CAMINANDO, AL VIAJERO LE BROTAN DE SUBITO ALAS EN EL ALMA Y DESCONOCIDOS MUNDOS EN EL MIRAR

jueves, 17 de agosto de 2023

MINAS DE RIOTINTO

El Parque Minero de Riotinto es el resultado de la labor de recuperación de la mayor parte del patrimonio minero y metalúrgico desde el año 1987 en la provincia de Huelva, descubriendo un paisaje único y exclusivo para consolidarse como el primer destino de turismo industrial en España. Es día 6 de septiembre de 2022 y ésta nuestra visita. Comenzamos 👇👇

La localidad onubense de Minas de Riotinto escenifica un profundo homenaje a todos los mineros que trabajaron en las minas
y su Iglesia Parroquial de Santa Bárbara resalta entre las bien cuidadas viviendas que conforman esta pequeña población.
Para conocer la historia de esta región minera deberemos visitar el Museo Minero "Ernest Lluch", que a través de sus salas y estancias 
podremos subirnos a una antigüa locomotora de vapor o merodear por el vagón de vía estrecha mas lujoso del mundo, el Vagón del Maharajá, construido para la reina Victoria de Inglaterra.
Toda la maquinaria y todos los objetos relacionados con el mundo ferroviario están en este espacio,
además el Centro de Interpretación exhibe multitud de elementos geológicos (rocas, fósiles, minerales)
 y descubre un precioso y oportuno botiquín de la época con los utensilios e instrumentos del antigüo hospital.
Para comprar entradas y visitar Minas de Riotinto debemos acceder a la web Parque Minero de Riotinto y empezar un itinerario con los diferentes puntos de visita 👇👇👇
Validadas nuestras entradas en el Museo, nos arrojamos hacia un paisaje que parece sacado
de otro planeta, cruzando el municipio de Nerva cuya fisonomía y apariencia se ha visto alterada de forma considerable
por las diversas y variadas labores mineras que se han realizado a lo largo del tiempo en este territorio.
Los casi 700 metros de altitud del Padre Caro guardan en su vertiente meridional el origen y
el nacimiento del Río Tinto, un espectacular paraje que se llena de tonalidades rojas, azules y
anaranjadas, presentando una exclusiva y peculiar maravilla natural que nos hace suponer y
sospechar estar alojados en uno de los lugares mas fascinantes y alucinantes de todo el mundo.
Nuestra siguiente cita es la Mina Peña de Hierro, que cuenta con un Centro de Visitantes donde podemos visualizar vídeos y exposiciones que hablan sobre la actividad desarrollada en la mina.
Después, ataviados con nuestro casco, penetramos por la Galería Werner para experimentar la sensación de estar bajo tierra
mientras vamos observando varias representaciones con las diferentes funciones y trabajos que realizaban los mineros,
alcanzando, al final del recorrido, el mirador desde el que se observa este maravilloso yacimiento a cielo abierto.
La presencia y la afluencia masiva de minerales como la pirita, el cobre y el hierro dan un toque de distinción a este pequeño lago entre montañas
cuyas aguas impresionan como si se hubieran derramado y esparcido litros y litros de un buen vino,
engendrando un ecosistema único y exclusivo con elegantes tonalidades y preciosos matices difíciles de olvidar.
Tras el regreso al Centro de Visitantes, aconsejamos y sugerimos subir un pequeño repecho
hasta el portentoso Mirador Montera de Gossan, que nos gratificará con unas estupendas vistas aéreas
de una mina con unos 320 metros de largo, 190 metros de ancho y unos 85 metros de profundidad.
Solamente nos queda pasear por este alargado balcón para exprimir toda la belleza y toda la inspiración
de un fabuloso escenario de tierras sulfurosas con un semblante y apariencia casi marcianas.
De regreso a nuestro siguiente punto de visita, vamos dejando atrás las ruinas de la vieja Estación de Peña de Hierro,
el altivo castillete del Pozo Rotilio, que permanece cerrado y fuera de servicio, y las enormes
y gigantescas capas de extración de la vertiente sureste de la Mina y Corta Cerro Colorado.
El Ferrocarril Minero es sin duda, la mejor forma de conocer el bellísimo entorno de ésta extraordinaria Cuenca Minera,
un viaje en vagones del siglo XX que tiene la particularidad de acompañar el curso del río Tinto
y la mejor opción para conocer los paisajes, los contrastes y los dominios de esta zona de transformación del mineral..
El paseo en tren cruza las enormes escolleras donde han sido depositados los desechos y residuos del cobre
en medio de un paisaje insólito e inusual y que parece sacado de las entrañas de otro mundo.
Su nostálgico y evocador "traqueteo" alcanza las ruinas de la antigüa Estación de Naya, que sirvió 
como punto de aprovisionamiento, organización y logística de un intenso y numeroso tráfico ferroviario.
La Casa de Palancas Norte, tambien conocida como Casa de Palancas de Naya, gestionaba el concierto y la disposición de los trenes de la línea Huelva-Riotinto
y en la actualidad es un museo al aire libre donde podremos admirar un conjunto de locomotoras diesel y a vapor cuyas reliquias y vestigios duermen en las vías.
Desde el convoy casi podemos tocar el amplio agrupamiento de gruas y vagones de carga para el mineral,
observando con melancolía el silencioso destierro de uno de los parques de vehículos cuyo pasado fue considerado uno de los mas significativos de España.
Escenarios lunares con tintes dantescos y apocalípticos van generando lugares de sorprendente belleza,
alcanzando los andenes de la Estación de las Zarandas que cuenta con cocheras y almacenes para herramientas y maquinaria
