domingo, 9 de julio de 2023

ZAMORA FRONTERIZA

Comenzamos un maravilloso viaje fronterizo por la zamorana Sierra de la Culebra y la portuguesa Sierra de Montesinho, admirando la poderosa arquitectura vernácula que rezuma en sus pueblos y los paisajes que se extienden por sus alrededores. Es día 18 de mayo de 2023 y éste el relato de nuestra visita.  

El aroma dulzón del piorno y su resplandeciente cromatismo alcanza el pequeño campanario 
de la localidad de Manzanal de Arriba, una población que conserva una intensa y penetrante 
esencia rural reflejada en sus casonas de piedra y entre los sonidos virtuales de sus molinos.
Las comarcas de Aliste, Carballeda y Sanabria se funden para crear un itinerario que nos va 

a llevar a impactar con los enérgicos matices florales que nos dan la bienvenida en el pueblo
de Santa Cruz de los Cuérragos, un extraordinario tesoro que al viajero le costará encontrar.
Catalogado como Conjunto Etnológico por la Junta de Castilla y León, nos apresuramos para
conocer un auténtico paraíso que destaca por sus asombrosas construcciones tradicionales,
todas ellas de piedra, madera y pizarra, dibujando en sus estrechas callejuela una poderosa
atracción y una alborozada seducción para el disfrute y el deleite de este museo al aire libre. 
En nuestra mente queda la magia y el hechizo de un pueblo sumido en un tremendo silencio,
solamente roto por las melodías de los pájaros y el pacífico vientecillo que recorre el bosque.
Descendemos por Pedroso y Folgoso de la Carballeda hasta llegar al municipio de Sagallos,
que huele al frescor de la hierba recién cortada y mantiene todo el sabor rural de la comarca.
Según vamos progresando por el camino, un brillante y reluciente escenario floral se tamiza
a lo largo de las linderas colindantes, proponiéndonos una extraordinaria y estupenda entrada
hasta alcanzar los muros del edificio eclesiástico de San Esteban en la localidad de Codesal.
Atrás dejamos Boya, San Pedro de las Herrerías y Mahide en un itinerario casi paralelo a la 
Vía Augusta XVII, mandada construir por el Emperador Augusto con la finalidad de enlazar la
ciudad de Astorga (Asturica Augusta) con (Braccara Augusta) Braga, ya en tierras de Portugal.
Viejos y vetustos palomares van apareciendo en la falda sur de la Sierra de la Culebra, unas
pequeñas joyas del patrimonio histórico humano que prosperan y enriquecen nuestra llegada 
hasta la Iglesia Parroquial de Santa Irene, en el tranquilo municipio de Figueruela de Arriba.
El poderoso rumor de los caños de agua de la Fuente de la Aldea se apodera del silencio que
circunda este lugar, iniciando una hermosa balada con las coplas y cantinelas de algunas ranas. 
El mirador de Peña Ventaneira nos permite caminar entre la hermosa floración del piorno que
con sus brillantes amarillos realza y enaltece los perfiles mas lóbregos y sombríos de Peña Mira,
constituyendo un único y apreciado regalo para la vista y trasmitiendo su delicada hermosura.
La carretera serpentea y se desliza hacia las profundidades del Arroyo del Cabrón, dibujando
rincones de gran riqueza natural y buscando con decisión el flujo del agua del río Manzanas. 
Los valles de estos dos ríos forman el denominado "Jardín de Aliste", un espacio paisajístico
y arquitectónico en la que su lindeza y estilo marcan las señas de identidad de esta comarca.
El municipio de Riomanzanas nos invita a entrar en un atractivo viaje en el tiempo, paseando
por el romanticismo que destila su elegante pontón para salvar las aguas del Arroyo Fontano 
en un bonito compendio que mezcla su energía urbanística con el lujo colorista de las flores.
Al adentrarnos entre sus calles, presenciaremos el atuendo y la cara mas típica y tradicional
con que se visten las extraordinarias construcciones y viviendas que se erigen en el pueblo,
sintiendo muy de cerca la comparecencia de la piedra y la pizarra para enarbolar y blandir las
cruces y campanas apostadas en la espadaña de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.
Abandonamos la localidad cruzando las aguas puras y cristalinas del río Manzanas, pasando
su dimensión fronteriza a pleno territorio luso, ya con los apellidos y el apodo de Río Maças.
Nos desviamos de la ruta propuesta para realizar una rápida visita a la portuguesa Bragança,
situándonos en la Plaça da Sé con hermoso Pelourinho y la Catedral fundada en el siglo XVI.
