miércoles, 4 de enero de 2023

PÁRAMO DE MASA

Iniciamos un riguroso viaje por la austeridad, la historia y el paisaje de unos pueblos enclavados en la comarca burgalesa de Páramo de Masa que se extienden sobre el Valle de Sedano y la Merindad de Río Ubierna. Es día 24 de enero de 2022 y ésta nuestra aventura.

Comienza nuestro viaje y travesía en la localidad de Vivar del Cid, cuyos versos del Cantar se

colaron entre los habitantes del pueblo y donde la Iglesia de San Miguel Arcángel se mezcla 
con el rastro legendario del Cid Campeador. Además las aguas del río Ubierna acontecieron
su marcha y destierro, pasando por el cercano Convento de Nuestra Señora del Espino con
escudos de la familia Padilla en una enorme casa conventual y una iglesia gótica del siglo XV.
En la localidad de Sotopalacios hallamos los extensos solares en los que emerge el conocido
"Palacio del Cid", una fortaleza nobiliaria construida por el abolengo familiar de los Manrique,
Adelantados de Castilla que ejercieron jurisdicción sobre el alfoz y merindad del Río Ubierna.
Muy cerca visitamos la vivienda particular que fue antigüo molino harinero y cuyo cauce pudo
servir para llenar de agua el foso de la fortaleza defensiva del Castillo de los Adelantados.
Tras cruzar el puente, alcanzamos la romanista Iglesia de Santa María de Acorro situada en 
el Parque de Doña Jimena y acompañada por el aura jurisdiccional de sus Rollos y Picotas.
Cerros, oteros y alcores sobresalen entre las tierras de labor, creando la estampa del paisaje
hasta alcanzar las ruinas de la Iglesia de San Martín Obispo en el pueblo de Quintanaortuño.
Una alargada hilera de casas de piedra preside la Plaza Mayor en la que nació San Juan de 
Ortega, impulsor y autor de varios puentes en el Camino de Santiago y de éste que salva las
aguas del Ubierna con arcos de medio punto, pretiles y contrafuertes con piedra de sillería.
La fuerte helada de la última noche queda patente en cualquier resquicio de vegetación junto
a la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol en la localidad de Villaverde-Peñahorada. En su
parte trasera descubrimos un saliente con un precioso blasón que se suma a una amplia lista
de escudos de armas y medallones apostados en una antigüa casona de la calle principal.
Seguimos avanzando a través del Desfiladero del río de la Hoz y entre un montón de curvas
llegamos hasta el templo de San Esteban Protomártir en la entidad menor de Peñahorada.
Al salir del desfiladero se abre una caprichosa atracción de colinas y altozanos que protegen
el Arroyo de los Molinos, sin perder de vista la Vega del Ubierna y sus interesantes riberas.
El edificio patrimonial mas destacado de Villalbilla-Sobresierra es la Iglesia de Santa Centola
cuyo arco de medio punto nos seduce para admirar su bella portada e imposta renacentista,
terminando este corto paseo junto a las enormes casonas de piedra de la Calle de Cardales.
De nuevo en la CL-629 para ir atravesando el rojizo y arcilloso semblante de sus aledaños,
así como sus blanquecinas praderías a las que cuesta sacudir los hielos y la escarcha bien
avanzada la mañana, mientras nos vamos acercando al centro de la localidad de Hontomín.
Desde la Iglesia de San Lorenzo y visitando su estupenda arquitectura rural nos aventuramos
hacia un precioso sendero en el que se puede disfrutar de los hermosos colores invernales y
el magnífico bosque de ribera que custodia la corriente del río Homino, alcanzando en pocos
metros la maravillosa Cascada de la Salerilla, una deslumbrante y primorosa sorpresa en la
que el río se despeña en una formidable catarata sobre una poza de agua. ¡¡¡Maravillosa!!!
Volviendo al pueblo, podemos seguir admirando la sugerente decoración de sus regias casas
a través de un interesante patrimonio etnográfico en el que destacan sus techados lavaderos
y la portentosa Fuente de los Tres Caños, toda ella en piedra con diseño y trazas romanas.
Sinuosos y ondulantes páramos de pasto se combinan entre los tonos cobrizos de la tierra
para abrazar los mitos, leyendas y cuentos de brujas que rondan la localidad de Cernégula.
Antigüos relatos y tradiciones establecen que en esta mítica "Charca" se reunían las brujas
de toda Castilla para realizar concilios y aquelarres presididos por la viva imagen de Satanás.
Dejamos este halo esotérico para dar un distendido garbeo por su Torre del Reloj y campanil 
adosado a la nave de la Iglesia de la Natividad de Nuestra Señora y con una bella portada
gótica del siglo XV con cinco arquivoltas cuidadas por un pórtico coronado por tres blasones.
El sendero PRC-BU-213 nos conducirá por la paramera hasta la Laguna de Venta de la Perra
rodeada de juncos y cañizos y donde quizá podamos contemplar la presencia de anátidas.
