La Iglesia de Nuestra Señora del Rosario y la Fuente del Real Sitio de Valsaín inauguran los
primeros pasos de una aventura que cruza su remodelado Potro de Herrar hasta alcanzar el
imponente Aserradero de la Pradera de Navalhorno donde verificamos y cotejamos todos los
datos del itinerario a seguir para realizar la ruta de la CASCADA DE LA CHORRANCA.
Tras cruzar una cancela, la pista asfaltada nos introduce por un pintoresco tejido de robles
que aloja en su interior el uso, aprovechamiento y obtención de madera de primera calidad.
El Mirador de la Fuente del Nogal nos abre fabulosas panorámicas de la extensa llanura segoviana
y nos acerca a las cumbres nevadas y resplandecientes de La Pinareja y Peña del Oso.
Aunque el día es soleado, el refranero sentencia que un "abril sonriente, mata de frío a la gente",
continuando camino refugiados en el corazón del prominente y espigado pinar de Valsaín.Con la sensación térmica por los suelos, aparecen los primeros carámbanos y "chupiteles"
de la espectacular cascada que el Arroyo de los Neveros viene dibujando una vez rebasado
el magnífico y brutal entorno en el que se encuentra el Puente del Vado de los Tres Maderos.
Entremezclados y fundidos entre la espesura del bosque, seguimos el ritmo de ascensión
hasta un pequeño claro donde abandonamos el asfalto, tomando a nuestra derecha una pista
de tierra que nos vuelve sumergir entre los detalles mas solemnes de este maravilloso pinar
que se eleva y culmina entre las montañas como enormes veletas mecidas por el viento y el sol.
El avance por la Tolla de los Guindos provoca un ritmo acelerado en nuestros corazones,
aprovechando el descanso para admirar la enorme y monumental altura de estas coníferas,
mientras recuperamos nuestro resuello entre las frías aguas de la Fuente de las Tres Varas.
Delicados ecos y melodías del Arroyo los Neveros alcanzan el precioso contraste del bosque,
acompañándonos en la subida hacia el Cerro del Moño de la Tía Andrea, escoltados en todo
momento por el intenso flujo luminoso que desprenden las laderas nevadas del Peñalara.
En lo mas alto de este cerro asentamos nuestras posaderas en la llamada Silla del Rey con
un epígrafe que remonta al 23 de agosto de 1848 y donde se sentaba S.M. Don Francisco de
Asís de Vorvón para observar la ciudad de Segovia, los Reales Sitios de La Granja y Valsaín.
Volvemos sobre nuestros pasos para descender esta preciosa colina hasta la confluencia de
pistas, tomando la de sentido ascendente adornada y acicalada con una fina capa de nieve.Un poderoso ejército de pino Albar nos rodea y envuelve con su espectacular talla y altura,
quedándonos maravillados al mirar como se extiende a cada zancada que realizamos y
disfrutando de sus llamativas tonalidades anaranjadas que dotan al lugar de gran belleza.
En el momento que la pista gira a la izquierda abandonamos el asfalto, buscando una senda
que desciende de forma acusada por la ladera de Navapelegrín en busca y captura de algún
que otro mojón de piedras que nos ayude a recalar a la vaguada del Arroyo de la Chorranca.
Inauguramos los primeros galanteos del arroyo al amparo y el cobijo hogareño de un bosque
cuyas grietas y fisuras van conduciendo y canalizando esta intrépida corriente que retumba y
resuena entre los profundos y recónditos escondrijos de este radiante monte de la realeza.
Según vamos bajando por el barranco podremos admirar impresionantes escenas acuáticas
y fotografiarnos entre alargadas y estupendas estalactitas de hielo que cuelgan de la roca,
así como sorprendernos con los maravillosos brillos y formas existentes junto a la corriente.
La erosión causada por el paso del agua y los desniveles que ésta encuentra en su recorrido
van construyendo uno de los paisajes mas atractivos y fascinantes de este bonito rincón segoviano.
Contemplamos un soberbio paraje de gélidos y prominentes "chuzos" de hielo similares a los
tubos de un órgano de iglesia que arden y centellean bajo el difuminado sol del mediodía.
