lunes, 7 de octubre de 2019

NACIMIENTO DEL PISUERGA

En plena montaña palentina encontramos una de las rutas clásicas mas bellas de la provincia de Palencia, la Cueva del Cobre, una espectacular ruta que nos llevará hasta las inmediaciones del nacimiento del río Pisuerga. Es día 3 de octubre de 2019. Pincha en "play" y comenzamos esta entretenida aventura. 
La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción en la localidad de Santa María de Redondo perteneciente al municipio de La Pernía es el comienzo de nuestros pasos, recorriendo su atractivo patrimonio rural entre esbeltas casas montañesas
y una abundante representación heráldica de divisas, escudos y blasones.
Todos los datos del itinerario podeis examinarlos y descargarlos en: NACIMIENTO DEL PISUERGA 
A las afueras del pueblo cruzamos las aguas del Arroyo Lombatero
para ir ascendiendo entre la frescura y las sombra que proyecta, a estas primeras horas de la mañana, las laderas del Alto Milanillo.
El camino va abriendo de frente el amplio y maravilloso escenario de la Sierra de Peñalabra
mientras a nuestra espalda el Curavacas se asoma entre las suaves colinas de Fuentes Carrionas.
Poco a poco la mañana se despereza y el sol va calentando nuestra marcha,
iluminando las encantadoras laderas herbosas de Los Pernales
al mismo tiempo que disfrutamos de una sustanciosa e interesante charla.
La senda va imprimiendo con toda delicadeza nuestro caminar,
mostrando los frutos y colores de un recién estrenado otoño
y destapando los frescos y lozanos aperitivos micológicos que surgen en su entorno.
Con la suave armonía y los ecos del Pisuerga, continuamos el ascenso engullidos entre el maravilloso bosque
que cruza los restos y vestigios de alguna construcción junto al Arroyo Peñalba.
Empezamos a acometer un importante repecho
entre una colorida y abundante vegetación
tapizada por innumerables hongos
que crecen en la penumbra y umbría del hayedo.
Nos desviamos hacia la derecha con las bucólicas vistas del Pico Tres Mares
por una trocha agradable y divertida, llena de resplandor y luminosidad
que se interna entre las sombras y la opacidad del robledal.
En su interior seguimos la estela y el rastro de un sinfín de macrolepiotas
y la inmensidad de una cautivadora y fascinante representación micológica.
Seguimos con el ritmo de ascensión cruzando por un pequeño pontón de madera
que conecta con pequeños pastizales de montaña
y que nos deja una estupenda vista del valle recorrido.
La magnífica estampa otoñal del Valle de Covarrés coronado por el Pico Valdecebollas 
constituye la antesala de la colosal portada natural de Cueva del Cobre
por donde vemos caminar con sus primeros pasos a un inocente y aniñado Pisuerga.
Nos lanzamos hacia el interior de la cueva
que sorprende por su enorme cavidad, fruto de la acción del agua durante siglos.
Desde las entrañas de la cueva aprovechamos para realizar un pequeño despliegue fotográfico entre la agradable musicalidad y el placentero rumor del agua.
Nos retratamos de mil y unas maneras hasta cansarnos 
pero al final la evidencia de un nutrido Comando Senderista
queda estampado e impreso a las puertas y entrada
de esta descomunal y extraordinaria catedral rocosa.
Tras cambiar los pañales a este recién nacido Pisuerga
abandonamos lentamente el hermoso lugar
merodeando y husmeando en sus alrededores,
tomando una senda que en dirección norte 
nos enseña en la distancia el perfil aserrado de Picos de Europa.
Nos diluimos en la diafanidad de un bosque
que muestra sus mas atrayentes tonalidades,
saliendo hacia las inclinadas laderas de El Pando
para descubrir un estratégico balcón
en el que se percibe el fastuoso escenario de Fuentes Carrionas
entre hermosos bosques de hayas,
la sinuosa Peña Tejedo
y los fértiles prados de este apacible Valle de Redondo.
Mantenemos la altura bordeando la falda de la montaña
entre las miradas curiosas de un nutrido grupo de "vacunas" 
y avanzando paulatinamente entre el matorral.
Las gigantescas cumbres calizas de Picos de Europa nos acechan desde la lejanía
en el momento que alcanzamos las estupendas vistas del Collado del Cobre.
Esta hermosa majada nos devuelve una asombrosa calma y tranquilidad
para ir recorriendo sus verdes praderíos, a caballo entre la Sierra Cebollera
y las cresterías que sirven de divisoria entre las provincias de Cantabria y Palencia,
donde el horizonte se ve quebrado por el Pico de Peña Labra
y el áspero y rocoso Pico Tres Mares con unas vistas espectaculares.
Los hitos y mojones del camino nos conducen hasta adentrarnos en un bosque
de jóvenes hayas que nos envuelven y acorralan, 
aunque cada trazo y esbozo dibujado por sus ramas engendra un mágico y auténtico espectáculo para los sentidos.
Durante el suave descenso, el robledal va saludando nuestro paso a ambos lados del camino
mientras vigila y custodia el sensacional y espléndido Valle de Redondo.
La bajada la ejecutamos con rapidez, aunque la hermosura del lugar con su gran vegetación
y sus enormes prados merecen una contemplación mas reposada.
De nuevo nos fijamos en el color del otoño
y en el torbellino de paisajes que deja con su estela,
estableciendo deliciosas y encantadoras obras de ingenio e innovación.
Casi al final de nuestro camino, nos dejamos llevar por la plácida y sosegada corriente del Pisuerga,
un corto e intenso tramo lleno de belleza y frescura
que nos apeará entre la sugerente arquitectura popular y tradicional
del soberbio y admirable Santa María de Redondo.
Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes. 
Podeis ver también la ruta VALDECEBOLLAS-CUEVA DEL COBRE 
ÁLBUM DE FOTOS: NACIMIENTO DEL PISUERGA 

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