CAMINANDO, AL VIAJERO LE BROTAN DE SUBITO ALAS EN EL ALMA Y DESCONOCIDOS MUNDOS EN EL MIRAR

sábado, 30 de mayo de 2015

GARGANTA Y LAGUNA DE LA NAVA DE ÁVILA

Aunque en toda la Sierra de Gredos existen numerosos y espectaculares circos glaciares (zonas de acumulación de hielo en la cabecera de éstos), el Circo de la Laguna de la Nava es el mas característico por su belleza y su forma redondeada, pudiendo decir que vamos a hacer un "viaje al circo perfecto". Pincha en "play" y comenzamos.
La senda está identificada como PR-AV 39, de 9,6 kms de recorrido y un desnivel de 786 metros con dificultad Media-Alta dependiendo de la estación en la que la realicemos. El punto de partida se encuentra en el aparcamiento existente en la carretera Nava del Barco-Puerto de Umbrías a unos 400 metros de esta localidad abulense. Los datos aproximados en:  LAGUNA DE LA NAVA DE ÁVILA
La marcha  comienza suave y muy distendida por un amplio camino con pequeñas pendientes que nos ayudarán a ir calentando piernas entre robles, pinos y varios ejemplares de castaños.
El 27 de mayo de 2015 se presenta en un caluroso y luminoso día, ya lo dice el refranero, "las mañanas de mayo, las mejores del año" y "en mayo, tira el pastor el sayo", mientras cruzamos pequeños prados inundados por un verde y gratificante frescor
 donde se esconde un maravilloso mundo de colores y matices
que no pasan desapercibidos a nuestra inspección y mirada.
Un par de kilómetros mas arriba vadeamos las aguas de la Garganta de Galín Gómez por el Puente de la Yunta
para en varias revueltas rodear el Cerro del Camocho,
irrumpiendo e incorporándonos de lleno a la Garganta de la Nava.
El camino va desapareciendo, dando lugar a un sendero que cruza un anegado pastizal donde el paisaje nos enseña el esplendor y la belleza de Gredos en pleno corazón de la Península Ibérica.
Remontamos hasta el Refugio de Navacasera, un idílico lugar donde podemos empezar a apreciar esta corpulenta barrera de montañas erguida sobre la basta meseta castellana.
Un hermoso macizo teñido por el amarillo del piorno, un matorral que se adapta a las duras condiciones de la alta montaña,
nos desborda con su color y su característico olor a vainilla en estos días finales de la primavera, erigiéndose en el rey de la flora de la Sierra de Gredos.
Un poco mas arriba traspasamos el Refugio de Losa. Al lado se encuentra un pequeño manantial que forma la Fuente de Losa donde podemos refrescarnos y mitigar nuestra sed. 
Ha llegado el momento de cruzar la garganta
 descubriendo la calidad, frescura y nitidez de las aguas que bajan desde la laguna.
En un impulso mas, nos topamos con una pequeña hornacina incrustada en la roca donde reconocemos una pequeña imagen de la Virgen 
y después ya no sabemos donde mirar, ya que la maravillosa garganta comienza a desplegar su espléndida, soberbia, estupenda y magnífica puesta en escena que se clava en nuestras retinas.
Ante nuestros ojos desfilan cristalinas aguas que engendran maravillosas y frescas pozas,
deslizándose entre las extensas moles graníticas con cascadas de ensueño
y rodeados de una brutal y salvaje naturaleza que conforma este bárbaro e intratable laberinto pétreo.
Exhaustos de tanta belleza, seguimos las indicaciones del camino,
por la inmensidad granítica
y atrapados entre las fauces rocosas de este océano de piedra.
"Laica" parece advertirnos de no descuidar la belleza del valle en el fondo de la garganta
modelado por las laderas con la típica forma de "U"
y donde parecemos pequeñas "hormiguitas" en la inmensidad del paisaje.
La hermosura y la delicadeza de la senda se va mezclando
con el adusto y violento horizonte
concibiendo una ilustración de muy alta calidad y linaje.
Entre el Barrerón del Campanar y la Barrera del Canchalón corren las aguas de la Fuente de la Micaela
