CAMINANDO, AL VIAJERO LE BROTAN DE SUBITO ALAS EN EL ALMA Y DESCONOCIDOS MUNDOS EN EL MIRAR

lunes, 28 de agosto de 2023

LITORAL ONUBENSE

Viajar por el litoral de la antigüa provincia de Onuba (Huelva), constituye uno de los mayores placeres naturales para saborear sus pueblos marineros, sus largas playas de finísima arena y una multitud de marismas y estuarios que jamás hubiéramos imaginado. Es septiembre de 2022, comenzamos 👇👇👇

La hermosa alborada del día 7/9/2022 nos infunde renovadas energías para planear un largo itinerario que iremos consolidando a lo largo de nuestra estancia en esta provincia 👇👇👇,

vistiéndonos de marineros en las aguas internacionales del río Guadiana, mediador e intermediario entre la localidad portuguesa de Castro Marim y la española de Ayamonte.
La Plaza de la Laguna de Ayamonte cuenta con el encanto de poseer un bello Ayuntamiento, además a pocos metros disfrutaremos de la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de las Angustias
y del cercano Puerto Deportivo, cuyas embarcaciones otorgan ese aire de tranquilidad a esta bonita localidad.
La espaciosa Avenida de la Playa recorre el Estero de San Bruno y nos ayuda a dar alcance
las magníficas playas y arenales de Isla Canela, cuyas aguas adolecen una serena quietud,
un cuantioso y desbordante espacio y una radiante luminosidad capaz de enamorar a la persona mas desencantada.
En su entorno brilla la Torre Almenara de Canela, un bastión defensivo encargado de la defensa del río Guadiana,
siguiendo itinerario entre los experimentados colores de la Avenida del Real que aventaja nuestra llegada
a la desembocadura del río Carreras y la confluencia del Caño de la Mojarra en plena Isla del Moral.
Lugar paradisiaco de la Costa de Huelva donde podemos sentir el delicioso ajetreo de las faenas pesqueras
y atravesar su pequeño y orgulloso poblado marinero entre un cálido ambiente artístico y representativo.
El Puerto Deportivo es un buen lugar para dar un sereno y sosegado paseo hasta las pasarelas
de madera tendidas sobre las blancas arenas y las aguas cristalinas de la playa Punta del Moral.
El nuevo día dibuja un amanecer brillante y luminoso y nos despereza entre el suave oleaje del mar
y las apacibles fragancias salineras que rodean los numerosos caños y esteros de la localidad de Isla Cristina,
que nada mas cruzar el puente sobre el río Carreras nos introduce en el ambiente típico de su zona portuaria.
Nuestro compromiso para visitar el pueblo comienza en la Gran Vía, que acoge la nívea fachada de la Iglesia Nuestra Señora de los Dolores
y el moderno edificio del Ayuntamiento con su efigie al escritor y político Roque Barcia Martí,  
alcanzando la Plaza de las Flores de la que parte la Calle Carmen, insertándonos en su precioso Paseo de las Palmeras.
Desde el Faro y la Playa del Cantil apreciamos la magnífica estampa y el bello perfil del pueblo,
girando por la Playa Punta del Caimán entre las labores de captura desarrollada por una comunidad de pequeños pescadores.
El puente pasarela de la Gola comunica el pueblo con las maravillosas playas de la Gaviota
y se conecta con la Playa Central por un fabuloso y estimulante trazado junto a las aguas del Atlántico.
Desde el puente, la luz del atardecer puede hacerte sentir el mismísimo paraíso y deleitarte
al mismo tiempo con la experiencia de navegar entre la cálida penumbra y el delicado crepúsculo proyectado por la luna.
El alba vuelve a seducirnos con sus mejores galas y con notable elegancia, acometiendo sus
primeras luces sobre la pequeña Capilla del Carmen en el barrio pesquero de Islantilla, que
muestra un enorme conglomerado de aperos y utensilios utilizados por los pescadores en sus faenas marineras.
Su estupenda Playa de la Antilla esta copada por un numeroso trajín de gaviotas o pavanas
que han invadido los kilómetros y kilómetros de frescura, blancas arenas y aguas impolutas.
Un precioso azulejo en honor a Nuestra Señora de la Bella preside el Puerto de El Terrón en
pleno Paraje Natural de las Marismas del río Piedras, en el que ha crecido un fondeadero con
puerto deportivo cuyos barcos realizan cruceros fluviales por el entorno y la Flecha de Nueva Umbría.
Subimos hasta la localidad de Lepe, enseñando orgullosa su Iglesia de Santo Domingo de Guzmán
y la adorable capilla sacramental dedicada a la Virgen de la Bella, patrona de esta bonita villa.
Entre el rítmico y refrescante sonido de la Fuente de la Plaza de España abandonamos esta 
localidad para llegar, en muy poca distancia, hasta los encarnados y encendidos colores que
decoran el alargado perímetro de las murallas del Castillo de los Zúñiga en la localidad de Cartaya.
Su Plaza Redonda está ocupada por el blanquísimo cariz y semblante del Ayuntamiento y la 
lustrosa Iglesia Parroquial de San Pedro, uno de los mejores exponentes renacentistas de la Comunidad Andaluza
y cuya mirada se viste con el colorido especial del entoldado de aros de croché realizado por las mujeres del municipio.
La pareja de faros de El Rompido cubren un extenso campo de navegación en la costa de Huelva
y sobresalen entre las embarcaciones de la peculiar playa fluvial formada por el río Piedras,
cuyo entorno y desembocadura son vigilados por las cúpulas pinariegas del Mirador de San Miguel,
presentando la protegida lengua de arena formada en el Paraje Natural de las Marismas del río Piedras y Flecha del Rompido.
