El Ponte Rainha Santa Isabel y el Río Mondengo nos acercan hasta los bellos muros de los
Monasterios de Santa Clara a Nova y Santa Clara a Velha, en un día protagonizado por las
abundantes e intensas lluvias donde aprovechamos para ver nuestro itinerario en 👇👇👇
a la Plaza Dom Dinis, abriéndonos las puertas a los numerosos edificios de la Universidad.
La Puerta Férrea permite una solemne entrada a la Universidad de Coímbra presidida por la
estatua del Rei D. Joao III, además se podrá ver la Biblioteca Joanina, el portal manuelino de
la Capilla de Sao Miguel, la Torre del Reloj y la Vía Latina que tras subir las "escadas de Minerva" te transportarán a la gloria académica.
Tras visitar el Museo Nacional Machado de Castro y la iglesia de San Juan de Almedina nos
acercamos a su catedral católica Sé Nova, siguiendo el callejeo por estrechas rúas y calles
para llegar a los pies de su iglesia de la era de la Reconquista, la Catedral Vieja de Coímbra.
Visitadas la Puerta de Almedina y la Torre de Anto, cruzamos la Iglesia de Santa Cruz para
dejarnos mecer en la amplitud y holgura del Mondengo, entregando sus aguas al Atlántico en la cercana Figueira da Foz.
La autopista A-1 portuguesa nos traslada hasta el Concelho de Ourém, iniciando en Aljustrel,
una aldea de la freguesía de Fátima, la peregrinación por el "Caminho dos Pastorinhos" en un
profundo Vía Crucis que toca la intimidad del "Monumento dos Valinhos", donde tuvo lugar la
primera aparición de la Virgen, continuando entre la hermosa frescura que prestan el sinfín de
olivos y encinas que rodean y contornean la "Loca do Cabeço", entre un silencio sepulcral.
La Vía Sacra termina entre una naturaleza intacta y poderosa en la Capela de Santo Estevao,
finalizando el también llamado Calvario Húngaro, en memoria de sus refugiados ante la invasión soviética de Hungría.
Aljustrel es la localidad de origen de los tres pastorcitos, Lucia dos Santos y sus dos primos
Francisco y Jacinta Martos, videntes de las apariciones de Fátima. El lugar es muy turístico
con numerosas tiendas de recuerdos que capturan la esencia de esta pequeña aldea y cuyos
peregrinos aprovechan para conocer el contexto original de las apariciones de la virgen en
los años 1916 y 1917. Por aquella época en la aldea se vivía una vida tranquila, marcada por
los trabajos del campo dedicados al pastoreo, la agricultura y al tejido de lanas, sus únicos medios de subsistencia.
Esta pequeña población muestra las casas totalmente restauradas y decoradas con muebles
de ese periodo y su visita hace un interesante recorrido en la modestia, sencillez y humildad
con la que vivieron los protagonistas de las apariciones. Terminamos esta historia asistiendo
al denominado "Pozo del Arneiro" donde tuvo lugar la segunda aparición en el verano de 1916.
A 92 kms de la capital escalamos las ruinas del castillo de la ciudad portuguesa de Alcobaça,
atravesada por la furiosa y frenética corriente del Río Baça y cuyos puentes se han decorado
con preciosos y estimulantes murales, una artística concepción para embellecer esta ciudad.
Su principal edificio es el enorme monasterio, conocido como Abadía de Santa Maria de Alcobaça,
primera obra de estilo gótico erigida en suelo portugués y construida a comienzos del 1178
por los monjes de la Orden del Císter, pudiendo admirar los sepulcros del rey Pedro y la reina Inés de Castro, verdaderas joyas del gótico flamígero.
Visitamos el "Museu das Máquinas Falantes", un testimonio increíble de la historia de la radio
para seguir un precioso paseo por su arte callejero en el que sus calles, sus rúas y fachadas
se engalanan y acicalan para ofrecer diferentes aspectos culturales e instructivos de la ciudad.
La iglesia y ermita de Nossa Senhora da Conceiçao nos abre las puertas de par en par hacia
el Jardín del Amor donde los tronos de piedra de "Pedro y Agnes" te invitan a tomar una foto.
Terminamos la visita entre el formidable Palacete das Freiras de la familia Rino, escuchando
el delicado ulular y el profundo recital de gorjeos de las palomas en la confluencia del río Alçoa.
Tradición artesanal entre mimbres y eneas junto al viejo Monasterio de Santa María de Cós,
monasterio femenino de la orden del Císter declarado en 2021 como Monumento Nacional.
La simplicidad exterior contrasta con el impresionante barroco portugués de su interior y la
decoración de los techos de su iglesia es un caso insólito e inusual entre las abadías de la Península.
En su amplia y alargada bóveda se integra e incrusta numerosas pinturas de estilo sacro y su
sacristía permanece revestida con numerosos azulejos que dan vida a la figura de Bernardo de Claraval.
Otro de los alicientes de esta zona es descubrir la belleza natural de la Gruta de Moeda, una
cueva repleta de fantásticas formaciones calcáreas descubierta en 1971 cuando dos cazadores seguían los pasos de un zorro. Algunos cuentos y leyendas nos atraen para cruzar
sus estancias, como el Lago de la Felicidad, la Bóveda Roja, Sala del Pastor y la Fuente de las Lágrimas entre otras.
Lisboa es la capital y mayor ciudad de Portugal situada en la desembocadura del Río Tajo en
cuyo Santuario de Cristo Rey se obtienen las mejores panorámicas del Puente 25 de Abril,
así como una perfecta visión de toda su zona portuaria, alcanzando desde esta atalaya toda
la zona central de la ciudad y apareciendo la Plaza del Comercio, la Catedral y el Panteón Nacional entre sus monumentos mas destacados.
