CAMINANDO, AL VIAJERO LE BROTAN DE SUBITO ALAS EN EL ALMA Y DESCONOCIDOS MUNDOS EN EL MIRAR

lunes, 26 de diciembre de 2022

NECRÓPOLIS Y DINOSAURIOS

La provincia de Burgos nos permite descubrir las huellas (icnitas) que los dinosaurios quedaron grabadas en la comarca sur de la Sierra de la Demanda y los numerosos enterramientos y necrópolis delimitados entre las localidades de Regumiel de la Sierra y Quintanilla de las Viñas. Es día 8 de febrero de 2022, empezamos.

En la parte mas alta de REGUMIEL DE LA SIERRA  se localiza el yacimiento de "El Frontal" donde 

podemos ver las huellas fosilizadas de dos rastros cuadrúpedos atribuidos a iguanodóntidos. 
Mas abajo nos espera una necrópolis que contiene mas de 130 túmulos antropomorfos que
se excavaron en la roca en el siglo VII en los aledaños de la Iglesia Parroquial de San Adrián.
Las casonas de carreteros de su casco antigüo nos dejan en la carretera CL-117 para llegar
a la preciosa pradera COMUNERO DE REVENGA con una escultural fuente y una escarchada
laguna en la que se han instalado nuevos tipos de animales y plantas para su observación.
La Casa de la Madera enseña su uso y producción y es la seña de identidad de la comarca,
además podemos disfrutar de la bella estampa de la Ermita de Nuestra Señora de Revenga
y darnos un tranquilo paseo hasta su necrópolis rodeada por una exuberante naturaleza que
rodea las 145 sepulturas datadas en los siglos X y XI en un conjunto de alto valor patrimonial.
Aspiramos toda la frescura de los diferentes arroyos que suman al caudal del río Torralba y
admiramos la gigantesca extensión de este mar de pinos que sube hacia los Picos de Urbión,
llevándonos hasta el pueblo de QUINTANAR DE LA SIERRA con sus originales chimeneas cónicas
y casas pinariegas, herencia de una provechosa industria de la Real Cabaña de Carreteros.
Accedemos a las vistas meridionales de la Iglesia Parroquial de San Cristóbal del año 1630
cuya "Puerta de la Sierra" es la obra definitiva del artista y creador burgalés Bruno Cuevas.
El paseo sube hasta la Plaza Mayor, donde podemos encontrar el edificio del Ayuntamiento
y el altanero y orgulloso templete que se asoma sin miramientos a la atalaya donde se abren
unas estupendas vistas de la Ermita de Nuestra Señora la Guía en plena ribera del Arlanza.
No abandonamos este espacio pinariego, es mas, nos adentramos en la intensa intimidad de
este océano de oxígeno que guarda y envuelve la NECRÓPOLIS DE CUYACABRAS, una de las mas
importantes revelaciones de la arqueología medieval del siglo X en la Península, encontrando
localizadas dos centenares de tumbas antropomorfas y varios nichos labrados en las peñas.
Aspiramos un maravilloso halo de misterio y un profuso ambiente marcado por el misticismo 
en el que las sepulturas se despliegan por un holgado promontorio de roca arenisca que se
van alzando y elevando hasta hallar el amplio espacio presidido por una iglesia semirupestre.
Un último vistazo nos deja ver la labor y el trabajo practicado en el promontorio, mientras se
imaginaban el renacer y la resurrección entre creencias e ideologías puramente religiosas.
Aromas de pino y esencias de resina se desparraman por las apacibles laderas del Peñedo,
descendiendo de manera sosegada hasta conquistar la cálida estampa invernal del pueblo de
PALACIOS DE LA SIERRA, pudiendo saborear los primeros pasos de un recién nacido río Arlanza
que cabalga apresurado entre "trazas" románicas y renacentistas del Puente de la Dehesilla.
Un pequeño monolito con cuatro escudos nos devuelve a la carretera CL-117 para proceder
a realizar una magistral radiografía de los montes y vados de esta noble comarca burgalesa,
encontrando las pruebas y evidencias de una pequeña comunidad aldeana de tipo ganadero.
Nos referimos al conjunto religioso-funerario de SANTIUSTE del siglo IX, asociado a una exigua
necrópolis y a una iglesia semirrupestre con el ábside labrado integramente en la roca y cuyo
entorno está salpicado con algunas improntas de posibles estructuras de hogares y moradas.
Largos telones de piedra van delimitando los cuantiosos corrales y praderías que pueblan las
frescas vegas del Arroyo Bacharcía con un holgado concurso de escaramujos y gabarderas
que nos introducen hasta la Iglesia de San Esteban en la localidad de CASTRILLO DE LA REINA.
El camino se abre con amplias y nítidas panorámicas del Torreón de Castrovido y alcanza la