El lugar mas antigüo y emblemático es la Ciudadela Medieval construida durante el siglo XIII,
cuyas torres y murallas rodean el portentoso castillo en el que destaca la Torre del Homenaje.
La espectacular cascada del Río Fervença nos devuelve al Parque Natural de Montesinho en
donde está enclavada la Aldea Típica de Guadramil, un referente y maravilloso ejemplo de la 
arquitectura rural portuguesa que entre los deliciosos aromas de sus rosales nos alzarán a la
parte mas alta de la población, encontrando el renovado edificio de la Iglesia de San Vicente.
La serena belleza de esta población portuguesa ha sabido conservar sus viejas tradiciones y
las poderosas cualidades de sus orígenes, cuyos pobladores elaboraron y construyeron un 
extraordinario conjunto levantado con la autenticidad real de la piedra, la madera y la pizarra.
El paseo se convierte en una muestra empeñada en mantener viva la esencia de lo rural, en 
la que sus habitantes nos ofrecen su carácter mas afable, sencillo y amistoso y donde el viajero
podrá sentir un paraíso alejado del ruido y de las prisas en un notorio y prestigioso remanso de paz.
Terminamos la visita al pueblo en la inmediaciones del viejo molino escuchando los ecos que 
antaño envolvieron los quehaceres y ocupaciones orientados a la producción de la harina.
La carretera demarcada como EN-308 nos conducirá hasta la bonita freguesia de Rio de Onor
esperándonos, firme y decidida, su deslumbrante Iglesia Parroquial y alcanzando en pocos
pasos los vetustos y longevos arcos que otorgan firmeza a su maravilloso Puente Medieval.
Las serenas aguas del río nos descubren un molino comunitario, emprendiendo un selectivo
recorrido para visitar minuciosamente sus calles llenas de encanto, descubriendo en cada
rincón y recoveco el espíritu y los designios de su típica, peculiar y preciosa arquitectura rural.
Existe el concepto de la llamada Aldea Comunitaria, en el que el uso de los molinos, hornos,
tierras de labranza y los pastos de las praderas son compartidos con la localidad española de Rihonor de Castilla.
El jolgorio de golondrinas y sus gratificantes melodías se extienden por las fértiles riberas del 
río de Onor, cruzando la frontera imaginaria que nos devuelve a territorio español, sin notar
apenas cambios a nuestra llegada a la estupenda localidad zamorana de Rihonor de Castilla.
Una vez cruzado el río por las poldras, el ambiente se llena de bellos colores y gratos aromas
que nos acompañaran durante buena parte de nuestra cita con la localidad, ascendiendo por
la Calle de la Puebla hasta tocar la espadaña de la Iglesia Parroquial dedicada a Santa Marina.
Del suelo adoquinado portugués pasamos al asfalto español, aunque la fisonomía principal 
de sus viviendas sigue constituida por la alternancia y el cambio de piedra, madera y pizarra.
En sus calles acecha el suave e incesante murmullo del río que fractura el silencio reinante
para mezclarse e inmiscuirse entre sus negras pizarras y entre la inspiración y el talento de sus ruinas.
Viejos recuerdos quedan en la memoria de un reformado molino, cuyas esencias cerealistas 
se extenderán entre los preciosos corredores y galerías de madera que siempre tendrán a la
vista la humilde fuente que se esconde en las fecundas y exuberantes riberas del río de Onor.
Tras ascender el Alto de la Folgueira, un distendido descenso nos situará sobre las cristalinas
aguas del río Tera y entre las míticas panorámicas que se divisan desde Puebla de Sanabria.
Declarada Conjunto Histórico Artístico, uno de esos placeres que ofrece la villa es admirar y
disfrutar del sabor arquitectónico de sus calles, subiendo hasta su monumental Plaza Mayor
para embelesarnos con la Iglesia de Santa María del Azogue y la Ermita de San Cayetano.
No podemos olvidarnos de circular por la Calle de San Bernardo y la Calle Florida que descubren preciosos rincones con encanto. 
Por último accedemos al majestuoso Castillo de los Condes de Benavente, una fortaleza del
siglo XV, terminando esta ruta dejándonos llevar por su bello y maravilloso casco histórico.
Hemos buscado la sorpresa de una tierra fronteriza que no puedes dejar de conocer si lo que buscas es autenticidad, sosiego, belleza y sobre todo desconexión y aislamiento.
Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes. Hasta una próxima aventura.       Muy cercano se encuentra el precioso EMBALSE DE VALPARAISO y la ascensión a PEÑA MIRA

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