Volvemos a la comarca cacereña de Las Hurdes para realizar otro fantástico viaje por uno de los rincones mas espectaculares de Extremadura, disfrutando de la tranquilidad de sus pueblos y alquerías y, sobre todo, de su naturaleza en estado puro. La ruta fue realizada los días 24 y 25 de junio de 2021. Comenzamos.
Iniciamos nuestros pasos frente a la Iglesia de Nuestra Señora de los Dolores en la localidad de RIOMALO DE ABAJO
entre la inmensa calma y la serenidad que se respira en sus estrechas callejuelas
que bajan buscando el frescor de su magnífica y enorme piscina natural
con los últimos alientos y resuellos del río Ladrillar antes de entregar sus aguas al Alagón.
Todo el itinerario y los datos de la ruta los podeis ver en: LAS HURDES
Con dirección noroeste tomamos la carretera EX-204 que en estos primeros kms permanece paralela a la corriente del Ladrillar,
oteando a nuestra derecha el pequeño núcleo de Rebollosa, perteneciente a la localidad salmantina de Herguijuela de la Sierra.
La maravillosa y espléndida ribera del río va remontando hasta nuestro siguiente objetivo
en la pequeña alquería de LAS MESTAS, en las que sus apretadas y ornamentadas calles
nos conducirán hasta los aledaños de la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Carmen
y al imponente y gigantesco Enebro de Las Mestas, catalogado como Árbol Singular de la Región Extremeña.
Escuchamos los suaves y delicados susurros de la fuente que preside la confluencia de los ríos Batuecas y Ladrillar
y aspiramos las esencias del viejo molino de aceite cuyas ruinas nos dibujan las tareas y labores de nuestros antepasados.
Por si fuera poco, un robusto y atractivo puente de pizarras regenta y tutela
los fabulosos relieves escarpados del Charco de la Olla, una de las piscinas naturales mas bellas de Las Hurdes.
Habíamos tomado la carretera CC-158 que sigue ascendiendo y serpenteando entre un pinar jalonado de caños y fuentes
que alcanza los numerosos frutales que se cultivan en la alquería de CABEZO.
La sencilla y encalada Parroquia de San José nos da la bienvenida al pueblo,
comenzando a percibir los primeros síntomas y señales de la arquitectura popular hurdana
en el que la piedra, la madera y la pizarra contrastan de manera evidente
con las demás viviendas y edificios mas modernos y actuales.
A los pies de la localidad podemos disfrutar del evocador rincón que retrata su extraordinaria piscina natural y que anima al mas perezoso a darse un buen chapuzón.
Aromas de pinos y olivos se extienden por las hermosas laderas de la Sierra de las Mestas,
abordando el estanque de defensa contra incendios del Merendero Labraitos
en cuya fuente podemos probar y paladear las mejores y mas frescas aguas de la zona.
Nuestro viaje alcanza la Iglesia de San Cristobal en la alquería de LADRILLAR,
animándonos a iniciar un sereno y reposado paseo entre sus pasadizos y callejuelas
que lucen los atuendos e indumentaria propia de la vida rural de Las Hurdes
y conforman una preciosa y llamativa pasarela entre los deliciosos perfumes de los geranios.
Vamos dejando atrás el brillo y la luz de estas pequeñas aldeas y poblaciones
entre la neblina de la mañana que se estira entre el verde océano de valles y montañas,
haciendo una nueva parada junto a los chorros de la Fuente La Viñuela.
Llegamos a RIOMALO DE ARRIBA, uno de los conjuntos urbanos mejor conservado de Las Hurdes
y uno de los lugares donde podemos apreciar los enormes gritos de un silencio
que recorre este soberbio oasis de piedra y pizarra en mitad de la montaña.
La soledad y el abandono campa entre puertas cerradas y calles sin nombres
hasta encontrar un amable paisano que nos invita a una agradable y entretenida tertulia.
Seguimos progresando por un sinfín de curvas envueltos en una naturaleza casi virgen
para aterrizar en el impresionante e inmejorable Mirador de las Carrascas,
pudiendo contemplar el fantástico y abrupto paisaje que nos rodea
y las portentosas y estupendas vistas que este enigmático balcón nos ofrece.
Empieza un vertiginoso descenso hasta la alquería de Robledo que nos saluda con preciosos elementos decorativosy sus impecables casas tradicionales que siguen la perspectiva y las apariencias
de su angosto y sugestivo entramado urbanístico, listo para ser visitado.
En Carabusino nos sorprende un auténtico y genuino espectáculo para los sentidos,
abrazando el dulce sabor y los estupendos matices de cerezos y frutales
que se desperdigan entre los bancales donde se aposenta el pueblo.
Cambiamos el aroma de los frutales por el de estas preciosidades
para entrar a la Casa Consistorial de CASARES DE LAS HURDES
y llegar hasta el precioso y peculiar campanario, totalmente emancipado y separado del edificio principal de la iglesia.
Atravesamos las caricias y el arrullo de sus preciosos retales de arquitectura rural,
atusados y embellecidos por un amplio destacamento de tiestos y flores dispuestos para enamorar a cualquier viajero.
Seguimos por los excepcionales miradores sobre el cauce del río Hurdano,
traspasando con apuro y ahogo la notable estrechez de las calles de Casa Rubia
y adentrarnos en Huetre, un insólito y sorprendente rincón al amparo de la Sierra de la Corredera.
