Nuestros pasos se inician en el pequeño pueblo leonés de CASARES DE ARBAS, perteneciente al municipio de Villamanín,
donde se alza el magnífico rincón compuesto por la Fuente, el Molino Comunal y la Ermita de San Roque,
alcanzando en pocos metros la espadaña y el pórtico de la Iglesia de Santa María la Real,
desde donde realizamos un exhaustivo y completo estudio de todos los datos del itinerario: EMBALSE DE ARBAS
Abandonamos el pueblo entre las evidencias de las últimas y copiosas nevadas acaecidas
que desplegaron y extendieron su frío manto por la llanada y planicie de Los Avellanales,
contrastando con la mole rocosa y el relieve abrupto de Peña Muezca en plena Sierra de las Cangas.
Continuamos con un interesante diálogo mientras el sol va calentando nuestros músculos
y desperezando nuestras articulaciones, dejando a nuestra espalda los agrestes perfiles de Las Tres Marías.
El Pico del Rozo acoge y encauza las aguas del Arroyo del Villar, aguas que contribuyen
y suman para generar el delicioso y agradable paisaje por el que vamos a seguir caminando.
Paisaje brutal de la piedra caliza que aparenta abalanzarse y arrojarse hasta nosotros
para seguir conformando estampas únicas y exclusivas que parecen mas propias de países escandinavos.
En las zonas sombrías el hielo hace acto de presencia, debiendo extremar todas las precauciones necesarias
para poder salir airosos sin ninguna caída y con el cuerpo libre de rasguños y moratones.
La espectacularidad del horizonte nos sigue acompañando en este bonito y fascinante trayecto
y sin huir del frío nos vamos alojando en el cortejo de esta mágica e idílica guarida
que dibuja curiosas formas del relieve entre las gélidas y congeladas aguas del pantano.
Aun tirita el sol de la mañana cuando nos acercamos a las suaves orillas de los Prados Gallegos
que nos alojan y aposentan para disfrutar de atemperadas vistas llenas de belleza y de austeridad.
Tras olfatear nuestro almuerzo, un nuevo y dócil compañero se une a nuestra travesía
que continua gradual y paulatinamente entre cumbres, nieves y cielos totalmente azules.
El camino sigue abriendo las puertas a lujosas, profusas y opulentas perspectivas
que guardan y custodian moderados detalles que contrastan sobre la sólida capa de hielo,
recordándonos que podíamos estar perfectamente, entre los espléndidos y exuberantes fiordos noruegos.
Hemos llegado al dique de contención del embalse que regula las aguas del Río Casares en su búsqueda por llegar hasta el cauce del Río Bernesga, en la localidad de La Pola de Gordón.
Desde el cielo disfrutamos de la estupenda panorámica que nos ofrece nuestro compañero Eduardo de NÓMADAS OCASIONALES,
majestuoso lugar que nos sigue enamorando con su enorme y colosal "puesta en escena".
La umbría del Pico Mazuecas amontona la nieve y pega la escarcha a nuestros pies,
trasladándonos a lo largo de la pasarela construida sobre el amplio Dique del Collado
que nos lanza a la tranquilidad y el sosiego de la ganadería caballar en su continua demanda de frescos pastos.La brisa hormiguea entre los destellos y la luz de un día claro y seco como un cristal,
mientras se desliza y galopa entre enormes y grandiosas montañas que parecen murallas,
bajando por sus sugerentes y voluptuosas faldas hasta encontrar las inmaculadas aguas de este prodigioso valle.
Un formidable cúmulo de imágenes y sensaciones se van abriendo a los pies del viajero
que a cada paso recorrido va conquistando la inigualable belleza natural de estas tierras,
sumergiéndonos entre la extraordinaria diversidad que posee este maravilloso entorno.
El agua, las montañas, la nieve y el cielo decoran y ornamentan este cálido retrato,
animándonos a seguir la continuidad del itinerario en busca de nuevos estímulos e incentivos.
A medio día los rayos solares despliegan todo su enorme poder de suntuosidad y colorido,
alumbrando las ondulaciones, el moldeado y la curvatura de una estrecha carretera
que se anuda y se fusiona con un sereno y tranquilo equilibrio de aspectos e imágenes
que estallan y revientan ante nuestras miradas, en una elegante sucesión y desfile de infinitas fotografías
destinadas a contagiar las emociones mas excitantes que el ser humano puede sentir.
