CAMINANDO, AL VIAJERO LE BROTAN DE SUBITO ALAS EN EL ALMA Y DESCONOCIDOS MUNDOS EN EL MIRAR

lunes, 23 de enero de 2017

PEÑA MIRA - SIERRA DE LA CULEBRA

En plena "ola de frío", nos dirigimos hacia el noroeste de la provincia zamorana donde se levanta el extenso territorio de la Sierra de la Culebra, rodeada por las comarcas de Aliste, Carballeda, Sanabria, Tierra de Campos y la zona portuguesa de Tras Os Montes, ascendiendo hasta los 1241 metros del Pico de Peña Mira. Es jueves 19 de enero de 2017. Pincha en el "play" y comenzamos la aventura.
 Nuestros pasos comienzan entre las típicas casas de piedra y tejados de pizarra del pequeño pueblo de montaña de Flechas. Podeís repasar el mapa de situación y descargar el itinerario de la ruta enPEÑA MIRA 
Abandonamos Flechas por un amplio camino en dirección noroeste
entre una gélida y fría estampa matinal,
con la mirada puesta en los afloramientos graníticos en la lejanía
y acompañados en todo momento con nuestra invitada de honor, la Luna.
La abundante vegetación de las laderas de Cardo Corredor
se fusionan con una pequeña colonia de robles y castañares
por donde discurre el incipiente cauce del Barranco Cibeo.
El camino se transforma en un repecho de moderada pendiente
con extraordinarias vistas,
girando a nuestra izquierda y cruzando el Arroyo Cibeo que hemos venido ascendiendo.
En este inmenso Espacio Natural, aparece el Pinus sylvestris
y ocupamos esta gran zona de repoblación de coníferas
por el que se cuela la suave cima de El Barrero.
Dice el refrán que "si hiela bien en enero, mucho lloverá por febrero". Estaremos pendientes.
Alcanzamos el lugar conocido como La Chana del Prado, subiendo por el cortafuegos de la derecha
pudiendo observar la infinidad de la Procesionaria del pino, una de las mayores plagas de los pinares mediterráneos
cuyas orugas, cubiertas de largos pelos, son peligrosas y urticantes, generando irritaciones y alergias.
El siguiente cortafuegos a la izquierda nos conduce hacia
espectaculares imágenes 
y amplísimos horizontes de toda la extensión sur de la sierra
Hemos dejado atrás Los Casales
para situarnos al lado de una abrupta crestería de roca
con diferentes y desiguales formas que embellecen el entorno.
La temperatura cae en picado mientras vemos apresurarse las nubes
sobre este hermoso paisaje que va cambiando de tono,
y donde la brisa, con voz baja, va decorando las inmediaciones.
Entre urces y pinos
vamos desgranando los bellos aledaños,
cada vez mas gélidos y ateridos, 
apareciendo a nuestra derecha la pared rocosa de Peña Mira.
Mientras la niebla se hace dueña de la cima, nosotros bordeamos todo el macizo rocoso
entre cuarcitas, pizarras y granitos,
sobresaliendo inquietantes y conmovedoras figuras de indudable belleza,
que nos ayudan a encontrar en la parte este, un sendero con hitos de piedra 
que nos llevará hasta la cima.
La pequeña ascensión se vuelve irregular y pedregosa
atrapando bellos grabados entre espectaculares rocas
y prestando mucha atención a cada paso que damos por este gélido panorama.
Solitaria y muy fría, logramos alcanzar los 1241 metros de Peña Mira
rindiendo nuestro particular homenaje al desaparecido compañero Álvaro Paredes, que siempre llevamos en nuestro corazón.
Entre la niebla intentamos penetrar por cualquier resquicio
que nos permita contemplar y disfrutar de las excelentes vistas de las tierras que limitan con Portugal, la Carballeda y Sanabria
aunque hoy no es el día apropiado y la bruma tiende un peculiar muro infranqueable.
Un reloj de sol fijado en la roca, nos comunica que es la hora de abandonar esta hermosa atalaya
descendiendo despacio con seguridad
y sobretodo con mucha precaución, por este maravilloso paraje que se viste con sus mejores galas invernales.
Un descenso rápido, directo y pronunciado
por la ladera este de Las Herrerías
con vistas sanabresas y la niebla desapareciendo.
Con velocidad y ligereza
nos hemos apeado de Peña Mira
hasta un amplio y holgado cortafuegos, 
disfrutando de su fabulosa y fantástica vertiente noreste
liberada de nubes y niebla.
Giramos a la derecha por un profundo helechal
contemplando y examinando la infinidad de trozos de escoria que delatan la existencia de una antigüa fundición de hierro.
En esta zona también encontramos la Fuente de los Casales 
con evidentes signos de la "helada" soportada en la noche pasada y lugar de nacimiento del Arroyo Cabrón.
El camino desciende gradualmente entre cambrionales, piornales y jaras
descubriendo vigorosos colores
y contrastadas tonalidades
hasta alcanzar un hermoso robledal.
Un puente rústico de madera 
salva la estupenda estrofa cantarina del Arroyo Cabrón
que nos enmarca la senda
hasta la entrada de Flechas.
En Flechas, disfrutamos de admirables casas de piedra 
con pequeñas balconadas y galerías en un aura de sencillez en el que el día transcurre al ritmo de las estaciones.
Terminamos esta gratificante andadura entre el frescor de su fuente,
engalanada de gélidas y brillantes texturas
que simpatizan con el agradable y cariñoso trato de este encantador minino,
mientras entre la elevada espadaña de su iglesia, se cuela y respira la pureza de su aire, escuchando el silencio, solamente quebrado por el angelical murmullo del riachuelo.
Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes.
Hasta una próxima aventura.
ÁLBUM DE FOTOS: PEÑA MIRA

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