CAMINANDO, AL VIAJERO LE BROTAN DE SUBITO ALAS EN EL ALMA Y DESCONOCIDOS MUNDOS EN EL MIRAR

sábado, 17 de agosto de 2024

MOLINOS DEL RÍO ORXÁS

Galicia alberga auténticos tesoros en forma de paraísos repletos de naturaleza, convirtiendo la Ría de Aldán en la joya del Concello de Cangas (Pontevedra), cuyos senderos entre eucaliptos, robles y castaños nos abrirán paso al Bosque Encantado de Aldán en una preciosa ruta entre los Molinos del Río Orxás. Es día 6 de agosto de 2024, comenzamos 👇

Iniciamos nuestros pasos en las pasarelas de madera que rodean la espléndida Bahía de Aldán,

un precioso entorno formado por las playas de San Cibrán, Dos Picos, Vilariño, Testada y Arnelas
en un maravilloso paisaje marinero con numerosas embarcaciones y entre los graznidos de varias gaviotas.
Tras tomar nota de la información de nuestro itinerario 👇👇, tomamos la Rua Camiño Vello

para alcanzar el Mausoleo y la efigie de Monseñor José Cerviño, obispo de Tuy y de Vigo, en
la iglesia de San Cibrán de Aldán, un bello edificio neoclásico de 1886 con airoso campanario
donde podremos ver y visitar los pormenores y particularidades de esta enigmática capilla.
Continuamos por Rua Bispo Cerviño entre sencillos y agradables rincones con encanto hasta
cruzar junto a un antigüo pombal, una construcción rural para la cría y producción de palomas.
A su lado se levantan las almenas y pináculos del Pazo Torre de Aldán perteneciente a los
Condes de Canalejas que contaban con los terrenos mas amplios y extensos de toda la comarca del Morrazo.
Nada mas atravesar la carretera nos sorprenden un pequeño Puente Medieval con bóveda de sillería
y el rústico Lavadero das Pardellas, donde aun se lava y se enjuaga la ropa de manera tradicional.
El sendero se adentra entre la magia y frondosidad de la Finca de Frendoal, conocida con el
apelativo popular de "Bosque Encantado" o "Leira dos Condes", envueltos en todo momento
entre el fulgor y la brillantez de miles de helechos y entre la frescura del pequeño riachuelo.
Inesperadamente y cuando menos te lo esperas aparece un bello castillo con torre y almenas
y el Arco dos Mouros o Arco da Condesa, un vetusto y hermoso acueducto de mampostería
para conducir y transportar el agua hasta los terrenos y el entorno del Pazo Torre de Aldán.
Sin apenas darnos cuenta nos hemos envuelto entre los dulces aromas de carballos (robles),
loureiros (laureles), eucaliptos y abedules, regados por el frescor y la lozanía del río Orxás,
retomando el camino entre la rugosidad y aspereza de una maravillosa senda enraizada que
se asoma cada poco tiempo a las luces y a la claridad de este preciado y reputado riachuelo.
Sentimos la naturaleza, su denso arbolado y su profundo silencio, convirtiendo el paseo en

un sensible y delicado espacio lleno de fantasía e imaginación que sigue con rigurosidad y
precisión los enormes encantos y atributos del emotivo curso fluvial de las aguas del arroyo.
Un pequeño y confortable puente de madera da paso a la ruta de los Molinos de Aldán nada
mas abandonar el restaurado lavadero Fonte de San Cibrán, iniciando la visita y el encuentro
con el Molino de Besada, un engendro hidráulico que aprovechaba la fuerza del agua para
mover las enormes muelas de granito para convertir el cereal y los granos del maíz en harina
y que en la actualidad ha pasado a ser una vulgar huella en piedra rodeada de una bella melancolía.
El agradable itinerario continua entre las sombras y contraluces de la exuberante vegetación
y el ininterrumpido murmullo del agua corriendo a nuestro lado, alcanzando en pocos metros 
los selváticos aledaños del Molino de Xangarelo, teniendo mucho cuidado al vadear el río, ya

que no existe un paso claro para alcanzar otro maravilloso tesoro asentado en el corazón de
este fantástico bosque, enseñándonos las tolvas, ruedas y aperos utilizados por el molinero.
La belleza de la senda nos remonta al ajetreo virtual de épocas pasadas, con gente yendo y
viniendo a los molinos para que los cereales cultivados se convirtieran en apreciada harina.
Un nuevo puente de madera nos cambia de margen y de orilla entre erguidos eucaliptos que
sombrean las ruinas y la decadencia del Molino da Granxa, escondido y agazapado entre las
agrestes orillas fluviales y delatando su tierna desolación en una especie de recuerdo y de
memoria del pasado que nunca volverá y reflejando un paisaje de tranquila y bucólica belleza.
La melodía del agua se sigue escuchando junto a los flancos del extraordinario sendero y nos
sirve de guía para ir descubriendo y escudriñando las fascinantes interioridades de este lugar.
Asaltamos e irrumpimos el viejo Molino de Nores, otro enigmático edificio molinero cuya vista
nos depara los restos y vestigios de una encomiable y sorprendente arquitectura etnográfica,
reemprendiendo la marcha entre las joyas y tesoros florales que acechan este espléndido y
suntuoso territorio, inundando y maquillando con sus colores estos magníficos escenarios.
Terminamos esta sucesión de máquinas para la molienda entre los muros del Molino de Lama
que guarda con esmero el arcaico y rudimentario mecanismo de trituración, prolongando la
senda por unas escaleras de madera hasta la confluencia de las calles del Barrio de Herbello.
Regresamos desandando el camino y realizando una observación pormenorizada de todos y
cada uno de los frutos y productos con los que nos obsequia este interesante itinerario lleno
del aroma dulzón de las higueras, enrojecidos manzanos y entre verdes y frescos maizales.
El cálido ambiente forestal nos protege del sol con su hermosa cúpula de hojas, mientras y a 
ras de suelo, notamos la frescura y naturalidad de miles de amieiros, acacias y tradescantias.
Desde algún claro del bosque oteamos y divisamos al rey de la arquitectura popular gallega,
aunque nosotros seguimos atrapados por el embrujo y el encanto de esta frondosa espesura
y la turbadora aparición entre zarzas, malezas y matorral de la llamada Fuente de la Condesa.
Sentimos las caricias de una joya forestal de incalculable valor, encontrando una atmósfera
única y especial que encandilará y enamorará a cualquier persona que adore el senderismo.
En un entorno de película vuelve a aparecer el enorme paredón mampostero del Acueducto
dos Mouros que a través de trasparentes senderos de hojarasca nos llevarán hasta el adarve
almenado del Castillo de Frendoal. Construido en los años sesenta, fue utilizado como zona 
de descanso para los condes y su imagen dibuja los atributos propios de un cuento de hadas.
Abandonamos este increíble espacio de naturaleza con la impresión de haber disfrutado de
un viaje sugerente y evocador, alcanzando de nuevo los lavaderos y el Puente Medieval con
la ilustre e insigne referencia de la torre de la Iglesia de San Cibrán erguida sobre el lienzo celeste.
La pequeñas embarcaciones flotando en las tranquilas y sosegadas aguas de la ría, a buen
seguro, nos envolverán entre delicados aromas del mar y entre un suave ambiente marinero.
Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes.
Todas las fotos en: MOLINOS DEL RÍO ORXÁS 
Y muy cerca puedes visitar la localidad de CANGAS

No hay comentarios:

Publicar un comentario