CAMINANDO, AL VIAJERO LE BROTAN DE SUBITO ALAS EN EL ALMA Y DESCONOCIDOS MUNDOS EN EL MIRAR

jueves, 21 de agosto de 2014

CURAVACAS

En la ruta de hoy vamos a conocer parte del conjunto paisajístico de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre, un extenso territorio situado en la zona septentrional de la provincia de Palencia, y desde el municipio de Vidrieros ascenderemos hasta los 2524 metros de la cima del Curavacas. Pincha en el "play" para comenzar.
El mapa de orientación y los datos en: CURAVACAS
Después del "madrugón" del 18 de agosto de 2014, nos situamos al pie de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción en el municipio palentino de Vidrieros
desde donde podemos observar nuestro ansiado objetivo que llevábamos persiguiendo mas de dos años.
Envueltos en la luz de la mañana y con una magnífica temperatura, abandonamos Vidrieros y su iglesia clavados en el valle
para ascender por una pista en zig-zag en fuerte pendiente por un fresco robledal en la zona del Barriucu.
Según avanza el camino, las luces y las sombras del bosque nos invaden, creando un fabuloso ambiente que casi nos permite escuchar el latido de estos frondosos robledales.
Entre vacaciones y bajas el Comando Senderista de hoy se reduce a muy pocas unidades y desde aquí deseamos una pronta recuperación de sus miembros.
Una vez rebasado el área del robledal la pista sigue ascendiendo, dejando a nuestra izquierda El Coruño de 1816 metros
y alcanzando el chozo y refugio de Mollorente.
Nos acercamos al collado para acariciar con la vista un emergente Curavacas
 pudiendo otear también, la figura enigmática del Espigüete.
Nuestro itinerario hacia el Monte de las Huelgas no esta exento de dificultades, pues el brezo y el piorno azota y araña nuestras pantorrillas,
además el desnivel va cobrando fuerza en esta parte del recorrido.
Sin llegar a coronarlo y disfrutando del maravilloso entorno
perdemos un poco de cota para acomodarnos por la ladera sur del Pico Hospital
donde vamos aspirando en silencio el aroma de las hermosas flores
que brillan con excelentes y suntuosos colores
y nos embriagan con cálidas y entrañables fragancias.
Seguimos rodeando el ejército de rocas
tomado por los espectaculares tonos verdes y amarillentos que forma la tropa de líquenes que nos lleva 
hasta la divisoria para contemplar y analizar la pequeña laguna del Pozo Oscuro, una pequeña cubeta glaciar que se asemeja a un cráter volcánico.
Un descanso para recuperar líquidos y el Pico Hospital a nuestras espaldas nos espera.
Conquistado el Hospital, la panorámica de Picos de Europa y su Mácizo Oriental se alza por encima de un bonito mar de nubes
bajo el que se cobija la pequeña y alargada laguna de Hoyo Muerto.
Nos incrustamos en este soberbio espacio natural
desfilando por el suave y redondeado Collado del Hospital para asaltar las moles oscuras del Curavacas ante la atenta mirada del Espigüete en la lejanía.
Arremetemos contra las sombrías rocas y para no perder altitud
nos toca destrepar, con sumo cuidado, por una peligrosa grieta
practicando un poco de escalada
para acceder hasta el tenebroso Callejo Grande, la vía normal de subida al Curavacas
por donde se despliega su famosa pedrera.
La enorme afluencia de montañeros ha dejado marcada una polvorienta y pedregosa senda
que nos acelera el corazón en esta fuerte subida teñida de negros, grises y verdes por una profunda cicatriz
que nos deja junto a la Collada Callejo Grande sin llegar hasta ella, ya que a nuestra izquierda y en una fácil trepada 
logramos alcanzar la portilla de acceso a la vertiente norte del Curavacas.
Las vistas desde este lugar son maravillosas y nos permitimos unos momentos para saborear, con parsimoniosa tranquilidad, el poderoso escenario que tenemos a nuestros pies.
A vista de pájaro vamos transitando hacia la cumbre
con la Aguja del Pastel al frente
alcanzando los 2524 metros del vértice geodésico del Curavacas.
Personalizamos nuestra llegada con los pies bien firmes sobre el suelo
al mismo tiempo que tocamos casi el hermoso cielo que decora estas impresionantes alturas.
En la cúspide se despliegan, una cruz puesta en 1958 por los montañeros de Barruelo (Palencia), un buzón y una esquila metálica
vigilados por el deteriorado vértice geodésico.
Es el momento de nuestro particular homenaje a "Alvaro Paredes Izquierdo", compañero desaparecido en la Expedición Hidden Peak-G1 2013 en Pakistan.
Como siempre Alvaro, te llevamos en nuestros corazones y hoy nos sentimos un poco mas cerca de Ti.
El Curavacas nos regala intensas experiencias como la de alcanzar a vista de pájaro el Pozo Curavacas, uno de los lugares mas recónditos de estas montañas: POZO CURAVACAS
Alcanzamos el Espigüete: ESPIGÜETE
También tenemos, "a tiro de piedra" el lugar donde el río Carrión comienza a dar sus primeros pasos: POZO LOMAS 
La diversidad paisajística se completa con las localidades de Vidrieros y Triollo al lado del Embalse de Camporredondo
además de las masas de nubes  que ascienden hacia los abruptos Picos de Europa.
Ricardo, al igual que las cabras, busca la mejor atalaya sobre las nubes
para iniciar el descenso
sobre el precioso Valle de Pineda: VALLE DE PINEDA EN BTT
Cruzamos de la vertiente norte a la vertiente sur por la estrecha portilla bien decorada, y con mucha precaución,
 emprendemos un pequeño destrepe en el que tenemos que asegurarnos con las manos
desembocando en el Callejo Grande
donde inauguramos la famosa pedrera
para deslizarnos por su infinita pedriza.
A toda velocidad, pero con prudencia y cautela,
disfrutamos como niños
consumiendo el gran desnivel en muy poco tiempo
hasta llegar a la confluencia del río Cabriles, donde nos despojamos de las pequeñas piedras que se han introducido en nuestras botas y nos refrescamos en sus limpias aguas.
El Curavacas da paso a unas pequeñas praderías
tamizadas por una alegre vegetación
con sorprendentes motivos animales
en una magnífica fusión de luz y color.
La multitud e inmensidad de especies arbóreas forman un bosque de alta calidad
a ambos lados del cauce del Cabriles
con numerosas y pequeñas cascadas 
que van descubriendo idílicos rincones.
El paseo se hace ameno recordando los detalles del itinerario y sin darnos cuenta
hemos llegado hasta el Camino de Valdenievas
que nos muestra el poderoso escenario protagonizado por los prados y montañas que se despliegan por las faldas del Curavacas
Vidrieros se asoma timidamente entre sus campos
para ya en su regazo, mostrarnos con toda su fuerza sus matices y su gama de colores 
que forman sus calles y sus casas.
La aventura termina en las cristalinas aguas del río Carrión
desentumeciendo nuestros músculos
en las inmediaciones del puente, bajo la atenta mirada del gran murallón del Curavacas.
Comemos en el Mesón Albergue Curavacas de la localidad de Triollo, un lugar donde encontrarás el merecido descanso que todo montañero busca tras una dura jornada.
Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes.
El video de la ruta en: CURAVACAS

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