CAMINANDO, AL VIAJERO LE BROTAN DE SUBITO ALAS EN EL ALMA Y DESCONOCIDOS MUNDOS EN EL MIRAR

sábado, 24 de febrero de 2018

LAGARES RUPESTRES

La mañana del 22 de febrero de 2018 parece anunciar el típico día despejado de invierno, con la salvedad del frío intenso del aire del norte. En estas condiciones nos acercamos hasta el municipio salmantino de San Esteban de la Sierra para recorrer la Ruta de los Lagares Rupestres, unas estructuras pétreas diseminadas por los alrededores de la localidad y que hace mucho tiempo constituyeron el primer proceso de la elaboración del vino. Pincha en el "play" del reproductor y comenzamos esta aventura.
Nuestros pasos comienzan junto a la Iglesia Parroquial de San Esteban
para ir subiendo por sus calles estrechas y empinadas hasta su pequeña y hermosa plaza
donde está situada la Casa Consistorial con bella balconada,
continuando entre su atrayente arquitectura popular típica de la Sierra de Francia, 
instalándonos, tras pasar su Ermita y la carretera, sobre esta pequeña fuente con abrevadero, junto a la Bodega Cooperativa de San Esteban.
Repasamos el mapa de orientación y todos los datos del itinerario en el siguiente enlace: LAGARES RUPESTRES 
Junto a una cruz de piedra tomamos el llamado Camino del Guijarral,
paseando entre vallados de piedra donde se cultiva una infinidad de olivos
que desprenden sus suaves y delicadas fragancias.
Este primer tramo de ascensión alcanza el Alto del Guijarral
continuando la tranquila y apacible subida 
hasta llegar al Lagar Bajenoso, muy bien conservado con dos concavidades cuadrangulares
y donde disfrutamos de unas panorámicas espectaculares de San Esteban de la Sierra.
Retrato sobre las pilas o lagar
para continuar unos 200 metros mas arriba
y visitar el Lagar de Manolo, en el que el pilón receptor del mosto aparece separado de la excavación principal.
Detrás de este lagar nos asomamos al mirador que forma la Peña del Lechón.
A medida que avanzamos
realizamos un escrutinio del paisaje en el que las vides se asientan sobre las primeras estribaciones de la sierra
atendiendo a los destellos y colores que nos propone el primer golpe de vista.
En una profunda curva cerrada vadeamos el regato de Valmedroso
alcanzando una fuente de agua no potable,
mientras nos sacudimos la pereza y recuperamos el paso
para desviarnos, entre inmensas retamas,
hasta el magnífico Lagar de Prado Concejo.
La Peña Caballera luce con su esbelto equilibrio inestable 
entre un berrocal de hercúleas moles graníticas y lanchones de piedra 
que llegan hasta la Era de Prado Concejo.
Nos convertimos de nuevo en ese "niño" que todos llevamos dentro para jugar y retozar con este maravilloso entorno que nos convierte en cómplices del paisaje.
Regresamos al camino principal entre el color y los perfumes de algunas plantas
para colarnos entre el luminoso robledal que nos conducirá 
hasta el bien conservado Lagar de las Huertitas,
con recipiente trapezoidal y conexión a través de bocín a la pila pequeña.
El bosque acoge la naturalidad y el sosiego de nuestros pasos
descubriendo pastos y comederos vacunos
y destapando la simpleza y la sencillez de los tonos y matices que nos rodean.
Cruzamos el segundo Lagar de Huertitas, no en tan buen estado como el primero,
continuando la ascensión con pie firme y la sensación de libertad
que nos aporta la altura, oteando el pueblo de El Tornadizo
entre los alegres cánticos y el vocerío de una bandada de grullas que perturban el silencio meditativo de la mañana.
La luz de este bosque radiante nos anima a continuar nuestro ritmo uniforme
atravesando un extraordinario paisaje montaraz
y alcanzando el espléndido Mirador de Majallana,
situado junto a un bien conservado corral de piedras.
Terminamos esta tendida y gratificante subida saliendo del robledal
y tocando la parte mas alta de la ruta, donde esta afincado el Lagar del Muñiquero. El lagar se encuentra en una zona cercada para el ganado y constituye el lagar de mayor dimensión de San Esteban de la Sierra.
Un travieso y juguetón mastín no quiere perderse la foto sobre el colosal y pétreo lagar,
incorporándose a la borrachera de aire puro que desprenden las nevadas cumbres de la Sierra de Béjar y del Macizo Central de Gredos.
Sin romper la armonía del paseo
nos entregamos a la cordialidad y al equilibrio del paisaje,
alcanzando la zona de Los Pajares,
donde nos sentimos atrapados entre el intenso robledal que asciende hasta el Riscos de 982 metros
y las abrumadoras alturas de la cercana sierra salmantina.
Observamos el pequeño lagar del núcleo principal de Los Pajares
en un hermoso caserío de cierta entidad y los corrales de sus alrededores.
Mas adelante, la luz de la sierra penetra por los viejos muros
del esqueleto que forman los corrales y el caserío tras la circular Era de Trillado.
Efluvios y fragancias a vino nos envuelven y arropan
en la Era del Tío Pablo, de características similares a la anterior y en buen estado de conservación
Entre grandes bolas graníticas llegamos hasta el último lagar señalizado del itinerario,
el Lagar de Agustín, hasta hace poco oculto entre tierra, piedras y abundante matorral.
Mas abajo nos acercamos al soberbio y majestuoso Mirador de la Cruz del Monte para divisar los viñedos, el olivar y las praderías que rodean a San Esteban y Santibáñez de la Sierra, además de atisbar entre la niebla la cumbre de la Peña de Francia.
El camino desemboca en la carretera, al mismo tiempo que nuestros músculos se van relajando
vamos sintiendo un enorme placer al transitar entre el viñedo
y la sensacional "puesta en escena" de luz, 
tonos, colores
y aromas
mientras deseamos y suspiramos por la llegada de una temprana y cercana primavera que llama con fuerza a nuestras puertas.
Con la sensación de habernos purgado de todos los males, entramos de nuevo a San Esteban de la Sierra
terminando con el "descanso del guerrero" tras haber librado la gran batalla 
de los Lagares Rupestres desde la Iglesia de la localidad.
Momentos para el diálogo, las risas, las anécdotas y un magnífico y suculento menú en el Restaurante Las Llares de San Esteban de la Sierra.
Desde Comando Senderista, queremos dar las gracias a todo el personal y gerencia del restaurante por el trato, el buen hacer y la hospitalidad que derrocharon con nosotros y la enorme calidad de sus platos que seguro son sus señas de identidad.
Muchas gracias por vuestra amabilidad. Seguro que volveremos.
Un saludo a tod@s caminantes. Hasta una nueva aventura.
ÁLBUM DE FOTOS: LAGARES RUPESTRES 

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