CAMINANDO, AL VIAJERO LE BROTAN DE SUBITO ALAS EN EL ALMA Y DESCONOCIDOS MUNDOS EN EL MIRAR

sábado, 16 de julio de 2022

CASCADAS DE LAMIÑA

El día 8 de julio de 2022 viajamos a Cantabria para acercarnos, entre las riberas del río Saja, al maravilloso Valle de Cabuérniga, encontrando la pequeña localidad de BARCENILLAS que nos descubrirá el hermoso rincón de las Cascadas de Lamiña o de Úrsula. 

La Iglesia de San Sebastián de Barcenillas situada en lo mas alto del pueblo es el comienzo del itinerario  
y el mejor lugar para empezar un hermoso recorrido entre las infinitas flores que adornan los
balcones y galerías de una de las mejores muestras de la arquitectura tradicional montañesa,
constituyendo uno de los conjuntos mas llamativos y sugerentes de toda la región Cántabra.
Alcanzamos la Fuente Vieja con dos caños de agua, un alargado pilón abrevadero adosado 
a un lavadero techado donde las mujeres lavaban y aclaraban todos los ropajes y vestuarios
y donde aprovechamos para estudiar y analizar el circuito hacia las CASCADAS DE LAMIÑA.
Asombrados entre los diferentes elementos decorativos que atesora el pueblo, buscamos la
dirección correcta por una de las calles que nos llevará hasta la orilla del Arroyo Barcenillas,
encontrando en su cauce seco y agostado unos simpáticos "parros" y ansares que juguetean
junto a los corrales y establos con varios caballos que toman sus cuotas de alimento diario.
El paseo se va convirtiendo en una sencilla y relajada caminata que se adentra en un bosque
que escucha los suaves y agradables susurros de la Fuente del Cotero y donde aspiramos
los tiernos aromas de una fabulosa frondosidad capitaneada por una multitud de avellanos y
 nogales cuya cosecha y frutos se forjarán a mediados de septiembre y en el mes de octubre.
La amplia senda asfaltada nos permite un paso resuelto y decidido, situándonos en el interior
de una espléndida masa forestal que nos engulle y nos atrapa con sus verdes tonalidades y
en la que especialmente sobresalen distintas especies y variedades de robles, pinos y hayas.
Mientras tomamos altura empiezan a dejarse ver los bellos perfiles y horizontes redondeados 
de un valle que acoge también a un ejército de eucaliptos en el que sus bálsamos y esencias
se combinan a la perfección con los matices y tonalidades de una orgullosa masa pinariega.
Montañas, arboledas y prados van conformando una serie de rincones de singular belleza,
apareciendo en ambos lados del camino antigüas y solitarias tenadas y casas de labranza 
que apostadas entre las tranquilas praderías dan ese toque de tranquilidad y sosiego al valle.
Nuestras botas siguen deambulando entre largos y prolongados vallados de piedra por el que
van desfilando nuevas cabañas y refugios situados junto a pequeños prados de siega que se
alternan con profundos y sombríos túneles vegetales que nos protegen y resguardan del sol,
así como la mayoría del ganado que busca protección y sombra en las zonas de mas umbría.
Seguimos rodeados por una magnífica arboleda y por pequeños y relucientes prados, en un
sendero que nos invita a prestar atención a los primeros compases del Arroyo Barcenillas en
las inmediaciones de un viejo y olvidado establo para la ganadería y en donde efectuamos 
una parada para recuperar fuerzas y disfrutar del gratificante sonido del discurrir del agua.
Hemos cruzado un puente de hormigón y a partir de ahora nos encontramos con una suave
pendiente flanqueada por una larga hilera de hayas, que como soldados en formación van
guardando el camino y permitiéndonos la entrada y el paso a las numerosas fincas y terrenos. 
La claridad y luminosidad del día nos sigue desvelando el excepcional paisaje de Cantabria
del que siempre hemos estado enamorados, continuando el ritmo de subida hasta la entrada
y las indicaciones de la masa forestal donde se alojan las Cascadas de Lamiña o de Úrsula.
Descendemos en busca del agua y cauce del Arroyo Barcenillas que se vislumbra tranquilo y 
sosegado bajo la flamante cúpula arbórea de un bosque de cuento que nos hace disfrutar y 
conectar con la calma y tranquilidad que solo sabe dar una naturaleza relajada y espectacular.
Atraídos e hipnotizados por la melodía del río, vamos remontando sus hermosas y frescas 
orillas, encontrando las primeras pozas y cascadas diseñadas en este atractivo ecosistema. 
El espectáculo principal comienza tras cruzar un precioso puente de madera donde la unión
de los arroyos Moscadorio y Barcenillas han diseñado la "puesta en escena" mas hermosa
y deslumbrante de este impresionante aquelarre acuático que forman las Cascadas de Lamiña.
Paseamos por un refrescante recorrido en el que el agua se convierte en el protagonista y
personaje principal de un filme con numerosas y atractivas cascadas y saltos de agua que 
van desvelando los soberbios y presuntuosos entresijos de una estupenda trama cuyos