y con las enormes tolvas de la Planta Trituradora para el tratamiento de piritas procedentes del yacimiento de Corta Atalaya
El itinerario se asoma al inmenso complejo industrial de Cementación de Naya, donde se concentró y centralizó
el proceso empleado para las labores de obtención de cobre por vía húmeda y donde el agua
empleada en esta actividad hidrometalúrgica era obtenida y abastecida por la corriente del río Tinto.
La estela rojiza del río Tinto sigue adornando estos inusuales parajes mineros, acompañados
en todos momentos por el sutil y delicado zarandeo del tren y dejando a nuestra espalda las
ruinas de la Casa de Palancas Sur o de Marín en medio de una extensa zona de "canaleo", preparada para restabler y mejorar la concentración de mineral de peor calidad.
La locomotora sigue empeñada en acompañar esta hermosa y colorida corriente por parajes
y emplazamientos de gran valor ecológico, caracterizados por una exhuberante vegetación mediterránea
con dilatados bosques de pinos y encinas mayoritariamente y pequeñas manchas de alcornoque y eucaliptos casi desaparecidas por completo,
acogiendo y dando refugio a especies animales como ciervos, venados, conejos y algún que otro jabalí.
Cerca de la vieja Estación de Jaramar, las aguas del Río Tinto descienden con lentitud y tranquilidad,
empezando a marearse e incomodarse entre la grácil sinuosidad de numerosos meandros y
continuos recovecos que brillan y resplandecen con la cálida luminosidad del final del verano.
Esta interesante experiencia termina en el andén de la Estación de los Frailes, permitiendo a
todos los viajeros unos minutos de descanso para tomar contacto con este lugar tan especial.
Toda la belleza y la hermosura que desprende el Río Tinto procede de la presencia del hierro y cobre impregnados en estas tierras
y que a la luz del sol nos harán vibrar y emocionarnos con un cromatismo y colorido difícil de olvidar.
Son aguas sin apenas oxígeno con un alto grado de acidez que han elaborado un ecositema
único en el mundo, atrayendo a numerosos científicos e investigadores de la NASA que tratan
de buscar características similares y semejanzas a su programa de estudio del planeta Marte.
Disfrutamos de un paisaje de fantasía, inmersos en un sueño real y cautivador que camina 
entre las suaves y magníficas pinceladas de un cuadro que roza lo imaginario y alcanza elevadas dosis de surrealismo. Simplemente maravilloso......
Una vez que la máquina tractora cambia de posición, varios pitidos anuncian el regreso a las
vías para iniciar el retorno por el mismo camino en dirección inversa, percibiendo y valorando
este maravilloso hábitat y su espectacular paisaje con nuevos puntos de vista y renovadas perspectivas.
Quedan en el olvido viejos apeaderos, vagones oxidados y locomotoras corroídas cuyo espectro fantasmal
destaca y acentua los matices negros, grises, ocres y amarillos de este sobresaliente escenario minero.
Los últimos apuntes de la travesía se convierten en un metódico repaso visual por las espléndidas 
y sensacionales canteras y filones que centellean con sus  habituales colores y tonalidades,
mientras el Puente del Madroñal se convierte en el suspiro final de un seductor viaje en el tiempo
que antaño unío estas vastas y extensas explotaciones mineras con el puerto de la ciudad de Huelva.
Antes de ir a comer, nos acercamos hasta el Mirador Minas de Riotinto donde escucharemos el sonido y el bullicio en plena actividad minera de la Mina Cerro Colorado,
además sentiremos el hipnótico trajín de camiones y maquinaria de esta gran mina a cielo abierto
que va descubriendo las capas de extración de mineral en un paisaje realmente espectacular.
Otro punto de visita es el Barrio de Bella Vista, en el que su pequeña iglesia Anglicana y sus
residencias de estilo victoriano tuvieron el objetivo de alojar a ingenieros y miembros del cuerpo técnico en una especie de colonia británica, aislados de los trabajadores locales.
La Casa 21 nos da a conocer el estilo de vida de la dirección de la Riotinto Company Limited
y nos enseña la recreación de una auténtica mansión colonial a través de diferentes estancias.
Construida en 1895 y con tres plantas, el visitante penetra por salones con chimenea, baños
completos, cocina, dormitorios y cuarto de juegos para los niños, reflejando una situación que se mantuvo hasta el año 1954.
Terminamos esta interesante excursión minera con la visita a la Mina Corta Atalaya, saliendo en procesión desde el Museo Minero y siguiendo el coche oficial donde un guía del parque
nos conducirá hasta uno de los símbolos mas impresionantes de la minería mundial. Su perímetro oval conforma longitudes 
de 1200 m. de larga y 900m. de anchura con una profundidad de 335 m, de los cuales 85 está sumergidos en el agua.
Sus escalones y bancales son el producto de la secuencia de extracción del mineral y el resultado de grandes voladuras en el terreno.
En este reportaje hemos conocido la historia de una tierra minera trabajada y explotada hace 5000 años a través de un río con colores inimaginables,
unas tierras insólitas y poco comunes y unos escenarios fuera de nuestra inteligencia, en definitiva, un viaje con la sensación de haber caminado por el mismísimo planeta Marte.
Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s viajeros y caminantes.                                      Reportaje fotográfico: MINAS DE RIOTINTO

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