CAMINANDO, AL VIAJERO LE BROTAN DE SUBITO ALAS EN EL ALMA Y DESCONOCIDOS MUNDOS EN EL MIRAR

jueves, 23 de junio de 2016

VALLE DEL BAJOZ

Con esta ruta realizada el 3 de junio de 2016, quiero reivindicar el profundo y hermoso paisaje vallisoletano que se esconde entre los Montes Torozos, con el tópico asignado de la Castilla ocre y plana, confirmando en estos pasos la belleza y el colorido de un poderoso y enigmático entorno por el interior de la provincia de Valladolid. Pincha en el "play" de youtube para comenzar.

Esta primera parte, desde el municipio de  SAN CEBRIÁN DE MAZOTE  hasta la Santa Espina, la recorrí en BTT, admirando un amplio valle,  tranquilo y de un verde insultante, donde los agricultores cultivan sus tierras apretadas entre un tupido pinar.
El camino serpentea entre la corriente del río por lugares llenos de serenidad y hermosura
descubriendo entre las "chopas" diferentes pozos de riego y la Fuente de las Arcas
que siguen la brillante estela de este juguetón Bajoz
que obliga a toparnos con los recios muros de la granja monástica
y la portentosa silueta de un auténtico palacio que testimonian el declive de un gran sueño agrario.
Ahora si, comenzamos el paseo, ojeando el mapa de orientación y pudiendo descargar el itinerario en el siguiente enlaceVALLE DEL BAJOZ
En nuestros primeros pasos, tomamos contacto con el Molino de Valcuervo, donde aun intuimos el Cárcavo que conectaba 
con la Sala Molinera y las piedras que movía el rodezno, imaginándonos la brutal fuerza del río.
Alcanzamos el Monumento a los Primeros Pobladores
en el pequeño poblado de La Santa Espina.
Un precioso mural, con motivo del 50 aniversario, se confunde con el entorno
además de los numerosos guiños pictóricos del artista leonés Manuel Sierra, se despliegan por toda la localidad.
La blancura de sus casas contrastan con los azules del cielo
y con la frescura y los verdes que nos muestra el Bajoz en sus inmediaciones.
"Oculto entre empinados cerros y abruptas laderas en medio de agrestes montes se levanta, severo y majestuoso, el Monasterio de la Santa Espina"
Accedemos por un arco del triunfo del siglo XVI,
siendo también del mismo siglo la fachada de la Hospedería.
El maravilloso y extraordinario cenobio cisterciense fue fundado por Doña Sancha de Castilla, hermana de Alfonso VII en el año 1147.
Al siglo XVIII corresponden la fachada de la iglesia
y sus dos torres, de la Escuela de Ventura Rodríguez.
El Monasterio de la Santa Espina, deriva de la espina de la corona de Cristo que fue donada a la infanta Doña Sancha por el rey francés, Luis VII de Francia, y que posteriormente regaló a este monasterio, declarado Bien de Interés Cultural desde el año 1931
y que actualmente funciona como Centro Integrado de Formación Profesional donde se imparten enseñanzas agrarias.
Abandonamos el hermoso recinto siguiendo la cerca conventual en dirección a Castromonte, por el asfalto de la VA-VP-5004
que divisa a nuestra izquierda una solitaria torre de detección de incendios.
En algún tramo observamos la destrucción del muro
y un poco mas adelante encontramos una pequeña alberca o estanque sobre el Bajoz,
punto en el que parte un camino adosado a una pequeña franja de cultivo
que nos guiará hasta un pequeño pontón de sillares albardado, y que tras cruzarlo, 
daremos con las hermosas ruinas del Molino de Cubo
mientras imaginamos y escuchamos el ambiente y los ecos de tiempos pasados.
Progresamos un kilómetro mas
alcanzando el pequeño dique que sujeta las frescas y resplandecientes aguas del Embalse del Bajoz,
lugar de ocio y recreo para muchos aficionados a la pesca.
Entre una línea tupida de negrillos cruzamos el dique hasta el aliviadero del embalse
por una preciosa senda de pescadores que va desgranando la hermosura del pantano
con una maravillosa "puesta en escena"
llena de profundos matices 
e imágenes difíciles de olvidar.
Encinas, pinos, quejigos, endrinos y majuelos se extienden alrededor de esta pequeña retención del Bajoz
que fue bautizado en los años cincuenta como Pantano de Cabestany, ministro de Agricultura y propietario de las tierras; luego Embalse de la Espina, por el tirón del Monasterio y finalmente conocido como Embalse del Bajoz.
En la cola de retención el decorado vegetal va cambiando,
apareciendo intensos colores primaverales
dominados por un ejército de amapolas
y apareciendo entre las viejas choperas, la ruina y desolación de vetustos molinos abandonados.
El camino se separa del cañón para subir a buscar, entre bellos palomares,
el municipio de Castromonte, pueblo tranquilo y altozano,
donde podemos admirar su recia Ermita del Santo Cristo de las Eras
y el carácter sobrio que atesoran sus viviendas 
compuestas de madera, tapial, piedra y adobe.
En la Plaza de la Constitución
destaca la Iglesia de la Purísima Concepción del siglo XVI, en estilo barroco y toda ella de piedra,
con calles que mezclan lo antiguo y lo moderno.
Un poco mas arriba de estas antigüas edificaciones de adobe, nace el río Bajoz que discurre por la comarca de los Montes Torozos hasta desembocar en el río Hornija muy cerca del Duero.
Después de cruzar todo el pueblo, nos vuelven a escoltar diferentes palomares
que nos sumergen en el camino de vuelta, ahora por la margen derecha del Bajoz.
Nos encontraremos con una senda arbustiva de mayor porte, representada por coloridas zarzas que en algún lugar forman densas marañas prácticamente impenetrables y de difícil paso.
La ruta también nos muestra diferentes flores y su delicada belleza
que contrasta con la incisión producida por el río en la dura caliza que culmina todos estos páramos.
La primavera brilla entre las encinas
y decora todos los rincones por los que pasamos,
logrando alcanzar de nuevo las frescas aguas del pantano.
La senda que transcurre por la margen derecha es mucho mas agreste y áspera, pero no exenta de belleza,
consiguiendo llegar en poco tiempo hasta los últimos puestos de pesca.
Volvemos de nuevo por el amplio valle, mientras el hermoso camino se desliza y navega  
entre una trama de cultivos y acequias de riego
embellecidos y aderezados por un paisaje inimaginable,
mientras las tranquilas y apacibles aguas del Bajoz
penetran en la espesura del bosque
para alcanzar de nuevo, los dominios monásticos de la Santa Espina.
Salimos por su arco triunfal
para despedir y ver partir a este agradable y placentero Bajoz, que cruzará las localidades de San Cebrián de Mazote, Mota del Marqués, Villalbarba y Casasola de Arión, antes de arrojar sus aguas al Padre Duero.
Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes. Resumen en vídeo: VALLE DEL BAJOZ 
Hasta una próxima aventura.

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