CAMINANDO, AL VIAJERO LE BROTAN DE SUBITO ALAS EN EL ALMA Y DESCONOCIDOS MUNDOS EN EL MIRAR

sábado, 15 de diciembre de 2018

MILIARIOS Y CALZADAS ROMANAS

En esta ocasión nuestros pasos se dirigen hasta la Sierra de Béjar en los municipios salmantinos de Montemayor del Río y Peñacaballera, para realizar una preciosa ruta senderista que revive un pasado romano entre sus miliarios y un tranquilo paseo por la calzada de la Vía de la Plata. Es 11 de diciembre de 2018. Pincha en "play" y comenzamos.
Montemayor del Río nos saluda con su Ermita de San Antonio y su Puente de Piedra
construido sobre la frescura y la belleza que difunden las aguas del río Cuerpo de Hombre.
 Antes de ponernos en marcha estudiamos el mapa y todos los datos del itinerario enMILIARIOS ROMANOS
La umbría de la mañana nos conduce
hasta el sugestivo Puente del Palo
que nos cambia de margen entre la armoniosa y bulliciosa corriente,
remontando y progresando 
hasta la pequeña Fuente del Palo escondida en el suelo al mismo nivel del río.
El final del otoño ha desnudado un hermoso paisaje
de chopos, castaños, nogales, robles, espinos y avellanos.
El bello sendero va abriendo camino entre el bosque
y el praderío, en la que sus moradores e inquilinos se acercan a saludarnos.
Una pista a nuestra derecha se eleva y asciende por un atractivo robledal
entre vistosos matices y colores,
disfrutando del poderío y autoridad del Castillo de Montemayor del Río.
"Señoras y Señores" es la hora del almuerzo y del disfrute gastronómico.
Comidos y bebidos, un pequeño tramo de asfalto
cruza diferentes corrales y seles ganaderos,
transportándonos por un mundo donde la paz rezuma en cada rincón.
Una excelente fuente de piedra surge a la entrada de Peñacaballera
donde visitamos su Iglesia Parroquial,
paseamos por el entramado de sus calles
hasta llegar a la Plaza Mayor y su Ayuntamiento,
quedando retratados en su enorme pilón y abrevadero.
Abandonamos las calles de Peñacaballera
continuando entre vallados de piedra
y disfrutando del paraje del Jardín del Coto de Nuestra Señora del Carmen,
una finca de grandes dimensiones en la que antigüamente vivían los guardas que se encargaban del cuidado de la ganadería y de los huertos.
Nuestros pasos siguen descubriendo hermosos tesoros culinarios
rodeados de una notable frescura y en lugares realmente sorprendentes.
Alcanzamos la calzada romana del Camino Real de la Plata señalizada con sus miliarios 
y desde donde parten diferentes rutas por la Sierra Bejarana.
El suave y continuado descenso atraviesa la Fuente Hierracaballos
por un amplio camino donde la prisa no existe,
admirando un paisaje de atractiva arquitectura natural
en el que el ganado vacuno
es el principal protagonista de estas tierras instaladas en la soledad y el aislamiento.
El itinerario sigue descendiendo con delicadeza 
obligándonos a penetrar por el hermoso valle del Arroyo de los Horcajuelos
entre un bello y despojado túnel vegetal.
Dice el refranero que "en diciembre sale el sol con tardura y poco dura",
así que aprovechamos esta mañana soleada para la charla amena y distendida
en el momento de llegada hasta otra marca miliaria.
El Arroyo de los Horcajuelos modela una encantadora y seductora garganta
de frescos decorados y verdes campiñas en donde pasta la inmensa cabaña vacuna del lugar.
Tras varios zig-zags
divisamos el valle del río Cuerpo de Hombre,
entre una multitud de tenadas
y numerosas casas de pastores y ganaderos.
Un nuevo hito miliario
antes de llegar a las inmediaciones 
del Puente Romano de la Malena
sobre las aguas del río Cuerpo de Hombre.
Al otro lado otro vetusto miliario
y la poderosa y sorprendente arquitectura de el Corral de Chinatos, que contenía entre sus muros graneros, gallineros, pocilgas, hornos, lagares y almazaras entre otros.
La serenidad y la calma invaden este maravilloso rincón salmantino
invitándonos a merodear por el entorno de las milenarias y medievales piedras del Puente de la Malena.
Volvemos sobre nuestros pasos
acariciando la luminosidad del paisaje
para tomar la senda que nos conducirá de nuevo hasta Montemayor del Río.
La benévola y tolerante umbría de la ruta
se conjuga con la claridad sesgada del praderío
circulando entre aromas de musgos
que invaden y conquistan los aledaños de cuadras y refugios.
Tras curiosear y husmear estas viejas estancias
continuamos esta idílica trocha 
enmarcados por un fabuloso camino que pespuntea lo hermoso y lo ameno.
Senda y río van creando un portentoso binomio,
unas veces navegando junto a sus aguas,
otras caminando mas alejados de el,
con una sensación diáfana entre la placidez,
el silencio y la quietud.
Aligeramos nuestras mochilas
mientras topamos con un inusual escenario de finales de otoño,
vadeando la musicalidad de pequeños arroyos 
que sucumben y agonizan en las inmediaciones del río.
El mudo crepitar de la hojarasca 
nos anuncia los últimos acordes de este apasionante viaje
en la que la huella de ajados y viejos molinos
se combinan con la frescura del agua de fuentes y abrevaderos.
El pueblo serrano de Montemayor del Río se muestra entre tejas, piedra y tapial
y nos sorprende con su castillo medieval de San Vicente
y su maravilloso entorno montaraz.
La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción,
la Plaza Mayor con su Fuente, una columna de piedra granítica procedente de su antigüa picota o rollo jurisdiccional
conforman un agradable paseo por esta hermosa localidad salmantina.
Nos cuesta abandonar estas nobles tierras después de haber sentido un maremagnum de sensaciones, aunque con la impresión y el presentimiento de acabar de llegar de un viaje por la Edad Media.
Saludos de COMANDO SENDERISTA" a tod@s caminantes.
ÁLBUM DE FOTOS: MILIARIOS Y CALZADAS ROMANAS 

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