CAMINANDO, AL VIAJERO LE BROTAN DE SUBITO ALAS EN EL ALMA Y DESCONOCIDOS MUNDOS EN EL MIRAR

martes, 21 de marzo de 2023

LA RAYA PACENSE

Después de haber disfrutado un estupendo viaje por la comarca cacereña de Alcántara y Raia Portuguesa, nos embarcamos en una nueva aventura entre las tierras fronterizas de la provincia de Badajoz y nuestro país vecino. La ruta se realizó entre 2022 y 2023, comenzamos.

La Fuente de los Caños en la localidad de San Vicente de Alcántara constituye el preámbulo
y el debut de un periplo que atraviesa la luminosa Calle Cervantes para darnos luz sobre la 
Iglesia San Vicente Mártir y llevarnos al Ayuntamiento en plena plaza del Parque de España
 donde tendremos tiempo para preparar, ordenar y asimilar los datos referentes al itinerario.

La carretera EX-110 nos revela todo el sabor, el aroma y el color de los extensos olivares y
alcornocales que alcanzan la línea defensiva y las murallas del Castillo de Luna, un hermoso
y espectacular baluarte con un amplio patio de armas, iglesia románica, cantina, mazmorras,
aljibe y una extraordinaria y excepcional Torre del Homenaje desde la que podremos divisar
el bello entramado urbanístico y las magníficas panorámicas de la localidad de Alburquerque.
Descendiendo por la ladera norte, nos encontramos la Iglesia de Santa María del Mercado y
un fabuloso barrio gótico y judería medieval que concluyen en el arco de la Puerta de la Villa. 
La Torre del Reloj y la cercana Iglesia de San Mateo presiden y regentan la Plaza de España,
mientras el Paseo de la Alameda nos llevará hasta el entorno del Convento San Francisco.
Atrás dejamos este altanero emplazamiento en busca de esa línea imaginaria que solamente
en los mapas podemos observar y que sin darnos cuenta hemos traspasado para ensamblar
dos países que siguen encontrado continuidad en la bella Fortaleza de Ouguela en Portugal.
El relente y la frescura del Valle del Xévora humedece los escudos y blasones de la portada
de un íntimo y reservado rincón que pone a la vista el reestructurado Palacio del Gobernador,
percibiendo la poderosa luz con la que deslumbra esta maravillosa dehesa preñada de olivos.
Paseamos por el deteriorado Patio de Armas y entre algunos edificios del Burgo Medieval,
saliendo hacia el foso para empezar a recorrer su soberbio entramado mural compuesto por
un cubo cilíndrico y numeroso contrafuertes y torreones adosados. En la parte alta de éstos
se practicó un estrecho adarve con "muretes" de protección desde donde se puede observar
el baluarte estrellado que cierra la vertiente occidental hasta la Iglesia de San Joao Baptista.
La exuberante Ribeira de Abrilongo sigue sorprendiéndonos con su insuperable hermosura,
llegando a las mismas puertas de la Iglesia Nuestra Señora da Expectaçao en Campo Maior,
la ermita de Nuestra Señora del Carmen y al arte funerario de la bella Capilla de los Huesos.
En lo mas alto de la localidad podemos caminar por el Baluarte de San Sebastián, bajando 
hasta la sublime riqueza decorativa que el arte rococó engalanó al Convento de San Antonio.
No podemos dejar de visitar la Puerta de Santa María o Puerta da Vila, subiendo de nuevo a
las Casas de la Guarnición para admirar el perímetro mural del Castillo y para conducirnos al
entorno de la Praça Velha donde se encuentra el Centro de Interpretación de la Fortificación.
Tras un largo descanso para reponer fuerzas, nos internamos en su enmarañado urbanismo,
terminando de inspeccionar todos y cada uno de los bastiones y defensas que rodean esta
Aldea Medieval entre un tranquilo sosiego difundido por esta numerosa progenie de ovinas.
Volvemos a traspasar esa Raya fronteriza para adentrarnos en el centro urbano de Badajoz,
entre su imponente Catedral Metropolitana de San Juan Bautista y su elegante Ayuntamiento.
Caminamos disfrutando de su casco antigüo por callejuelas que alardean coloridos murales,
alcanzando su hermosa Plaza Alta, uno de los lugares mas singulares y pintorescos de toda
la ciudad, ejecutando con su espectacular decorado un prestigioso influjo sobre el visitante.
La Puerta del Capitel nos invita a penetrar al recinto musulmán de La Alcazaba, comenzando
un viaje entre los siglos IX y XIII donde podremos admirar el Museo Arqueológico Provincial,
la Torre del Palacio Episcopal y las ruinas de las Ermitas de la Consolación y del Rosario.
A través de su adarve, iremos saludando a la Puerta de Carros, las Torres de la Horca, la del
Pendón, la Coracha, Siete Ventanas, del Alpéndiz, hasta llegar al viejo Torreón de Calatrava.
Notamos esa sensación placentera de recreo y regocijo al pasear por estos extraordinarios
parapetos almenados, acariciando la soberbia Torre Albarrana de Espantaperros convertida
en emblema de Badajoz. Terminamos esta edificadora y provechosa caminata por uno de los 
conjuntos islámicos mas grandes de Europa, siendo declarado Monumento Histórico Artístico en 1931.
