CAMINANDO, AL VIAJERO LE BROTAN DE SUBITO ALAS EN EL ALMA Y DESCONOCIDOS MUNDOS EN EL MIRAR

jueves, 31 de julio de 2014

COLLADO JERMOSO - POSADA DE VALDEÓN

Si en la anterior entrada describimos la subida desde el municipio leonés de Posada de Valdeón hasta el Refugio de Collado Jermoso, en esta detallaremos el regreso por la zona de Las Colladinas, Vega de Liordes, Canal de Pedavejo y Collado de Valdeón, terminando en Posada. Pincha en "play" y comenzamos.
Mapa de orientación y todos los datos en: COLLADO JERMOSO-POSADA DE VALDEÓN 
Despertamos el 15 de julio de 2014 en el Refugio de Collado Jermoso entre una inmensidad de montañas. Una vez desayunados y repuesto fuerzas
dedicamos nuestro particular homenaje a " ÁLVARO " compañero desaparecido allá en tierras de la Cordillera del Himalaya, llevándote siempre en nuestros corazones.
No queremos decir "adiós", solo un "hasta luego", a uno de los lugares mas indómitos e inaccesibles del Mácizo Central de los Picos de Europa.
Después de despedirnos del magnífico personal del Refugio, iniciamos la vuelta por 
la zona de Las Colladinas, a la sombra de los Picos Peñalba, Palanca y Llambrión, por una senda bien marcada entre las rocas.
A espaldas de la mole del Peñalba,
el camino explota con pequeñas plantas que nacen entre la umbría de las piedras para vivir su corta vida,
llenándolo de intensos y entusiasmados colores.
La última Colladina nos muestra, hacia atrás, la espectacular ubicación aérea sobre el abismo del Refugio Collado Jermoso
mientras estampamos nuestras siluetas en el impresionante lienzo de Peña Santa de Castilla.
La senda se adorna por las monumentales cimas y sus neveros perpetuos
que caen hacia el precipicio, despeñándose en profundo tajos y canales.
Ver no es lo mismo que mirar, por eso en cada paso y en cada parada observamos al detalle el magistral y poderoso escenario que nos envuelve
captando todas las sensaciones que nos ofrecen estos privilegiados miradores.
El cielo se queda corto ante la irrupción de estas altivas montañas que parecen tratar de penetrar en el, cuando caminamos en el anfiteatro que forman la Torre del Llambrión y Torre Blanca a mas de 2600 metros de altitud.
El hermoso sendero busca acomodo entre canales e imposibles vericuetos
mientras, con el rabillo del ojo, hacemos un seguimiento de la trayectoria traída hasta aquí.
Estas maravillosas tierras son frecuentadas por los rebecos, auténticos funambulistas de estos promontorios y riscos.
Alcanzamos el Sedo de la Padierna, así se denomina este sendero tallado en la roca, que nos va a introducir en la maravillosa Vega de Liordes.
Aquí también tiene su entrada la Canal de Asotín, custodiada y vigilada al fondo por la silueta de la Peña Santa de Castilla.
Vamos cruzando esta maravillosa pradera de montaña y gran depresión
que se hunde entre los Picos de la Padierna de 2314 metros y la Torre Alcacero de 2239 metros respectivamente.
Nos asalta un prodigioso jardín entre el océano de caliza
con prodigiosas y admirables bellezas
que aderezan y engalanan los suelos de Liordes.
Un pequeño impulso al pie de la Torre de Liordes
para admirar esta impresionante vega en la inmensidad de piedra,
donde el ganado pasta placidamente su sustento diario.
Abandonamos este maravilloso entorno natural
bajo la Torre de Salinas que con sus 2447 metros 
nos enfila por una pedregosa trocha en fuerte desnivel
hasta el Collado de Pedavejo, persuadidos por la belleza salvaje de estos monstruos rocosos de Picos de Europa.
Un pequeño nevero se entromete en nuestros pasos
antes de llegar a la Torre de Pedavejo, fiel guardián
del estrecho horcado y espeluznante garganta que nos va engullendo en su interior
por un sinfín de zig-zags en descenso
que nos dejan impresionantes imágenes del Valle del río Cantijan.
Un prodigioso balcón para seguir oteando
el sinuoso sendero
que cuelga sobre el verde praderío de la Majada de Remoña.
Aunque seguimos descendiendo y escrutando parajes
el calor aprieta en este sofocante día de verano y hasta "Siro " agradece una buena repuesta de líquidos.
Nos dirigimos hacia el Collado de Valdeón pisando las faldas de la vertiente sur de Torre Salinas
contemplando el fabuloso plató que se extiende a nuestros pies
mientras un grupo de ilustres corceles interactuan con nosotros.
Flecha convierte la ficción en realidad, transformándose en el "hombre que susurraba a los caballos".
Como se diría en televisión, esto solo ocurre en riguroso directo, abandonando estos maravillosos espontáneos 
y encaminando nuestras zancadas
por el lozano pastizal de Remoña.
Tras pasar un aprisco
al sur de la Peña Regaliz, clavamos nuestra mirada 
en el fondo del valle donde se asientan las localidades de Pido y Espinama.
Entre coloridas escobas
nos situamos en el Collado de Valdeón a 1779 metros de altura
donde cogemos el PR-PNPE 15, Senda del Mercadillo, un camino utilizado por los vecinos de Valdeón para acudir a las ferias y mercados de ganado en la vecina comarca de Liébana.
El recorrido atesora un enorme valor paisajístico
con inmejorables vistas del Valle de Valdeón
y una fuente inagotable de sorpresas.
El Mácizo Occidental de Picos de Europa se convierte en el faro que guía este hermoso sendero
para alcanzar el siguiente collado, el Collado de Peranieva a 1587 metros.
En toda la travesía nos acaricia y nos dejamos querer por el "verde" que inunda las inmediaciones de la siguiente majada
con un fresco pilón y abrevadero donde "Siro" se vuelve a desempolvar el polvo del camino y refrigerarse.
A esta hora los equinos buscan la sombra, mientras continuamos
el descenso
hacia Posada de Valdeón.
Tierra de montañeros y montaraces cuya aspereza no tiene rivales, en el que la piedra vertical se asoma por la agreste vegetación
que nos introduce, en este último tramo, por un fenomenal robledal, amo y señor de las laderas de Picos de Europa.
El valle se aprecia caluroso
aunque los colores del entorno brillan 
con tonalidades deslumbrantes.
Las tejas y los hórreos nos avisan de que hemos alcanzado Prada de Valdeón, al lado del cauce del río Arenal, principal afluente del río Cares.
El pequeño pueblo conserva la arquitectura tradicional de montaña con sus casas de piedra y sus estrechas calles
y en su fuente recuperamos el aliento y aliviamos nuestra sed.
Terminamos esta maravillosa ruta frente a la iglesia de Posada de Valdeón, mientra la tarde declina tras haber vivido un evidente y auténtico mundo de singular y generosa belleza en el Parque Nacional de los Picos de Europa.
Como colofón a esta trepidante aventura, un buen brindis por futuros lances senderistas.
Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes.
Esta ruta tiene su inicio en: POSADA DE VALDEÓN - COLLADO JERMOSO 

1 comentario:

  1. me han encantado las fotos y como siempre la narrativa las acompaña estupendamente. Un abrazo del hombre que susurraba a los caballos!!!;) Arregla esa camara que te has tenido que meter una jabarda buena...

    ResponderEliminar