argumentos intentan construir el deslumbrante desenlace de esta grandiosa arquitectura natural.
Entre fotografía y fotografía, aprendemos a escuchar como fluye y discurre este saludable 
sonido de vida que se desliza vertiginosamente en una nueva y mágica catarata, convirtiendo
el lugar en una postal de belleza indescriptible y en un espacio de relajación y laxitud donde
tranquilamente nos podremos sentar a oír el encanto y seducción de esta agradable melodía.
El placer visual y sonoro nos arrastra hasta nuevas instantáneas escondidas y encubiertas
entre un delicioso anfiteatro rocoso y la frondosidad del bosque y donde el agua vuelve a 
derramarse para romper un silencio e hipnotizarnos con su intensa hermosura y esplendor. 
El camino sigue conectando con lo mas profundo de esta naturaleza sabia y erudita que nos
obliga a cruzar algún que otro paso y pontón de madera para ayudarnos a localizar y ubicar
el último y majestuoso rincón de este impresionante paraje en pleno corazón de Cantabria.
Regresamos sobre nuestros pasos entre los susurros prolongados de las hojas del bosque
para salir a la pista envuelta entre talanqueras de madera que cierran prados y pastizales
decorados y embellecidos por la animada gama de colores propios de la época estival y veraniega.
Alcanzando el cruce de caminos, tomaremos dirección izquierda hacia la localidad de Lamiña
que en suave ascenso nos dejará preciosas vistas de los seles donde descansa el ganado
y las panorámicas del sereno y apacible valle que abraza y encierra los tesoros ya visitados.
Coronamos la parte mas alta del itinerario para disponernos a divisar y contemplar las verdes
y sinuosas laderas que conforman la lozana vaguada por donde corre el Arroyo Barcenillas
que circula apresurado entre los muros y tejas de la solitaria Ermita de San Fructuoso,
entreteniéndonos en una animada persecución del rastro y aleteo de un sinfín de mariposas. 
Toros y bueyes nos regalan intensas experiencias y nos desvelan los umbrales del pueblo de
LAMIÑA, saludándonos con la frescura de sus fuentes y abrevaderos y haciendo especial 
hincapié en la escultural Fuente de Arriba que data del siglo X y adosa un antigüo sarcófago,
apreciando las cicatrices de la piedra del afilado de cuchillos y los culos de botijos que aquí se llenaron.
Atravesamos la escultural fisonomía de la localidad entre balcones y galerías ornamentadas
que buscan los sencillos perfiles de la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Rosario,
subiendo a su coqueto campanario desde donde podemos obtener unas magníficas y bonitas
vistas del entorno de su población en un maravilloso rellano en pleno Valle de Cabuérniga.
La elevada espadaña de su iglesia fundida entre un impresionante lienzo montañoso arroja 
nuestros pasos hacia un apabullante paisaje que procura buscar el camino tradicional de
bajada entre el clamor sosegado de un bosque casi impenetrable, llevándonos sin remedio
hasta BARCENILLAS y su peculiar y enorme Casona del Pontón de cinco arcos del siglo XVIII.
Terminamos la ruta con un profundo garbeo entre los destacados escudos, linajes y recios
abolengos de la Casona del Cantero, continuando por estrechas callejuelas que muestran los
caseríos tradicionales inundados e invadidos con los acentuados aromas de las hortensias.
Casas con grandes y ostentosos portales construidos con dineros generados en América que
se cuelan entre los pintorescos y característicos rincones que podemos admirar en sus barrios.
Una pequeña ermita con columnas y capiteles luce entre todo este universo de arquitectura 
rural montañesa que seduce y encandila hasta los mas despistados viajeros que son atraídos
por sus solanas y balaustradas con perfectos trabajos de talla esculpidos en sus piedras y maderas.
Los ladridos de un pequeño y escandaloso cachorro se mezclan entre los últimos detalles y
las exquisitas delicadezas en el momento en que nuestros estómagos comienzan a protestar.
Tras la comida, desactivamos nuestro "modo rutero" y conectamos el "modo relajación" en la 
Playa de Oyambre, disfrutando del sol y el mar en esta maravillosa naturaleza cantábrica.
Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes. 

GALERÍA FOTOGRÁFICA: CASCADAS DE LAMIÑA

2 comentarios:

  1. Ha sido una delicia leerte y admirar el trabajo fotográfico que acompañan pues ha sido como recorrerlo con vosotros. Un abrazo fuerte para todos los miembros del comando senderista. Irene y Edu.

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    1. Gracias por pasearos entre las líneas que describen esta excepcional ruta por el corazón de Cantabria y animaros a verla en la realidad, porque seguro que no os dejará indiferentes. Recibid un caluroso y cordial saludo, Eduardo e Irene.

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