lunes, 24 de octubre de 2022

RIBERA SANTIBAÑESA DEL TERA

El día 9 de octubre de 2022 nos dirigimos hasta la localidad zamorana de SANTIBÁÑEZ DE TERA para disfrutar de los hermosos entornos y de la magia que exhala el curso fluvial del río Tera. Comenzamos esta agradable y tranquila aventura.

Los tañidos de campanas anuncian la llamada a los feligreses para escuchar misa de domingo en la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista
y en nuestro caso particular para ordenar y analizar todos los datos del itinerario de la ruta.

Comenzamos a caminar entre las alegres casas y viviendas que se asoman a la Plaza Mayor,
siguiendo por los entresijos de una arquitectura popular que destaca por sus grandes casas
solariegas revestidas con acicalados adornos en fachada y entre los aliños de la teja, la madera y el adobe.
Abandonamos el núcleo urbano por el denominado Camino del Molino que da a conocer los
numerosos huertos y parcelas donde crecen berzas, coles, pimientos, berenjenas y tomates,
rodeados en todo momento con una inmensa variedad de frutales "plagados" de manzanas.
Entre el dulce aroma de  manzanos podemos distinguir aromáticas esencias de membrillos
que junto al sabor agradable y dulzón de incontables higueras nos arrojan y despiden hacia
la llanura de una fértil vega marcada por la transición entre la zona hortícola y agrícola de la localidad.
Los rubios y dorados maizales embellecen los imperturbables perfiles del pueblo de Santibáñez,
avanzando ahora por una amplia senda en la que podemos observar algún que otro melonar
con enormes y gigantescas sandías y un tremendo catálogo de calabacines y cucurbitáceas.
El otoño empieza a teñir y a inundar con su personal cromatismo el aledaño y cercano soto del río,
pisando un tramo de unos doscientos metros de carretera junto a una explotación de áridos.
Empezamos a remontar la senda fluvial bajo la portentosa estampa del puente sobre el Tera
que nos deleita con increíbles panorámicas de su atractiva estela de agua, acompañada y
escoltada en todo momento por los nítidos reflejos de la profusa arboleda de sus márgenes.
Atrás queda el perfecto equilibrio y la proporción de este hermoso viaducto acabado en 1917
para sumergirnos decididamente en el denominado Rincón de Anselmo, un primer preámbulo
y un exquisito aperitivo para inaugurar el soberbio y fabuloso mundo del "Bosque Encantado".
En este estupendo crisol de colores van desfilando personajes como Blancanieves y los siete
Enanitos cuya malvada bruja despliega y extiende fuertes dosis de envidia, orgullo y vanidad.
La autoría de este fantástico bosque se lo debemos a Flora, que en colaboración con varias
vecinas del pueblo han insertado e introducido un cortejo de color y vida a este bello paseo.
Las pinturas alegran y engrandecen este elegante camino que se adorna con lindas flores y
nos obligan a caminar de la mano junto a Don Quijote y Sancho Panza en su característica y
particular batalla emprendida contra el imaginario batallón de gigantes figurado por molinos.
Aparecen lagartos y lagartijas que progresan entre las ramas de los árboles y desaparecen 
cuando intuyen y vislumbran la cercanía de nuestros pasos, encontrándonos mas adelante
con el placentero "tintineo" de un simpático rebaño de ovejas que pace tranquilo entre la arboleda. 
Posamos entre las meninas y cortesanas que pululaban en los castillos y edificios palaciegos
mientras el itinerario sigue imprimiendo y dibujando un marco excelente donde caben todo
tipo de formas y estilos cuyos colores, disposición y fisonomía crean un magnífico museo al aire libre.
Podremos escuchar el ulular de búhos y mochuelos, seguir las huellas de varios caracoles y
asustarnos y sobrecogernos con alguna desnortada serpiente enroscada entre los árboles.
Tan entretenidos estamos, que hemos dejado a un lado la belleza y el encanto del otro protagonista en el día de hoy,
continuando la caminata entre la explosión de color y bajo la cúpula vegetal de la alameda.
Descansamos entre la pacífica comodidad y el confort del mirador de la Barca del Concejo  
en la zona denominada de Las Pozas, donde hubo varios manantiales utilizados para lavar la ropa
y el lugar en que las barcas cruzaban el río con numerosas mercancías, animales y personas.
La resplandeciente luz de la mañana nos depara un maravilloso juego de contraluces que 
avivan y abrillantan una nutrida recolección de frambuesas en sus momentos mas óptimos, 
dejándonos probar también los últimos y postreros sabores de algunas moras y zarzamoras.
Regresamos de nuevo a la protección y al amparo de este solemne y majestuoso soto fluvial
que hospeda y alberga en su delicada umbría bellas composiciones de hongos y mariquitas, 
terminando por llegar al descansadero y parador del Vado de las Cuitas en el que las barcas
de madera y en épocas propicias y favorables se vadeaba el río, no sin cierta dosis de riesgo.
Entre los tonos verdes y amarillos de las hojas vamos cruzando por pequeños pontones que
nos conducen a descubrir el cariz y las apariencias de gusanos y lombrices, siendo capaces
de ascender por los troncos de los árboles con motivos que no dejarán indiferentes a nadie.
Tras la desaparición de los cuatro molinos existentes en la zona, se construye el Molino del
siglo XIX cuyas ruinas actuales dejan ver la decadencia de cárcavos y tajamares de su azud,
dejando de funcionar en la década de 1960 con moliendas que gozaron de especial fama y relevancia.
Las balizas verdes y blancas nos siguen guiando junto a la espesa frondosidad del río Tera,
revelando excepcionales rincones de tranquilidad en los que solamente se escuchan los maravillosos susurros del río.
El sendero ofrece la total posibilidad de apasionarnos y emocionarnos con una naturaleza
en la que las luces del mediodía desencadenan admirables "claroscuros" que van generando 
ese toque de calidez entrañable y acogedor con el que se viste y engalana el cauce fluvial del Tera.
Se cuela entre nuestros pies "La Bicha", una obra muy realista que nos impresiona y hace
acelerar nuestro paso por una primorosa fusión de chopos y pinos, observando a izquierdas
las distendidas y relajadas aguas de dos pequeñas ensenadas justo en la mitad del recorrido.
Sentimos el privilegio de sumergirnos entre las fantásticas notas otoñales de este bello lugar
que alcanza el rápido flujo del agua que se desembalsa en el Área Recreativa de la Tablada
donde su extraordinaria y formidable playa fluvial os refrescará en los días calurosos del verano.
Con buenas dosis de ánimo y energía, proseguimos por este impresionante trayecto para ir
a dar hasta un puente con aires venecianos que nos ayudará a cruzar y vadear un estrecho
brazo de agua del río Tera, entrando de lleno en la zona bautizada y nominada como La Isla.
A nuestro alrededor empieza a aparecer y a presentarse un nuevo paisaje de excepción que
nos dirige y encauza entre una larguísima hilera de chopos hasta el cruce señalizado de la 
bonita y saludable "Presa de Miguelón", una presa secular con origen en épocas medievales.
Contemplamos y disfrutamos de las perfectas, refinadas e impecables perspectivas del Tera,
poniendo de manifiesto y halagando uno de los rincones que no deben perderse en esta ruta.
Volvemos al cruce mencionado anteriormente para reemprender la dinámica senderista hasta
el puente de la Manga de Fornos donde el bosque y el agua engendran un remanso idóneo
para absorber la descomunal estampa de una naturaleza atestada de imágenes inolvidables.
El arte sigue imprimiendo este precioso hábitat, saludando a estas simpáticas mariquitas que 
nos empujan hacia nuevos derroteros y encantadoras veredas, culminando este corto trecho
en el llamado Rincón Poético donde "resuena una suave y sutil melodía, en esta tibia mañana
descubriendo el fluir del agua, acércate al Tera, abrázalo y muestra la paz y tu regocijo a su vera".
Nuestra siguiente parada la efectuamos en la vieja Fábrica de Luz que supuso un hito y motor de desarrollo para el abastecimiento de energía eléctrica a los pueblos cercanos.
Ahora nuestro empeño se centra en perseguir la cercana e inmediata Área Recreativa de la Tablada
entre los gratificantes aromas y fragancias que desprenden los numerosos maizales de esta fecunda vega.
La refrescante playa fluvial de La Tablada es un lugar pensado para darse un baño en los meses de verano, 
tomar un relajante descanso en su ribera para respirar el ambiente soleado de sus orillas y
campar por una zona de hierba con numerosas mesas para comer y disfrutar de un agradable día de campo.
Solamente nos queda regresar al pueblo a través de ordenadas y organizadas alamedas que 
se codean con grandes fincas y tierra de labor con cultivos y sementeras de alfalfas y maíces.
De nuevo podemos observar pequeños huertos y regadíos con varios manzanos y nogales
en los que han prosperado enormes calabazas, pimientos, tomates,berenjenas y cebollas.
Ante nuestros ojos se despliega la bella silueta que resume la esencia de SANTIBÁÑEZ DE TERA,
obligándonos a entrar a su núcleo urbanístico por la Calle Barrundiel y subir por intricadas
callejuelas hasta el entorno de su Iglesia Parroquial, donde concluimos este enriquecedor paseo.
Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes.