Nuestra ruta realiza paradas en playa de la Bota, playa Mata Negra y playa de los Enebrales,
enfilando la playa de Punta Umbría empujados por las fuertes ráfagas del viento y los excitados brillos del mar.
En el pueblo marinero de Punta Umbría recorremos la Calle Ancha, llena de tiendas y bares,
llegando hasta el Muelle de la Cofradía donde se respira una intensísima actividad marinera
que contrasta con la tranquila serenidad que planea en su lujoso Puerto Deportivo, antesala
para el goce y disfrute de la idílica y encantadora puesta en escena que nos ha preparado nuestra diosa Luna.
Hay que efectuar un largo recorrido por las extensa marismas del río Odiel hasta aterrizar frente a la Catedral de la Merced de la ciudad de Huelva,
un edificio con tintes coloniales en el que la poderosa luz de su interior invade su hermosa cúpula central.
El maravilloso paseo fluvial por la Ría del Odiel nos invita a entrar en un mundo de pasarelas, muelles y embarcaderos
desde los cuales podremos esparcir nuestras miradas por un entorno natural con enormes contrastes en sus mareas
y que alcanza el Monumento a la Fé Descubridora en la Punta del Sebo, lugar de unión del río Tinto y Odiel para que juntos de la mano viertan sus aguas al Atlántico.
Enormes cuotas de historia se alojan en el cercano Monasterio de la Rábida, que presenta el máximo exponente en la consecución del descubrimiento de Las Américas,
brillando su iglesia y santuario de influencia mudéjar presidida por un bello crucifijo y rodeado 
de pinturas del siglo XVIII realizadas por Juan de Dios, con temática colombina y sobre la vida de San Francisco.
A pocos pasos, las réplicas exactas de la Pinta, la Niña y la Santa María fondeadas en el Muelle de las Carabelas,
construidas para celebrar el V Centenario del Descubrimiento de América en una escenografía que cuenta con la reproducción de un barrio medieval, su dársena y la Isla del Encuentro.
Siguiendo la carretera N-442 vamos a toparnos con los bravos coloridos de las flores que adornan
y hermosean la gran plataforma que guarda los barcos y embarcaciones del Puerto Deportivo de Mazagón,
en el que su enorme calado permite la entrada y salida de gigantescos transatlánticos a la zona portuaria de Huelva.
En el interior de la localidad de Mazagón nos sorprende el Faro del Picacho, una atalaya que
nos permite intuir y adivinar la alargada línea de costa y los mas de 30 kilómetros de playas y
arenales casi vírgenes que se extienden hasta el centro turístico de Matalascañas en el municipio de Almonte.
Siguiente parada en la Plaza de España de la localidad de Palos de la Frontera, cuidada al detalle con agradable entorno
que incita a un paseo, que a través de la Calle Rábida, alcanzará la Plaza Comandante Ramón Franco y su atrayente oficina de Turismo,
continuando por la Calle Cristóbal Colón donde resalta la Casa Museo Martín Alonso Pinzón, recreada y amenizada con el ambiente de la época.
La Fuente de la Fontanilla constituye un lugar emblemático en el que los marineros de las carabelas llenaron sus barriles de agua para el largo viaje hacia las Américas,
finalizando la visita a la población en la Puerta de los Novios, entre la elegancia mudéjar de la portada de la Iglesia de San Jorge Mártir,
y el enorme Busto de Colón localizado bajo la exuberante arboleda de la Plaza Pilar Pulgar.
En poco mas de ocho kilómetros nos plantamos entre las húmedas tonalidades de la Plaza 
del Cabildo en el municipio de Moguer, donde nos espera sentada la efigie a Juan Ramón Jiménez y la escultura de "Platero",
muy cerca de la casa natal del escritor, donde todos "sus sueños de infancia y adolescencia se encuentran a su agrado y en su recuerdo".
En la Plaza de las Monjas encontramos el Monasterio de Santa Clara, un edificio colombino del año 1493
y en la Plaza de Nuestra Señora de Montemayor se alza esbelta la Iglesia de Nuestra Señora de la Granada,
cuyo amplitud y aspecto catedralicio presume de ser la mas grande de toda la provincia de Huelva.
El desenlace de nuestras vacaciones se abre con otro maravilloso y rutilante amanecer para
situarnos sobre el puente romano que vigila el incipiente cauce del río Tinto en la localidad de Niebla.
Saludamos su portentoso Castillo de los Guzmanes, una vigorosa fortificación emplazada en
la parte norte de una gigantesca ciudadela construida en los siglos XI y XII y perteneciente a
la Taifa de Niebla, unos de los reinos independientes musulmanes que se crearon en esas fechas.
Tras recorrer su muralla medieval islámica y todas sus puertas aparece "Ibn Mahfuz", último rey andalusí
que nos emplaza hasta la preciosa mezquita reconvertida en la actual Iglesia de Santa María 
terminando la visita ante los restos de la Iglesia de San Martín, creando un delicioso y seductor espacio público en la localidad.
A poca distancia y por un trayecto bastante irregular alcanzamos el Dolmen Soto de Trigueros
para enterrarnos en una construcción funeraria megalítica datada entre el 3000 y el 2500 a.C.
Hemos recorrido la denominada Costa de la Luz entre la desembocadura del Guadiana y del Guadalquivir,
una bella odisea para sentir el mar con toda su fuerza y un idílico y espectacular paraíso que nos dejó momentos inolvidables.
Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes.

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