El calor es un incómodo acompañante que nos obliga a buscar la ribera fluvial del río a su paso por la localidad de ASEGUR
para después del "refrescón" pasear tranquilamente entre la pizarra, el barro y la madera
de su exquisita, castiza y distinguida alquería.
Cascadas de luz y embriagadoras fragancias se despiertan al desembarcar
junto al Consistorio ubicado en la Plaza Mayor de la villa de NUÑOMORAL
en la que también podemos ver la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción
asomándose al monumental puente por donde bajan zigzagueando las aguas de este incansable río Hurdano.
Seguimos inhalando los densos efluvios de las flores que salpican y aderezan
nuestras solitarias y exclusivas piscinas naturales que ayudan a relajarnos
en mitad de un increíble e inusitado paraje que refleja la belleza del lugar.
Atrás dejamos la sencilla y espontánea ermita de la pequeña aldea de Rubiaco
para continuar de la mano de la exuberante frondosidad del valle hurdano
en las inmediaciones y alrededores del pueblo de VEGAS DE CORIA.
El apabullante paisaje nos enamora con sus abruptas estampas y grabados
mientras va perfilando y pespunteando un suave y amplio cañón
que acoge y refugia la discreta e inocente iglesia-ermita de ARROLOBOS.La tarde declina vistiendo la vega del río con preciosas y estupendas tonalidades
y disfrutando del sosiego y la serenidad de un magnífico entorno natural,
antes de ir a dormir y a descansar a Vegas de Coria, teñida entre las últimas luces del día.
Despunta la nueva jornada con renovadas fuerzas para seguir carreteras de trazado difuso
hasta la alquería de ACEITUNILLA, una de las de mayor carácter y temperamento de toda la comarca de Las Hurdes.
Sus viviendas, de planta redonda o cuadrada, están recubiertas con tejados de pizarra
manteniendo esa conmovedora pauta austera y uniforme de calles apretadas
con muy poco espacio y adaptadas a un terreno escarpado y desigual
y dividiendo su núcleo urbano entre las viviendas mas modernas y las típicas de piedra y pizarra.
Descendemos surcando la corriente del Arroyo de la Aceitunilla, cruzando puentes
que remontan hasta las hermosas galerías y balcones del pueblo de CEREZAL
para descubrir sus recovecos mas recónditos y entrañables de naturaleza indómita.
A partir de este momento seguimos el rastro y las huellas del río Malvellido,
haciendo un paréntesis para desviarnos hasta el fantástico EMBALSE DE ARROCEREZAL
donde dejamos plasmado nuestro paso por este impresionante lugar perdido en el corazón de la comarca hurdana.
El agua y la naturaleza también resumen la esencia y la entidad de estas tierras
y nos cautiva con sus maravillosas vistas y su extenso abanico de tonalidades.
A medida que ascendemos la montaña se engrandece desde el MIRADOR DE MARTILANDRÁN
y nos acerca hasta el Cottolengo de Fragosa, donde un grupo de religiosas cuidan y atienden a los que sufren algunas discapacidades.
El viaje regala intensas vistas a la serranía, a pequeños pueblos y a panorámicas de ensueño
y continua descubriendo solitarios detalles religiosos que veneran y honran los moradores de estas latitudes.
Desde el Mirador de El Gasco podemos disponer de unas fabulosas "vistas de pájaro"
de los bancales y huertos asentados sobre los meandros del río Malvellido
y observar las antigüas majadas y corrales, fruto del ingenio y el esfuerzo de sus habitantes.
Al llegar a EL GASCO atrapamos la calma y la quietud que se respira en este remanso de paz,
recalando en un prodigioso y abandonado océano de pizarra, mostrando con gallardía
su espectacular y dramático entramado urbanístico que te sumerge en tiempos pretéritos,
permitiéndote volverte loco y perder la cordura con la cámara fotográfica.
Paisaje audaz y ambicioso y siempre con el agua como testigo
que refresca la excursión por la parte mas renovada del pueblo,
volviendo a seguir sus pasos por este solemne y majestuoso itinerario
que pretende aplacar el tremendo calor y las altas temperaturas del recién estrenado verano
en las cálidas y transparentes aguas de su piscina natural.
Las Hurdes también ofrecen una gran variedad gastronómica y después de una reposada comida
vamos descendiendo por el valle hasta la Parroquia de San Pedro de Alcántara en el municipio de FRAGOSA
para disfrutar de la tranquilidad de un buen baño sobre el lecho del río Malvellido
en el precioso entorno que rodea y acordona su estupenda playa fluvial.
Vamos terminando este asombroso repaso por estas tierras que salieron del olvido
para volver a renacer con un renovado semblante y una nutrida antología de paisajes y horizontes.
Nos quedamos escuchando el ocaso de la tarde entre las suaves sinfonías de los pájaros
tras haber descubierto la enorme tranquilidad y la belleza inmensa de estos nobles y sinceros territorios extremeños.
Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes. ÁLBUM DE FOTOS: NORTE DE LAS HURDES Puedes continuar viaje en: SUR DE LAS HURDES
Sencillamente nos ha encantando visitar a lomos de tu cámara toda esta zona que, si ya teníamos en mente, ahora no podremos sacar de nuestra cabeza. Tomanos nota de todos tus consejos para acercarnos cuanto antes. Enhorabuena por el artículo, es de una sensibilidad enorme.
ResponderEliminarMuchas gracias por vuestras palabras y valoración y me alegro enormemente de que os encante. Las Hurdes conforman un espacio rural en medio de la naturaleza para volver loco a cualquiera que le guste la fotografía. Saludos cordiales.
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