Una pequeña fuente y un misterioso crucero nos animan a seguir caminando con estupendas
vistas de las Sierras de Peña Labra y los Picos de Europa vestidos con su atuendo invernal,
alcanzando después de un kilómetro la Laguna de Pila Vieja en cuyo humedal se dan buenas
condiciones para la vida de las plantas, tales como charas, milhojas, rizos y lentejas de agua.
También se asoman a esta travesía los perfiles de Espigüete y Curavacas en el momento de
nuestra llegada a la Iglesia de San Andrés en lo mas alto de la localidad de Quintanaloma.
En el centro de la población recibimos el culto de la Ermita de San Cornelio y San Cipriano y
junto a la Calle Real, un estanque y pilón octogonal sostiene la Fuente y escudo del pueblo.
Salimos hacia el Barranco de Ruyuela para asombrarnos con la personalidad arquitectónica
de sus recias casonas de piedra que lucen la habitual estampa de una jornada despejada.
El invierno también posee cualidades suficientes para sorprendernos con una floración a las 
puertas de los encerraderos y cabañales mas rurales de la localidad de Moradillo de Sedano,
subiendo hasta la cima del monte El Castro para embelesarnos con la Iglesia de San Esteban
y su fabuloso Pantocrátor, disfrutando de uno de los mejores ejemplos del románico burgalés.
Bien entrado en Valle de Sedano, nos disponemos a escudriñar los palacetes nobiliarios que
se esconden entre los derrumbes y decadencia de antigüos molinos y aceñas apostados en
las márgenes del Arroyo Sedanillo o Moradillo que baja en busca de la localidad de Sedano.
Pasamos apresuradamente junto a la ermita de la carretera y por un abundante inventario de
casonas de piedra con interminables galerías de madera, a las que volveremos después de 
subir a visitar la localidad de Gredilla de Sedano, disfrutando entre la frescura de su fuente.  
La calma y el sosiego recorre cada rincón del pueblo y nos invita a subir hasta los muros de 
la Iglesia de San Pedro y San Pablo, un templo de estilo románico de finales del siglo XII en 
el que sobresale la hermosa portada con tímpano enmarcado con bella arquivolta lobulada.
El escudo y blasón de la Torre de los Bocanegra despide este tranquilo paseo, regresando de
nuevo a la población de Sedano para iniciar su cortejo a la puerta del Palacio de los Bustillo.
La corriente del río Gredilla atraviesa broqueles y divisas y escuchando su hermosa canción
subimos hasta el castro en el que se encuentra, altiva y poderosa, la Iglesia de Santa María
con las fenomenales vistas del Valle de Moradillo y el Complejo Residencial Miguel Delibes.
La sobriedad del templo se realza con una estupenda portada renacentista de orden corintio,
mientras los cruceros que marcan las estaciones del calvario nos enseñan la dirección y el
rumbo para acercarnos hasta la pequeña necrópolis medieval con 6 tumbas antropomorfas.
Numerosas señales de arquitectura nobiliaria se van entremezclando en un sobrio y elegante
conglomerado de edificios de piedra cuya planta superior se abre con alargados corredores,
alcanzando los murmullos evocadores de cárcavos, rodeznos y saetines del molino harinero.
Desde el entorno de la Plaza Mayor nos desplazamos hasta el barrio mas oriental de la villa,
siguiendo las huellas y el rastro de las inagotables construcciones hidalgas y señoriales que
que merodean el maravilloso entorno de la Cascada de Lagos y donde el río Sedanillo abre
un brutal y espectacular escenario bajo las vetustas piedras de un apuesto puente medieval.
La carretera BU-514 sube a lo mas alto del Páramo de Masa entre profusos gigantes eólicos,
descendiendo suavemente hasta la localidad de Masa, donde un enfadado minino protesta
por nuestra presencia junto a la orgullosa espadaña de la Iglesia Parroquial de la Asunción.
Tras cruzar la corriente del Ubierna, aparece la Iglesia de San Pedro Apóstol, un templo que 
destaca por su robustez y belleza, dominando el pequeño pueblo de Quintanilla-Sobresierra.
La jornada termina en la localidad de Ubierna visitando la Iglesia de San Juan Bautista y la
Plaza Conde Diego Rodríguez Porcelos con el solemne y oficial edificio del Ayuntamiento.
La suave luz del atardecer se percibe sobre la Ermita de Nuestra Señora de Montes Claros
mientras la adorable secuencia de los tañidos de su esquila resuenan en el Valle del Ubierna.
Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes. Hasta una próxima aventura.

2 comentarios:

  1. Sin duda, uno de los destinos más inspiradores para fotógrafos y escritores por su fuerte identidad rural. Enhorabuena por el reportaje. Irene y Edu.

    ResponderEliminar
  2. Es un pequeño viaje para disfrutar de su deliciosa arquitectura popular y de su rabiosa y atrayente naturaleza. Gracias por caminar juntos este relato. Saludos Edu e Irene.

    ResponderEliminar