disfrutando de enormes bellezones
que surgen entre el prado y las piedras.
Un fuerte y último repecho nos deja sobre el pequeño muro de contención de la laguna construida allá por los años sesenta para garantizar el agua a los ganados de la zona.
Desde su orilla observamos
el maravilloso, sensacional y grandioso espectáculo del paraíso de piedra
y agua que forma la bella Laguna de la Nava al pie de un coloso de Gredos, el imponente Corral del Diablo de 2366 metros.
En este hermoso y espléndido rincón de Gredos
nos animamos a zanjar nuestro calor
atrapados por el azul turquesa de sus frías aguas
y donde el infatigable "Siro" no se cansa de nadar y jugar con nosotros.
No olvidamos a nuestro desaparecido compañero "Alvaro", lanzándole el mensaje de que no le olvidaremos y siempre estará en nuestros corazones.
Después del reconfortante baño, "Fiesta de la Tapa" a base de chorizo, lomo y tortilla amenizado por nuestros maestros panceteros Marcos y Flecha en una degustación sublime.
Una comida sin siesta es como una campana sin badajo, así que nos ponemos inmediatamente al lío. "Felices sueños".
Posteriormente se abre periodo contemplativo
y nos animamos a rodear todo el perímetro de la laguna, descubriendo el maravilloso entorno
y la enorme calidad paisajística que atesora.
Nuestra cámara hecha humo en este pequeño mar, donde una sensación especial se cuela
entre imágenes sublimes que nos hacen
gozar de los enormes gritos del silencio y de una relajada tranquilidad.
Las panorámicas son insuperables e inevitablemente tenemos que emprender el regreso,
no sin antes realizar una estampa del grupo senderista de hoy.
Abandonamos este "Rincón perfecto de Gredos", entre tristeza y amargura pero llevándonos en nuestro interior las mejores imágenes de esta maravillosa ruta.
Desandamos lo andado, castigando rodillas
y con las fuerzas mermadas,
acaparando el centro de atención de todas las miradas
de la reina indiscutible de Gredos: la cabra montes, su animal mas emblemático.
Acariciados por pequeños tintes calurosos de una suave y agradable brisa, vamos descendiendo
por una hermosa trocha
a los pies de Las Chimeneas, llamadas así por las gentes del lugar, formada por incontables e infinitas "agujas" que penetran en el cielo.
Arremetemos contra las rocas
por el seno de la garganta
y en nuestro camino nos acercamos a rincones que saltamos a la subida, haciendo pausa y descanso para bañarnos en muchos de ellos.
En esta rutina de bajada acariciamos con los ojos los espectaculares tonos y colores
que surgen a nuestros pasos.
Los hitos de piedra son el hilo conductor del camino y nuestro gps de hoy
 guiándonos entre los nervios acuáticos
de las praderas de la zona del Barquillo Mingo Juan.
La senda desembarca en los pastizales de Picacho Negro
mientras "Siro y Laica" resuelven sus diferencias.
De nuevo sobre el Puente de la Yunta nos acoge su abundante masa arbórea, 
mientras en un susto, se muestra y se exhibe este hermoso ejemplar de serpiente  encaramada sobre el calor de la roca.
Encinas, robles, alisos y serbales son los compañeros en este último tramo de la ruta
en el momento que asoman los tejados de Nava del Barco, anunciándonos el final del itinerario de hoy.
El cansancio, la fatiga y la dificultad han hecho mella en nuestros piernas pero seguro que los días posteriores tenemos mucho para recordar sabiendo que hemos arrebatado y nos hemos apropiado de un hermoso fragmento de esta maravillosa Sierra de Gredos.
La luna salta sobre el horizonte, es hora de ir a dormir y descansar.
Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes.
El video de la ruta en:  GARGANTA Y LAGUNA DE LA NAVA DE ÁVILA

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