CAMINANDO, AL VIAJERO LE BROTAN DE SUBITO ALAS EN EL ALMA Y DESCONOCIDOS MUNDOS EN EL MIRAR

domingo, 13 de julio de 2025

CAMPOS DE LAVANDA EN CALERUEGA

A tan solo 80 kms de Burgos, la localidad y villa de Caleruega se convierte en estos días en la "Provenza Castellanoleonesa" donde miles de lavandas muestran sus fragancias y colores y cuyo esplendor cautivará todos nuestros sentidos. Es día 7 de julio de 2025, comenzamos 👇

Este histórico y monumental municipio nos saluda con la estatua del "Cid Campeador" y el "Monolito de la Corneja", pudiendo leer los versos del Cantar de Mío Cid "Espantad el mal augurio y otros malos conjuros, apoyad la mano presta sobre la corneja diestra y llevad de Caleruega el Cid y vos "suerte" cierta".

Sin mas dilaciones iniciamos un recorrido que tiene los siguientes datos y referencias 👇👇

Al sur de la localidad y entre las carreteras BU-910 y BU-923 encontramos los Pagos de las
Eras, Fuente Cobos y Oliveros, tomando contacto con las primeras fincas de lavandas entre
campos cerealistas para llevarnos de la mano a descubrir estos radiantes y llamativos mares.
Mares en cuyo seno, podremos deleitarnos con un sinfín de "bellezones" que contribuirán al
incremento de numerosos perfumes y aromas emitidos en un mágico rincón donde el tiempo
parece haberse detenido y donde abundan grandes y colosales dosis de calma y serenidad.
El Torreón de los Guzmanes, prisionero entre los muros del Convento y Monasterio de Santo
Domingo, impulsa nuestro pedaleo hacia el corazón de Caleruega a través de los aspectos 
mas típicos y rurales del pueblo, ejecutando una pequeña parada junto al Parque Infantil en
donde podremos refrescarnos y abastecernos de agua en su discreto y arreglado fontanar.
La estatua en honor a Santo Domingo de Guzmán representa al fundador de la Orden de los
Dominicos, ocupando un importante lugar junto al monasterio donde predomina un románico
inicial del siglo XII con avanzados y transiciones posteriores hacia gustos góticos y barrocos.
El hermoso conjunto conventual se construyó en el año 1952 rodeando el Torreón y cuidando
la estructura inicial del Real Monasterio y salvo por las torres achapiteladas, parece todo uno.
La Iglesia Parroquial de San Sebastián, cuyo templo original conserva la puerta de entrada y
la torre del campanario, fue construida en los siglos XI-XII en puro estilo románico castellano.
Junto a ella y bajando a la Plaza de la Virgen del Rosario nos topamos con el Ayuntamiento,
el Monumento al Vigor de la Mente y la estilizada Fuente de los Escudos, marcando el camino
para salir por la carretera de Espinosa de Cervera en busca de un nuevo espectáculo floral.
El apuesto y generoso Valle del río Gromejón cambia el atuendo de su paisaje cuando llega
el verano, convirtiéndose en un maravilloso océano con agudas tonalidades azules y violetas.
La exhibición de color y brillantez está servida mediados del mes de julio, ya que coincide con
el momento exacto de su floración, pudiendo disfrutar de una desmesurada y deslumbrante 
belleza mientras aspiramos las sorprendentes y cálidas fragancias que desprenden sus flores.
Mas adelante alcanzamos el Área Recreativa de la Fuente Rendelucas, un pequeño espacio
de descanso para librarnos de las altas temperaturas y surtirnos de la frescura de sus aguas.
La carretera sigue cruzando un paisaje infinito, alcanzando un estrecho camino a la izquierda 
para encajarnos en el Pago de la Veguilla, un pequeño distrito formado por pequeños alcores
entre las suaves ondulaciones que presentan los páramos de Costacostín y Valdelascasas.
Siempre respetuosos con el entorno, caminamos entre sus alargados cerros sin causar daños
en estos fascinantes cultivos y con la atención y cuidado de las numerosas abejas que obran el proceso de la polinización.
El púrpura de estas extraordinarias flores siguen dibujando una elegante joya natural y parte
de su encanto se acompaña con una interesante pasarela de tonalidades que compiten con
los destellos y notoriedad otorgados frente a la impetuosa presencia del entorno de lavandas.
Cardenchas y Baños de Venus (dipsacus fullonum), nos van a acompañar junto a las orillas 
del Arroyo Gromejón hacia un paraje que rezuma el aroma árido y reseco de trigos y cebadas,
admirando en todo momento el amplio aspecto y maquillaje de una tierra que roza la magia. 
Estas infinitas plantaciones de lavanda que florecen en plena Ribera del Duero nos hubieran
enloquecido entre las luces del amanecer y del atardecer al mostrar sus tonos mas amables.
Por deberes inexcusables no fue posible, así que continuamos con nuestro itinerario entre los
blancos, verdes y dorados que aparecen en Las Bodegas, junto a la carretera de Valdeande.
Todo es magia en estos campos de lavanda, incluso el zumbido de las miles de abejas, que 
