CAMINANDO, AL VIAJERO LE BROTAN DE SUBITO ALAS EN EL ALMA Y DESCONOCIDOS MUNDOS EN EL MIRAR

martes, 1 de junio de 2021

CASCADA DE LAS LASTRAS DE AGUAS BRAVAS

Todas las predicciones meteorológicas fallaron estrepitosamente el día 29 de marzo de 2021 en la pequeña población zamorana de MÁMOLES, el mismo día que nos decidimos a realizar la preciosa ruta a la Cascada de las Lastras de Aguas Bravas. Aun así, disfrutamos de este hermoso paseo enmarcado en el Parque Natural de los Arribes del Duero.

El día claro que se anunciaba la jornada anterior resultó ser uno de esos días con el cielo "plomizo", aunque en la pequeña plazoleta de Mámoles donde encontramos un robusto "potro de herrar", damos paso a nuestra andadura con una sólida indumentaria primaveral.
La Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol con su sencilla y austera belleza, 
nos marca un tranquilo camino a seguir con agradables tonalidades
que decoran y embellecen sus ordenados y meticulosos vallados de piedra
a través de un pelotón de casas y antigüas viviendas en ruinas
en las que podemos disfrutar de los aromas y olores de algunas plantas que surgen entre las tapias. 
Todos los datos y mapas del itinerario podeís visionarlos en: CASCADA DE LAS LASTRAS 
El encinar intenta acercarse y aproximarse hasta las espléndidas praderías
para poder atemperarse con el relente de las numerosas fuentes, aquí denominadas "pozas sayaguesas".
El sendero comparte la etapa entre Mámoles y Fornillos de Fermoselle de la Senda del Duero
entre la "cabaña vacuna" de algunas explotaciones ganaderas
y los numerosos pozos con grandes lanchas graníticas
que forman perfectas construcciones con una alta estimación etnográfica.
Entre bromas y una agradable coloquio, vamos restando y consumiendo metros al camino
entre los ladridos de este serio guardián que cuida con tenacidad el pequeño rebaño de ovejas.
Continuamos con garbo y el estado de ánimo adecuado
para ir siguiendo el itinerario sin perder las indicaciones rojas y blancas que penetran
y se extienden entre tupidos pastizales que acicalan este maravilloso bosque de encinas.
La exuberante y frondosa vegetación nos arroja a una verde pradera
para transitar de forma suave y cómoda por un tramo que nos permitirá
unos momentos de animada diversión y entretenimiento
junto a las pilastras de piedra de la denominada Fuente del Sapo.
Nos subimos sobre sus pétreos y consistentes "lomos",
descubriendo sus mas acreditados inquilinos y moradores.
Descendemos hacia el recio y vigoroso puente de piedra que salva el Arroyo de la Rivera,
siguiendo el ondulado ademán y las hermosas contorsiones del riachuelo
para ir elaborando con perseverancia una cuidada y trabajada naturaleza.
Sin perder la atención, cruzamos y vadeamos otro rústico puente de lajas de piedra
para acercarnos al encantador entorno del Molino de los Fraguales
que aprovecha el aval y la seguridad de estos grandes bolos graníticos para sustentar
su viejo legado etnográfico, con el firme propósito y la sólida determinación
de recuperar las tradiciones, los usos y las costumbres de estos edificios 
y lograr la conservación y divulgación de esta portentosa herencia.
Recuperamos la senda, ahora empedrada, para seguir las indicaciones blancas y amarillas,
 jugando y sorteando mediante piedras alternativas las zonas mas húmedas de la pradera.
Nos asomamos a una pequeña charca con numerosas ranas y renacuajos
sintiendo la soledad y la melancolía de un dócil y apacible paisaje
por el que pastan y sestean una buena cantidad de ganado vacuno.
Acorralados entre la dura roca y las ágiles retamas y escoberas, 
iniciamos un marcado descenso con la vista puesta en los grandes farallones
y los colosales cortados que perfilan la prodigiosa garganta fluvial del Duero.
Aspiramos con fuerza los intensos aromas de hiniestas y lavandas 
mientras divisamos la profunda y espectacular hendidura que forman los Arribes,
modelando y esculpiendo un brutal y feroz escenario
que protege y cobija a las muchas y numerosas especies que lo habitan.
Alcanzamos el Mirador del Testero del Burro con las impresionantes vistas de la Cascada de las Lastras de Aguas Bravas
y donde podemos divisar la excelente y prodigiosa escenografía
que envuelve y decora uno de los lugares mas bonitos de los Arribes del Duero.
Seguimos el sendero y la señalización para dirigirnos hacia la cascada,
mientras los ecos y resonancias de sus aguas se van engrandeciendo y acrecentando.
Nos espera una pequeña subida sin apenas imperfecciones 
para disfrutar de la enorme representación y exhibición que atesora el agua del Arroyo de la Rivera
al deslizarse y precipitarse por este idílico canchal granítico en busca del "Padre Duero". 
Realizamos una pasarela fotográfica con los protagonistas y sus posados
y regresamos desandando lo andado con nuevas perspectivas
y con amplias y dilatadas sonrisas en nuestros rostros.
Emprendemos el tramo mas duro de la ruta, ya que el sendero se obstina en subir, 
aunque lo vamos mitigando con la apreciación de la belleza y hermosura
que destila un recóndito "micromundo" colmado de pequeñas florecillas
que decoran y engalanan las orillas de estos caminos y veredas.
Las marcas y señales siguen dirigiendo nuestro pasos
para volvernos a mezclar en el praderío con un débil tráfico vacuno.
Animamos la caminata soslayando las innumerables losas y piedras del sendero,
asentándonos sobre el mullido y acolchado cesped de la hierba
que alcanza una pequeña área recreativa junto al puente de la Cañada Vieja.
Después del obligado almuerzo, continuamos con labores de pastoreo
dirigiendo el rebaño de vacunas hacia la frescura del arroyo
donde podrán saciar y satisfacer sus necesidades mas elementales.
La fina y ligera lluvia que empieza a caer nos obliga a resguardarnos bajo nuestras capuchas, 
imponiendo un ritmo apresurado de avivados pasos entre la enorme floresta del bosque.
Entre la "cortinas" de piedra se asoman los "ombligos de venus"
para marcarnos la dirección norte del corral de vacas existente a la entrada de MÁMOLES,
dando por finalizado y concluido este entrañable y apreciado paseo. 
Solamente nos queda curiosear por la intimidad de su arquitectura popular
y por sus estupendos alrededores y arrabales
que nos devuelven al entorno de su Iglesia Parroquial
tras haber disfrutado de un poderoso salto de agua escondido en el corazón del Parque Natural de los Arribes del Duero.
Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes. Todas las fotos de la ruta las puedes ver en: CASCADA DE LAS LASTRAS  y en facebook: CASCADA DE LAS LASTRAS

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