CAMINANDO, AL VIAJERO LE BROTAN DE SUBITO ALAS EN EL ALMA Y DESCONOCIDOS MUNDOS EN EL MIRAR

viernes, 28 de octubre de 2016

HAYEDOS DE PALANCO Y BOYARIZA

El jueves 27 de octubre de 2016 nos acercamos hasta la Reserva de la Biosfera del Alto Bernesga, en concreto a la Comarca leonesa de Gordón y en particular hasta el pequeño municipio de Geras de Gordón, para recorrer el valle del Arroyo de Polanco hasta el Refugio Pedroso y regresar a Geras por el magnífico hayedo del Arroyo de la Boyariza. Pincha en el "play" y comenzamos.
Geras de Gordón se encuentra regado por las aguas del río Casares, afluente del Bernesga, rodeado por las montañas de la Sierra de los Grajos en la que se alza la robusta  espadaña de la Iglesia de San Pedro,
 con grandes muestras de un entramado rural y popular a lo largo de sus calles.
Antes de abandonar el pueblo repasamos el mapa de situación, pudiendo descargar los datos y el itinerario de la ruta en: POLANCO Y BOYARIZA 
Desde el Barrio de Arriba, sale un precioso camino inundado de numeroso ganado
 y del frescor de la mañana, que cruza el Arroyo de Valmeán
y nos presenta las bellas tonalidades
con las que luce esta hermosa estación otoñal,
para dirigirnos a la colosal puerta de entrada de la Foz de Polanco.
Nos internamos por un sombreado y precioso estrecho calizo con animadas "motas" de color,
 flanqueados por rosales silvestres o escaramujos
y bajo una hermosa cubierta de hayas que vuelan sobre nuestras cabezas.
En la umbría y penumbra del desfiladero, surge la viveza y el colorido de numerosos arbustos
entre aromas de frescas setas que se alzan desde el suelo
y las fragancias y efluvios que la madre naturaleza nos ha preparado para este hermoso día.
"En octubre, de hoja el campo se cubre y no molesta la lumbre". El refranero cumple con la primera afirmación, mientras la segunda la ponemos en duda, ya que disfrutamos
de un agradable microclima, atrapados entre las altivas formaciones rocosas que se asoman a ambos lados del cañón.
La humedad invade el ambiente en el fondo de la garganta
mientras el sol deshumedece y evapora las zonas mas altas en el momento que abandonamos el desfiladero.
Seguimos el rumor del Arroyo de Polanco en dirección oeste,
 hacia El Covio y la Carda de los Pozos con el Pico Pedroso en lo mas alto del valle
y en compañía de "Saturnina" y "Tomasín", dos pequeños perros que nos acompañan desde Geras.
Entre las verdes laderas de Brañarredonda,
vamos ascendiendo por una amplia pista
decorada por bellos tonos y colores
mientras oteamos numerosos rebaños de vacas que se nutren placidamente.
Dejamos atrás todo el Valle de Polanco
alcanzando una enorme 
y lozana pradera
donde se asienta el remodelado y bien acondicionado Refugio Cerro Pedroso.
Aprovechamos para tomar un pequeño "tentempié" 
y recordar a nuestro desaparecido compañero "Álvaro Paredes",
pasando a descubrir las maravillosas sensaciones
que se perciben merodeando 
y paseando por esta preciosa pradería engalanada de atractivos y sugestivos verdes
donde se asoman y florecen infinitas setas y hongos.
Desandamos lo andado por el Valle de Polanco
con numeroso tráfico de subida
para recorrer la pista
que nos enmarca sobre El Cellerón y el Collado de Collariondo.
Durante la bajada percibimos los maravillosos contrastes y la prodigiosa disparidad 
de las dos vertientes del valle.
La collada de Collariondo se nos presenta al final de la pista
y sin dudarlo lo atacamos decididos
en un pequeño y corto repecho
que deja a nuestras espaldas la enorme y grandiosa Peña la Cueva.
El camino se embellece
en todas direcciones
con imágenes que acicalan y componen
nuestra llegada al collado.
Comenzamos un cromático y espectacular camino hacia el Valle del Arroyo de la Boyariza,
donde el colorido, los tonos y el cambiante tapiz
de vivos y luminosos colores
queda reflejado en la zona mas bonita de este estupendo valle.
Vamos descendiendo despacio,
entre bellas laderas engalanadas,
árboles cuyos matices parecen lenguas de fuego, 
todo ello en un sensacional y espectacular lienzo que se extiende ladera arriba.
El Hayedo de la Boyariza 
posee una magia y un encanto especial
que se acentúa en la dorada estación otoñal.
El camino te da la opción de vistas amplias a las montañas circundantes
o caminar entre las maravillosas luces y sombras que se filtran entre sus copas,
ocultados casi por completo del cielo y protegidos por una gran sensación de armonía.
Salimos de la profundidad de su espesura
atravesando alguna zona mas abierta
para internarnos de nuevo por el sonido de nuestras pisadas en la hojarasca
mientras escuchamos la dulce melodía del agua.
Seguimos el espléndido camino,
divisando la salida del valle entre Foceltorno y la Peña del Castillo
aunque antes disfrutamos de los últimos destellos de un precioso bosque de ribera
en el que podemos encontrar avellanos, fresnos y chopos,
percibiendo las bellas tonalidades de las hojas entre la musicalidad del arroyo.
Hay opciones de practicar escalada en una zona caliza de elevadas paredes, aunque lo dejaremos para otra ocasión.
La senda finaliza frente al murallón de Las Puertas
donde encontramos el puente que cruza el río Casares
 que nos deja en la carretera hacia Geras
y que nos conduce a visitar la Ermita del Santo Cristo.
Calmamos nuestra sed en la fuente
cerca de la Iglesia Parroquial, dando por terminado este hermoso paseo por este remanso de naturaleza que nos ha "cargado las pilas" y que siempre nos deja con ganas de volver.
Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes.
Hasta una próxima aventura.
Todas las fotos en el álbum: HAYEDO DE POLANCO Y BOYARIZA 

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