Ponemos los ojos en la Peña Barragana, Peña Negra y Peña del Prado, dejando a nuestra espalda
el espejo de aguas nítidas y cristalinas donde se refleja este portentoso e increíble escenario
en el que se va dibujando un impresionante espectáculo natural en el que el ruido se disipa
para disfrutar de la fotogenia y la paz que se respira en este auténtico y genuino paraíso.
Con esta inmensa claridad y el brillo intolerable del día, vamos consumiendo un recorrido
que se mueve entre las heladas aguas del pantano y las relucientes nieves de las montañas,
creando unas llamativas secuencias que detentan y conservan ese gradual "punto de locura".
El aire y la brisa continua besando nuestros rostros a la altura de la orgullosa y altanera Loma Espinosa,
destapando tras su estela el verdadero encanto y el hechizo de esta agreste naturaleza
en un soberano derroche de luz y un ambiente en el que se respira una definición cegadora.
Sin prisas y sin pausas, seguimos la marcha escoltados por el Pico del Rozo y la Peña Caleal
empujándonos por la rectilínea carretera en un paseo plácido, reconfortante y lleno de serenidad.
Caminamos solos y en silencio, con el único sonido de nuestros pasos y empequeñecidos por la grandiosidad de un horizonte
que guarda estupendos rincones de verdes y frescas praderías que sirven de sustento y descanso
para un ganado que goza de un lugar repleto de una exagerada calma e imperturbabilidad.
Respiramos el profundo olor de finales de otoño a las puertas del comienzo del invierno,
con la mirada puesta en las esculturales y modeladas Peñas Bermejas de 1835 metros
y el fabuloso y legendario valle por el que descienden las aguas del Arroyo de Aronga.Sentimos la satisfacción y el placer que nos depara la entrada a pie al pueblo de CUBILLAS DE ARBAS,
sumergiéndonos y aclimatándonos lentamente al ritmo que marca esta bonita localidad
en la que el tiempo parece haberse detenido y cuyas calles nos conducen a su parte mas alta
donde se sitúa la Iglesia Parroquial de San Mamés, bajo la imponente Peña Barragana.
Un decorado perfecto y lleno de armonía en una España que desaparece y se queda vacía,
aunque nuestra presencia en el día de hoy, rompió la eterna e imperecedera monotonía
que se respira en este frágil y quebradizo oasis de calma y tranquilidad.
Despedimos los colores, las tonalidades y el aspecto de su estupenda arquitectura popular,
arrojándonos sobre las praderas que conforman la espectacular Vega de los Egidos
y acelerando el paso porque nuestros vientres y estómagos comienzan a protestar.
A la altura del Arroyo Felgueras, ponemos nombre a las Tres Marías, denominadas María de los Corros, María de Enmedio y El Palero,
enfrentándose a sus opuestos, el Pico Caleal y el Pico del Cueto al otro lado del pantano.
Desde el Alto del Viso contemplamos y admiramos un hermoso mundo de nieve inmaculada,
la gran mole de Peña Muezca derramándose sobre el casco urbano de Casares de Arbas
y la libertad e independencia que disfruta esta pequeña y estimable familia de equinos.
Finalizamos nuestra ruta en CASARES DE ARBAS y aunque esta población presume de sus montañas,
también podremos descubrir un hermoso viaje al pasado entre grandes caserones y corrales de piedra,
la belleza de sus escudos y heráldicas que ensalzaron y enaltecieron sus días de gloria
reivindicando su cuota de protagonismo para no caer en el olvido, la indiferencia y la postergación.
Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes.
ÁLBUM DE FOTOS: EMBALSE DE ARBAS
Leer el reportaje ha sido como caminar de nuevo por allí. Enhorabuena, es una delicia 👌. Feliz navidad y feliz año nuevo a todo el Comando Senderista.
ResponderEliminarComo siempre, muchas gracias por tus comentarios y valoración. La verdad es que el paisaje y la luz del día lo da ese especial toque de elegancia. Aprovecho para felicitaros estas fiestas navideñas. Saludos cordiales.
EliminarQué paseo tan variado, luminoso y apetecible!
ResponderEliminarDa gusto recorrer esos caminos a través de tu espléndida visión fotográfica y resumen descriptivo.
'Ojolince y Sra.' ya tenemos referente para ir a conocer ese hermoso valle y sus preciosas elevaciones.
Gracias por ello, Lanchero.
Salud y saludos para todo ese Comando Senderista.
La verdad es que tanto a mi, como a los demás compañeros del Comando nos sentimos como si estuviéramos en alguna comarca remota de los países mas al norte de Europa. Estas tierras leonesas nos cautivaron y nos enamoraron. Muchas gracias por vuestra valoración, felices fiestas, feliz año nuevo y sobretodo muchísima salud.
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