Ermita de las Benditas Ánimas en SALAS DE LOS INFANTES,  patria de los siete infantes de Lara.
El moderno crucero del Alto de San Isidro dibuja los horizontes sobre el valle del río Ciruelos,
apareciendo la sencilla y modesta ermita dedicada al patrón de los labradores del siglo XVIII
y un poco mas abajo el coso taurino decorado con imágenes del mundo de la tauromaquia.
La profunda huella y el significativo rastro de un magistral y meritorio arte callejero se adivina
en las inmediaciones de la Iglesia de Santa María, construida en los siglos XV y XVI de traza
gótica y con hermosa portada al sur, adornada con varios relieves y estatuas renacentistas.
Enormes casonas nobiliarias nos van asaltando en este periplo urbanístico por el pueblo que
sigue con su clara demostración para revelar y sacar a la luz múltiples sarcófagos de piedra
antes de llegar a la Plaza Jesús Aparicio, el centro de reunión y cotidianidad de los salenses.
Nos volvemos a encontrar con las aguas del río Arlanza, un espejo de lozana frescura que 
cruza entre los redondeados tajamares del Puente de Costana para delinear y proyectar una
estupenda ribera que nos conducirá hasta le cercana y prolija área recreativa de La Chopera.
Al otro lado del río se manifiesta el extraordinario crucero que reluce la Iglesia Santa Cecilia
y el arco románico perteneciente a la portada de la antigüa Iglesia Parroquial de Mazariegos.
A la salida del pueblo subimos a visitar el conjunto de cuevas y eremitorios de Peña Rota en
la que varios anacoretas, allá por el siglo VII, decidieron vivir literalmente colgados en la roca 
para dedicar y consagrar sus vidas, única y exclusivamente a la oración y a la meditación.
La corriente del río Arlanza atraviesa BARBADILLO DEL MERCADO y su iglesia de San Pedro
Apóstol de estilo Herreriano con típica portada-retablo muy común en los templos de la zona.
Además se puede iniciar un gratificante paseo en la Casona de la Botica para ir descubriendo
los numerosos palacios renacentistas distribuidos por su interesante casco urbano, llegando
hasta la ermita de la Orden Dominica del antigüo Convento de La Trinidad y finalizando entre
la larga cuna de estirpes y abolengos cuya nobleza quedó patente en los rincones del pueblo.
Seguimos avanzando por el bonito corredor entre las Sierras de la Demanda y Las Mamblas
que cruza la Iglesia de la Natividad en la localidad de Cascajares de la Sierra, abandonando
el Arlanza en las cercanías de Hortigüela y continuando el itinerario hasta la población de 
Mambrillas de Lara y su Yacimiento de la Pedraja, pudiendo observar las huellas fósiles de
algunos saurópodos cuya representación imagina a estos gigantes errando por estas tierras.
El largo e interminable farallón de La Peña nos anuncia la llegada al yacimiento icnológico de
Las Sereas 7 que conserva y resguarda el rastro de unas 60 huellas del paso de un variado
inventario de saurópodos (dinosaurios vegetarianos) y terópodos (dinosaurios carnívoros).
Sentimos la grandeza y la inmensidad de un lento proceso de erosión en las calizas y en los 
despeñaderos del risco de Peñalara, que con sus casi 1300 metros de altitud salvaguarda la
la magnifica estampa rural de la localidad de QUINTANILLA DE LAS VIÑAS, emprendiendo una
minuciosa y concienzuda travesía entre los rincones de una prodigiosa arquitectura popular  
que nos transportará hasta el robusto contorno y la vigorosa silueta de su Iglesia Parroquial.
Tras pasar los viejos lavaderos, salimos a la búsqueda del paraje solitario donde se empiezan
a ver los restos de varios sepulcros funerarios de piedra, formando la antesala y recibidor de
la ERMITA SANTA MARÍA DE LAS VIÑAS, un templo fechado a finales del siglo VII y una de las
mejores muestras de la arquitectura visigoda de toda la Península. Declarada Monumento
Nacional en el año 1929, merece la pena detenerse y repasar los estupendos frisos labrados
sobre los sillares, pudiendo ser considerados la "ópera prima" del arte visigodo en España.
El caprichoso juego de calizas trazado por estos anárquicos acantilados se estrellan contra
la desbastada silueta del Castillo de Lara de los Infantes, estableciendo el punto y final a este
maravilloso viaje por la histórica Tierra de Lara y sus copiosas señas de icnitas y necrópolis.
Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes. 

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