jueves, 24 de septiembre de 2020

OCCIDENTE ASTURIANO

En este fantástico viaje vamos a penetrar por el emocionante paisaje del oeste asturiano lleno de valles encantadores, playas de salvaje belleza y pequeños pueblos pesqueros que conforman uno de los destinos mas desconocidos de la Comunidad Asturiana. Pincha en "play" y comenzamos la aventura.

Comenzamos el itinerario entre las montañas y valles del Concejo de Villayón, donde el aislamiento supone un castigo y una bendición a la vez,
aromatizados por el perfume de praderías y manzanos
que colman una prestigiosa y acreditada arquitectura popular de hórreos y paneras
en los que se guardaban los frutos del campo como el maíz, las patatas y las cebollas.
Seguimos el trayecto propuesto en el mapa, del interior hacia la costa,
con parada en el maravilloso entorno y dominio del Embalse de Arbón,
un rincón ideal para descansar disfrutando de las vistas de un espléndido bosque.
Nos presentamos en la localidad y Ría de NAVIA 
asistiendo a la bella confluencia de los ríos Navia y Meiro
que comparecen delante del Mirador El Monolito con el Monumento al Emigrante
para observar el arenal que forma la Playa de Andés.
El calor aprieta, siendo el momento de darse un refrescante "chapuzón"
en las aguas de la magnífica Playa de Frejulfe.
El último paseo del día lo dedicamos a visitar la Iglesia Parroquial de Navia dedicada a Santa María de la Barca,
callejeando entre la cálida luz de sus faroles
y su entrañable y suave atardecer.
Abrimos las ventanas para respirar el aire puro de un nuevo día
que nos arrastrará hasta el Faro y Capilla de San Agustín en la localidad de ORTIGUERA,
pudiendo ver también el pequeño y viejo faro con una campana para avisar en los días de niebla.
Una inmensa tranquilidad nos proporcionan las vistas y el paisaje de las Playas de Navia y Arnielles hacia el este,
así como las portentosas Puntas de Campella y Bigareiro al oeste
y entre medias las espléndidas panorámicas de Ortiguera.
Su estrecho y angosto puerto esta rodeado de casas colgadas en la montaña que engendran una cuidadosa belleza natural,
gozando y disfrutando de una gran tradición marinera.
Saltamos hasta la singular y rocosa PLAYA PORMENANDE 
de insólita e inusual belleza
que nos recuerda parajes volcánicos e impetuosos
y que unida al pequeño islote del Rego, divisa una buena parte del litoral asturiano.
Navegamos al estilo tradicional de manera lenta y segura
hasta el recóndito y precioso puerto de VIAVÉLEZ, afamado por las letras y la literatura
de su hija predilecta, la novelista Corín Tellado, nacida en esta hermosa villa.
Pedaleamos entre gran cantidad de maizales
para ascender hasta el Mirador de Atalaya y descubrir la soberbia PLAYA DE PORCÍA.
Con numerosos y abundantes islotes
alcanza una merecida fama entre todas las playas del occidente asturiano,
legitimando su innato valor natural y paisajístico.
Seguimos nuestra ruta por la costa entre los pequeños tañidos de la Capilla de San Sebastián en el Concejo de TAPIA DE CASARIEGO,
bajando hasta su fantástico faro Isla de Tapia
y su flamante puerto pesquero que guarda la esencia ancestral de la mayoría de los pueblos marineros.
Nos relajamos con la suavidad y la exquisita navegación de los diferentes cormoranes que pululan por estas aguas
y que se extienden a las playas próximas de Ribeiría y Aguileiro.
Perseguimos una bandada de gaviotas entre prados y maizales,
alcanzando la zona acantilada de la Playa de Serantes
azotada por la fuerza del Cántabrico que golpea con vigor, nervio y firmeza.
Al otro lado de la playa podemos disfrutar de dos robustos y pétreos arcos naturales modelados y esculpidos por el implacable paso del tiempo.
La bandera amarilla y la enorme cantidad de gente establecida en la preciosa Playa de Peñarronda menguan nuestras ganas de otro refrescante baño,
decidiendo cruzar a la localidad lucense de RIBADEO a través de la amplia Ría del Eo para alojarnos sobre el Mirador y Faro de Isla Pancha
y regocijarnos con un magnífico y soberbio atardecer.
Despertamos encañonados sobre el estupendo Mirador del Baluarte en PUERTO DE VEGA
que descubre un acogedor y agradable casco urbano reflejado en sus limpias aguas
cuyo puerto brinda una cautivadora estampa con sus diseminadas embarcaciones.
Abandonamos este auténtico y fidedigno retrato marinero
para encaminarnos hasta la RESERVA NATURAL DE BARAYO
en la que el río con el mismo nombre forma un frondoso bosque de alisos y zonas pantanosas,
formando en su desembocadura un espléndido y llamativo estuario
de sublime calidad y elevado valor natural.
Es hora de "tapeo" y "vermouth" en los alrededores de la Plaza Alfonso X el Sabio 
y la Iglesia de Santa Eulalia en la localidad de LUARCA.
La llamada Villa Blanca de la Costa Verde nos sorprende con su maravilloso puerto pesquero
y su blancura predominante atestado y henchido de una intensa y profunda luminosidad.
Entre caña y caña vamos curioseando y fisgando la intensa actividad y ajetreo de este agraciado rincón
cercano al desagüe de su río. Luarca, la Villa Blanca atravesada por el Río Negro, bonita contradicción.
Ascendemos hasta la Punta la Encoronada para pasear por la Ermita de Nuestra Señora la Blanca y el Faro de Luarca,
parando junto a los Cañones de Defensa desde donde obtenemos unas magistrales vistas de sus playas.
Tras admirar su bella y portentosa costa este
nos introducimos en el cementerio donde descansan los restos del Premio Nobel de Medicina Severo Ochoa,
descendiendo de nuevo al puerto
una vez visitados los barrios pesqueros del Cambaral 
y Pescadería.
Alcanzamos los vigorosos acantilados que preceden al Cabo Busto,
recibiendo y amparando el eterno oleaje de este radiante Cantábrico
en la estupenda y extraordinaria Playa de Cueva en plena desembocadura del Río Esva.
Nos acercamos hasta el Faro del CABO BUSTO que lleva en funcionamiento desde el año 1858
y desde donde podemos desatar nuestras mas íntimas sensaciones al observar los increíbles y prodigiosos acantilados en este estratégico lugar de la costa asturiana.
Terminamos en el municipio de Valdés, entre las formaciones rocosas de gran belleza que asisten la Playa de Cadavedo
y sus fenomenales aguas turquesas cerradas por la Punta del Cuerno,
subiendo hasta la blanca y azulada ERMITA DE LA REGALINA
en un precioso paraje natural rodeado de abruptos precipicios
y playas de arriesgada fantasía y ensueño
que combinan a la perfección con el profundo y penetrante verdor de esta inigualable naturaleza asturiana.
Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes.
ÁLBUM DE FOTOS: OCCIDENTE ASTURIANO 


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