CAMINANDO, AL VIAJERO LE BROTAN DE SUBITO ALAS EN EL ALMA Y DESCONOCIDOS MUNDOS EN EL MIRAR

viernes, 4 de diciembre de 2020

BOSQUE Y PALACIO DE RIOFRÍO

En este pequeño y delicioso paseo descubriremos el entorno del Bosque de Riofrío, un espacio natural situado a unos 10 kms de la ciudad de Segovia que acoge en su seno el magnífico y señorial Palacio Real de Riofrío. Es día 8 de octubre de 2020, pincha en "play" y comenzamos.

Todos los datos de este interesante itinerario podeis verlos en: BOSQUE DE RIOFRÍO 
Tras el abono de dos euros por la admisión al recinto, penetramos con nuestro vehículo por la Puerta de Hontoria con unas bellas y espectaculares vistas de la Sierra de Guadarrama.
Estos primeros pasos se van llenando de una exuberante y frondosa fresneda
intercalada en un fecundo y denso encinar que acompaña la totalidad del tramo de carretera.
A finales de septiembre y principios de octubre se produce La Berrea y es cuando la mayoría de los cérvidos aumentan su apetito sexual entrando en celo,
perdiendo su timidez y sus vergüenzas para dejarse ver con notoria estampa y mucha facilidad.
Sabinas y rebollos representan otro importante ecosistema en este apreciado Soto de Riofrío
por el que van desfilando un buen número de gamos en busca del favor de las hembras en sus rituales de apareamiento.
Las 650 hectáreas que forman el Bosque de Riofrío constituyen un privilegiado entorno
para los numerosos ciervos y gamos que lo habitan y esta terminantemente prohibido salirse de los senderos y caminos marcados.
Alcanzamos el Patio de Armas del Palacio Real de Riofrío
descubriendo la línea impecable y el equilibrio clásico y simétrico de todas sus fachadas,
alzándose con el escudo de España y de la Casa Farnesio en su lado sur.
Desde su portada este comenzamos la pequeña Senda del Mirador
con espectaculares vistas del bosque y la Sierra
en una zona recreativa provista de mesas de picnic y papeleras.
La sobriedad del Palacio nos perseguirá a lo largo del recorrido
que se introduce por un carismático encinar que nos conduce 
hasta un escondido mirador que divisa el océano de encinas 
que llega hasta la localidad de Madrona.
Al atravesar el atractivo frente norte del Palacio
sorprendemos a un sutil y esbelto gamo
que comienza una frenética carrera para alejarse de nosotros.
La senda discurre ahora por un joven y pequeño carrascal
en el que nuestros pasos sienten el blando, mullido y esponjoso suelo
con diverso estrato arbustivo que sirve de alimento y refugio a gran cantidad de fauna.
Mientras oteamos las tierras de San Rafael y El Espinar,
seguimos rodeando el Palacio por su ala oeste
entre apuestas, elegantes y estilizadas encinas
que transmiten los profundos berridos de este magnífico ejemplar.
Descubrimos el horno donde se fabricaban las tejas que se utilizaron en la construcción del Palacio
y no nos cansamos de seguir contemplando el descanso de estos admirables herbívoros
que no dudan en escapar por el monte cuando sienten nuestra cercana presencia.
Seguimos sintiendo el enorme placer de la caminata
para tomar la vertiente sur de este magnífico Palacio de Riofrío,
observando con detenimiento los suaves perfiles de Mujer Muerta
en el cercano Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.
De nuevo nos situamos sobre el Patio de Armas del Palacio
degustando las suaves tonalidades rosáceas y su silueta proporcionada
que se asoma al cauce deshidratado del Arroyo Ceponillos
en mitad de un cálido paisaje con tintes otoñales.
Cruzamos la carretera que procede de la Puerta de Madrid
entre las suculentas fragancias de enraizados escaramujos
y los joviales y vivarachos tesoros micológicos 
que se erigen desde la mas fresca umbría del bosque.
Continuamos unos metros junto a un prolongado vallado de piedra
para introducirnos entre una pequeña zona con encinas centenarias
adornadas con sus numerosos y resplandecientes atributos.
La tibia luminosidad de la tarde se despliega por estos reposados paisajes
en el momento que acotamos y rodeamos su fachada este,
pasando muy cerca de la Fuente del Palacio
y aproximándonos a la Fuente del Rey.
El silencio y la calma siguen acompañando esta dorada dehesa
que se mezcla y se diluye entre los entrañables colores del recién estrenado otoño.
La marcada senda continua junto a el vallado del viejo y tradicional huerto
y asciende hasta una pequeña meseta donde se encuentra la Casa Forestal.
El edificio palaciego vuelve a surgir entre el arbolado
en el momento que vamos descendiendo en busca de un rincón lleno de belleza
y en el que la sorpresa se dibuja en nuestras caras.
Hemos alcanzado la representativa Fuente del Pocillo
que sobresale por la nitidez, claridad y frescura de sus aguas,
vertiéndolas en un deslucido y deteriorado abrevadero 
que conforma y armoniza este recóndito recoveco.
Abandonamos este estupendo y admirable rincón
resguardándonos entre las encinas para poder contemplar
una buena recua de ciervos que pastan con tranquilidad en el interior de la dehesa.
Terminamos con un magnífico y gratificante "cara a cara" en un emocionante encuentro
que se disuelve y concluye, unos huyendo enérgicamente a la carrera
y nosotros observando con presteza este maravilloso lugar tan privilegiado.
Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes. ÁLBUM DE FOTOS: BOSQUE DE RIOFRÍO y también en Facebook: BOSQUE DE RIOFRÍO

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