con sus agradables sinfonías, nos permiten pasear por sus hileras perfectamente delineadas.
Los ocres y verdes de sus resaltes calcáreos van adornando y contrastando los perímetros y
contornos de estos campos teñidos de flores moradas, millones de flores para recolectar y 
cosechar, pasándolas mas tarde por el alambique para extraer todas sus esencias, entrando
a formar parte de los cosméticos mas estimados y los perfumes mas exclusivos del mundo.
Sus aceites serán utilizados también para cremas y usos medicinales, además con fines gastronómicos, se producirán deliciosos dulces, helados y zumos.
El camino sigue mostrando indudable belleza y produciendo gratas y amenas experiencias 
multisensoriales avaladas con la placentera decoración de numerosos ramilletes de amapolas
y amarillas para contribuir con sus olores y colores a un espectáculo para todos los sentidos.
Comenzamos el ascenso hacia el Páramo de San Pedro con la fabulosa panorámica de las
mas de 250 hectáreas de lavandas que lucen con radiante esplendor y donde el olor y el color
siguen siendo los principales protagonistas y galanes desde la salida del sol hasta su ocaso.
En el transcurso de la subida observaremos la rotura de la monotonía dorada de los típicos 
campos cerealistas para seguidamente instaurar un prodigioso e increíble "jardín calerogano".
Iremos viendo y apreciando como las plantaciones alcanzan matices lilas muy intensos y sus
infinitos surcos nos seguirán brindando la fotografía mas parecida a una pequeña Provenza. 
Cerca de la paramera nos asaltan viejas construcciones ganaderas en desuso, oteando en su
entorno numerosos colmenares donde se produce la preciada miel, la cera, el propóleo y la jalea real, entre otros.
Antes de alcanzar el Camino de Marojal en lo mas alto del páramo, impactaremos entre los
altos y esponjosos cerros mientras los productores acondicionan las fincas para su recolección.
En estas llanuras mesetarias, el paisaje se contrasta con nobles y fieles acompañantes como
son los jóvenes y adustos girasoles y los dorados cerealistas moteados por algunas encinas.
Divisar la infinidad de la llanura violeta mas bonita de la zona con la sensación de un manto
que no tiene fin e inspirar profundamente los aromas de lavandas es algo .....¡¡hipnotizante!!.
El silencio, el mutismo y la soledad del campo es otra ayuda y un nuevo impulso para seguir
recorriendo un bello prodigio de la naturaleza con un espectáculo realmente único y exclusivo
y cuya puesta en escena será seguro una experiencia inolvidable para disfrutarla y recordarla.
Horizontes entre los Altos de Cervera que marcan el derrotero de un "neonato" río Esgueva
que extiende su aura de frescura y su pequeño aliento por esta atractiva comarca castellana.
Por último nos trasladamos hasta el Pago de Carraburgos en donde un sol de justicia espolea
la brillantez y lozanía de esta ansiada ceremonia visual, ondeando sus flores al viento para
esparcir y diseminar este fantástico paraíso aromático que nos envuelve con su hermoso hechizo.
Una enorme satisfacción y un gran placer el caminar por estos ilustres océanos de púrpura,
haciéndonos sentir como las partes mas importantes de un cuadro y donde una auténtica y
fidedigna armonía trenzará y fusionará una sana relación entre el ser humano y la naturaleza.
De vuelta a Caleruega no podemos dejar desapercibidos los novedosos e innovadores tintes
que adornan y embellecen este insigne itinerario, entrando de nuevo en su casco urbano por
la Avenida del Padre Carro, ejecutando una parada frente al memorial Ricardo Santa María.
La arquitectura castellana y solariega queda plasmada a lo largo de la Calle San Sebastián, 
desembocando frente a la hilera de canecillos románicos del reformado ábside de su Iglesia.
En la Calle Retiro veremos varias muestras de protesta en contra de la violencia de género,
bajando hasta la Calle Arias de Miranda entre un alarde de casonas de piedra, algunas con la
nobleza y el linaje como rasgo de distinción y consideradas con diferente estimación social.
Terminamos entre los verdaderos testimonios de antiguas formas de vida y el reencuentro con
la memoria de aquellos labradores que con su trabajo y sudor ganaron el pan honestamente.
El abrasador sol de julio pone el punto final a la ruta en el paraje de La Horca, un lugar al sur
de Caleruega y también un delicioso y especial rincón para poder contemplar y percibir todas
las fragancias y perfumes entre originales fotografías de los alucinantes campos de lavanda.
Si estás buscando un destino donde los sentidos se despiertan y la mente se tranquiliza, los Campos de Lavanda de Caleruega son, a buen seguro, el lugar ideal 😍😍.
Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes.
Todas las fotos del reportaje están a disposición en: CAMPOS DE LAVANDA EN CALERUEGA