El Puente de Palmas se mira orgulloso y presumido en las bruñidas aguas del río Guadiana,
mientras iniciamos una nueva andadura por el neogótico del Convento de las Adoratrices de 
San José, bajando por la Plaza de Cervantes en busca del Baluarte y defensa de la Trinidad.
Pasados los Baluartes de Santa Maria y San Roque alcanzamos la Puerta del Pilar del XVII,
después los Baluartes de Santiago y San José nos acercarán hasta la Ermita de la Soledad.
Por último accedemos al Baluarte de San Vicente, cuyos jardines y parterres nos llevarán en
volandas hasta la Plaza Reyes Católicos para sorprendernos con su bella Puerta de Palmas,
aprovechando el sosiego y la tranquilidad de un buen atardecer antes de irnos a descansar.
Las fronteras han sido siempre motivo de separación, pero ahora nos damos cuenta de que 
unen y enlazan, es el ejemplo entre Badajoz y la ciudad portuguesa de Elvas, que nos ofrece
gratificantes derroteros por el Fuerte de Santa Lucía y su imponente Acueducto de Amoreira,
el mayor de toda la Península Ibérica y con un pronunciado estilo romano en su arquitectura.
Los alegres colores del Parque Nossa Senhora da Nazaré nos animan y empujan a entrar en
su casco antigüo por la hermosa Fuente de Santa Mónica y por la Rua de Sao Francisco que 
nos aposentará en la Praça da Republica y ante la Iglesia de Nossa Senhora da Assunçao.
Junto al Pelourinho podemos apreciar el interesante Arco de Santa Clara, de origen árabe y
muy cercano al Castillo desde el que podremos otear la ciudad en su Miradouro da Parada.
El relajante sonido de la Fuente Romana nos insta a efectuar nuevas pausas y descansos, 
terminando esta prestigiosa gira en el cerro que ubica el Fuerte Nossa Senhora da Graça,
una majestuosa e insigne edificación estrellada cargada con un amplio currículo en Portugal.
Volvemos a España cruzando el Guadiana junto a las ruinas del Puente de la Ayuda y fijando
afinidades entre los dos países para prolongar nuestro viaje hasta la localidad de Olivenza.
Entre los Baluartes de San Blas y del Príncipe llegamos a la Puerta de Alconchel,  iniciando 
un entretenido garbeo por el perímetro mural de la Calle Lope de Vega, permitiéndonos paso
por la Puerta de San Sebastián con las perspectivas de la Iglesia de Santa María del Castillo.
Similar a la anterior, la Iglesia de Santa María Magdalena nos descubre el trayecto hasta el 
Baluarte San Juan de Dios que nos protege y refugia de una imprevista y repentina tormenta.
En la Plaza de la Constitución encontramos el edificio que alberga la Casa Consistorial para
pasar a embelesarnos con el carácter decorativo y naturista del depurado estilo manuelino de
sus templos, con techos rematados en variadas bóvedas de crucería y un enorme catálogo 
de paredes recubiertas por azulejos barrocos y retablos que acentúan una gran profundidad.
Nuestro viaje es una excelente experiencia para constatar el esplendor del campo extremeño
que se persona en la localidad de Alconchel para acceder al presuntuoso Cerro de Miraflores
donde esta acomodado su Castillo. Su hermosa portada gótica y su pasado templario crean
un punto de observación táctico y decisivo para su defensa, además, en sus laderas prospera
un Mirador Estelar en el que por las noches podrás cubrirte  bajo un bello manto de estrellas.
Extremadura y Portugal se vuelven a unir y a fusionar en las Capelas da Misericordia y la de
Sao Francisco junto al recinto fortificado y amurallado del Castillo de la localidad de Mouräo.
Nos recibe la Iglesia asociada a la fortaleza de Nossa Senhora das Candeias y a través de su
baluarte este, accedemos por la puerta custodiada entre dos torres, una de ellas convertida 
en campanario desde donde podremos divisar el prodigioso mar de tejados de la localidad.
Su historia nos empuja a penetrar entre las ruinas y la devastación de su patio de armas,
permitiéndonos alcanzar las grandes almenas de la Torre del Homenaje mientras avistamos
el deslumbrante Embalse de Alqueva, que dibuja con sus trazos, excelentes pinceladas de hermosura.
Los adarves de este insigne castillo conforman un balcón sobre la Ermita de San Sebastián,
además los derrumbes del Palacio del Alcaide ilustran los ingredientes necesarios para una entretenida excursión.
Las carreteras portuguesas N-385 y N-386 nos llevan a cruzar la frontera por Barrancos para
terminar este fantástico viaje en las inmediaciones de la Iglesia de Santa María del Castillo y 
la curiosa Plaza de Toros estrechada entre los brazos del Castillo de Fregenal de la Sierra.
Nos despedimos tras haber disfrutado de unas tierras que unen el Alentejo y Badajoz, donde el río Guadiana hilvana todas las discordias y diferencias de dos países condenados a la concordia y al entendimiento.
Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes.
 

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