vistas hacen de él uno de los lugares mas populares de toda la región asturiana
y constituye un privilegiado palco entre prados verdes y recios acantilados sobre la inmensidad del Cantábrico.
Cabo de Peñas, un trozo de paraíso en estado puro y un inmenso balcón de Asturias
para deleitarse y percibir con todos los sentidos la obra mas hermosa de la naturaleza.
Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes. Mas fotos en: BUSTO, VIDIO Y PEÑAS
Una viaje realmente fantástico. Nos has hecho viajar y disfrutar a través de la pantalla. Enhorabuena por el reportaje. Un abrazo.
ResponderEliminarUn trozo de Asturias en tres atalayas espectaculares. Muchas gracias Eduardo e Irene por vuestra valoración y os animo a pasear por estos balcones de ensueño.
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