Tras realizar una de las fotos mas bonitas de este viaje a Lisboa, tomamos la Avda. Brasilia
en un moderno tranvía que nos dejará a las mismas puertas de la Plaza del Imperio y donde
resuenan los imponentes y formidables chorros de agua de la fuente en un espléndido jardín.
Estamos en el Barrio de Belém, junto a un maravilloso Monasterio de los Jerónimos de estilo
manuelino que conmemora el regreso de la India de Vasco de Gama. En su bonito interior se
hallan las tumbas del poeta Luis de Camoes y los restos del escritor y ensayista Fernando Pessoa.
Junto a esta joya portuguesa se puede visitar la Iglesia de Santa María de Belém, el Museo
Marítimo, el Planetario de la Marina y su famoso y reputado Museo Nacional de Arqueología.
Nos dejamos mecer por la amplitud y serenidad del Río Tajo para caer entre los brazos de la
emblemática Torre medieval fortificada de Belém, una visita obligatoria que no nos defraudará.
Patrimonio de la Humanidad y ubicada en la antigüa Playa de Restelo, este baluarte protegió
la entrada al puerto, fue centro recaudador de impuestos y faro, además de ejercer como prisión.
A su lado se alza el Monumento a los Combatientes y el Memorial de los Caídos por la Patria,
y por último, en esta zona de Lisboa, atracamos en el atractivo Puerto Deportivo de Belém,
cuya Rosa de los Vientos regalada por Sudáfrica hace de anfitriona para admirar el colosal
Monumento a los Descubrimientos, un enorme monolito de piedra de 52 metros con forma de carabela.
Antes de subir a la zona centro, descubrimos el Palacio de Ajuda, una residencia neoclásica para la Familia Real portuguesa que a raíz de la República se convirtió en Museo Histórico.
El Parque Eduardo VII y la Plaza de Marqués de Pombal inician nuestro derrotero por la zona
histórica de Lisboa, bajando por la Avda. de la libertad hasta el veterano Elevador de la Gloria
y muy cerca del lisboeta Teatro Politeama, donde se disfruta de unos musicales maravillosos.
La Plaza de Restauradores con su altivo obelisco conmemoran la independencia de Portugal,
encontrando en sus calles adyacentes copiosas y numerosas tiendas de artículos de regalo.
En la Plaza de Santo Domingo podemos entrar a conocer su iglesia, un templo impactante
que impresiona por su historia y las huellas sorprendentes de dos terremotos y un gran incendio.
En la majestuosa Plaza do Rossio nos topamos con el Teatro Nacional Doña María II, sus dos
monumentales fuentes y la estatua de Don Pedro IV, emperador de Brasil y rey constitucional portugués,
además contemplaremos la preciosa fachada manuelina que conforma su Estación Ferroviaria.
Desde este lugar podemos echar un vistazo para subir hasta las ruinas y Museo Arqueológico de Carmo,
así como tener una idea de la distancia a la que se encuentran las murallas del Castillo de San Jorge.
Avanzamos por la Rua Augusta hasta dar con el encantador Elevador de Santa Justa, para
seguidamente, entre tiendas y restaurantes, acercarnos hasta el imponente Arco del Triunfo,
abriéndonos paso a la plaza mas emblemática y representativa de Lisboa, La Plaza del Comercio.
La estatua ecuestre en bronce del rey Don José I preside el gran centro neurálgico para el transporte por la urbe,
acercándonos a la orilla del Tajo y al embarcadero utilizado por los monarcas a su llegada a la ciudad.
La Rúa da Alfandega cruza la Iglesia Nossa Senhora da Conceiçao hasta la Casa dos Bicos, donde tiene su sede la Fundación José Saramago.
Un incesante tráfico de tranvías y moto-coches suben por las empinadas calles hasta la plaza
donde se encuentra la Iglesia de Santo Antonio, un templo barroco del siglo XVIII situado bajo
la fachada de la Catedral metropolitana de Lisboa, sede patriarcal de la ciudad construida en
el año 1148 y clasificada como Monumento Nacional desde 1910 por su antigüedad y belleza.
Subimos hasta la puerta principal y arco de acceso al Castillo de San Jorge entre una tupida
colina de callejuelas desordenadas, perdiéndonos en el laberíntico barrio de Santa Cruz do Castelo
entre sus pequeñas y decoradas viviendas llenas de color que hacen la estancia mucho mas amena y entretenida.
El callejeo continua hacia el este pasando por la Iglesia San Vicente y llegando al Panteón Nacional,
regresando al punto panorámico y Mirador Chao do Loureiro para invitarnos a unas fenomenales vistas de toda la ciudad.
Terminamos la escapada por Lisboa en la Plaza de la Higuera y la estatua a caballo del rey Joao I,
bajando junto al río Tajo y despidiendo la excursión desde el Muelle de la Ribera de las Naos.
El viaje concluye entre la observación del Vía Crucis por los alrededores de la Capilla de las Apariciones
en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, desbordada de fervor y espiritualidad en estos días de Semana Santa.
El Santuario de Fátima es uno de los mayores referentes del culto mariano al que acuden y
asisten peregrinos de todo el mundo y cuyos fieles pueden atestar la amplia explanada del
santuario con enorme devoción religiosa. En el extremo opuesto se inauguró en el año 2007
la Basílica Menor o Iglesia de la Santísima Trinidad, un templo moderno con capacidad para acoger a unos 8700 personas.
Nos despedimos de Portugal, uno de los destinos turísticos mas populares de Europa entre
su rica historia y su vibrante cultura, convertido en el lugar ideal para disfrutar de un largo fin de semana y de unas vacaciones inolvidables.
Excursión realizada los días 28-29-30 y 31 de marzo de 2024. Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s viajeros y caminantes.
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