Galería fotográfica de la ruta: RIBERA SANTIBAÑESA DEL TERA

10 comentarios:

  1. Agustin Rodríguez Miguélez30 de octubre de 2022, 22:24

    Muchas gracias por vuestra visita y el extraordinario reportaje. Se nota q habéis captado las esencias de la Ruta y la habéis disfrutado.
    Bienvenidos siempre.

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    1. Siempre es un placer caminar por lugares tan bellos como éste, sabiendo que además hay un trabajo extraordinario por parte de Flora y de muchos vecinos del pueblo de Santibáñez de Tera, así como la ayuda inestimable de varios jubilados, que con un trabajo en equipo creasteis este maravilloso itinerario.
      Muchas gracias Agustín Rodríguez Miguélez por tu sincera valoración. Recibe un saludo cordial.

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  2. Un reportaje fabuloso! Enhorabuena al autor! Está muy bien escrito, es un texto muy bello.

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    1. Muchas gracias, la verdad es que la ruta penetró en nuestros sentimientos y las palabras brotaron con facilidad. Muchas gracias "Anónimo" por haber pasado por este humilde blog. Un saludo cordial.

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  3. Cada foto mejor que la anterior

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    1. Gracias "Anónimo", el maravilloso paisaje lo hace todo mas fácil. Un saludo y gracias por escribir en esta ventana a la naturaleza.

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  4. Enormemente agradecidos por la visita, por el bonito reportaje y vuestro interés en divulgarlos.
    Se nota que personas como vosotros no abundan. Sois únicos y admirables.

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    1. Desde hace mucho tiempo estamos comprometidos en ofrecer el enorme catálogo de sendas y caminos que cruzan los mejores itinerarios senderistas de nuestra Comunidad y la de Santibáñez de Tera nos pareció un hermoso espectáculo de arte entre una admirable naturaleza. Muchas gracias, recibe saludos cordiales.

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  5. Precioso reportaje, enhorabuena.

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    1. Muchas gracias por tus palabras y muy agradecido por recoger tu valoración. Saludos.

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