Congeladas lentejuelas se aferran y afianzan sobre los arbustos de este hábitat portentoso,
engalanando el gran volumen de agua que arrastra ésta monumental catarata que dibuja uno
de los fenómenos mas bellos y majestuosos que se pueden presenciar en la naturaleza.
El colofón y el broche de oro lo pone una gran roca que parte en dos el fluido del agua y la
pequeña poza de agua cristalina donde queda explícito nuestro paso por este encantador lugar.
Aunque hemos sentido el total estallido de júbilo y apogeo de la Cascada de la Chorranca,
la senda que baja junto a sus aguas sigue estimulando y fortaleciendo un continuo escenario
con extraordinarias estampas que combinan una impecable frialdad, luminosidad y sonoridad.
A todos estos episodios y capítulos desvelados, se suman los brillos y colores del acebo que
se exhibe y despunta sobre el increíble y trepidante torrente con el que desciende el río.
Nos sentimos enormemente aliviados tras haber notado y escuchado la dulce copla del agua
vadeando y cruzando un rústico puente en el que diremos "adios" al Arroyo de la Chorranca.
Nos abandonamos al frívolo placer del paseo por un agradable y silencioso pinar silvestre
por el camino que desciende entre una inmejorable luminosidad y una estupenda claridad
al encuentro de una pista que, primero y hacia la izquierda, nos trasladará hasta la cercana
Fuente de Abastos, también llamada Fuente de la Cruz, al pie del Arroyo de Peñalara.
Una vez refrescados nuestros gaznates, volvemos sobre nuestros pasos para dirigirnos hacia
un pequeño claro del bosque donde se ubica Cueva del Monje, conjunto dolménico para unosy capricho natural para otros, envuelta en sendas leyendas de TOMÁS SEGURA y HUGO DE MARIGNAC.
Dejamos a un lado las fábulas y leyendas para encaminarnos hasta el Cerro del Puerco,
sobrevolando la historia de la Guerra Civil Española y las numerosas construcciones bélicas
de muros, parapetos y fortines construidos en 1937 y 1938 por el bando de los Nacionales.
En lo alto del cerro y para nuestra sorpresa, nos topamos con la grabación de una próxima serie de TV titulada "Apagón" en la que una tormenta solar provoca un caída energética, desatando el caos en nuestra sociedad.
Dejamos la ficción para regresar a la realidad de las trincheras y defensas practicadas a lo
largo de mas de 50 metros de longitud, con 1,5 metros de altura y espesores de un metro a lo largo del otero,
evocando las fragancias de pólvora y dinamita que nos hacen viajar a uno de los episodios
mas siniestros y aterradores de nuestra historia. Con el tiempo hemos sido capaces de enterrar banderas y disfrutar desde sus ruinas de preciosos atardeceres castellanos.
Retomamos el sendero entre una rara y extraña frialdad y en medio de un silencio sepulcral,
alcanzando un mirador natural que divisa los pueblos de Valsaín y La Pradera de Navalhorno
así como la llanada de la ciudad de Segovia y las aguas del Embalse del Pontón Alto.
Descendemos entre un robledal aun adormecido que nos hacen sentir como buceadores dentro del agua,
sumergidos entre las luces nítidas y las sombras que el sol proyecta en este fantástico bosque.
Ya en VALSAÍN, solo nos queda la visita por los retos y ruinas de su Palacio o Casa Real del Bosque,
la inspección a la delicada torre de la Iglesia de la Pradera que resalta sobre un cielo luminoso
y el plácido y sosegado paseo por sus calles infiltradas por la hermosa efigie del Peñalara
que escucha privilegiado la canción y la profusión de notas que el río Eresma difunde por el praderío.
Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes.
ÁLBUM FOTOGRÁFICO de la ruta: CASCADA DE LA CHORRANCA
Nos ha encantado la ruta y el reportaje con toda una serie de curiosidades históricas. Enhorabuena, es estupendo.
ResponderEliminarNo nos cansaremos de caminar por bosques de ensueño envueltos entre la belleza de sus torrentes de agua y las historias, leyendas y anécdotas que engrandecen estos magníficos territorios. Muchas gracias por vuestra aportación a esta humilde ventana de la naturaleza. Saludos cordiales.
Eliminar