Estratégicamente acomodada entre las sierras de Trás-os-Montes y Alto Douro, iniciamos la
andadura junto a la Fuente Almeida Lucena y la Fuente da Carreira, en cuyo jardín podremos
observar el busto de Camilo Castelo Branco entre algunos escudos y la muralla de la ciudad.
Nuestro mapa e itinerario os descubrirá los lugares mas relevante y significativos 👇👇👇👇
tardo-barroco y neoclásico que mira de reojo al cercano Convento do Carmo donde podemos
entrar a visitar su pequeña y hermosa capilla con túmulo funerario en su bello retablo mayor.
Las caprichosas viviendas de la Rua Manuel Bessa Monteiro bajan hasta el Centro Cultural y
nos abren las vistas a la presumida Iglesia de San Pedro, donde sus estupendas e increíbles
torres y campanario armonizan y entonan este original edificio construido allá en el año 1528.
Desde el extraordinario Cuartel Albano Silva, sede de los Bomberos Voluntarios de Vila Real,
alcanzaremos la Capilla Nueva, muy estrecha y con mezcla de estilos barroco y renacentista.
Al final de la Rua Teixeira de Sousa abordaremos la Ermita de la Misericordia y el inmediato
Pelourinho de 1515 construido íntegramente en granito, jaula cuadrangular y cruz de hierro.
La Avenida Carvalho Araujo recorre la almenada Casa del Cordón, pudiendo visitar también
el Conservatorio Regional de Música y la Catedral de Santo Domingo, un asombroso edificio
de estilo gótico erigido a partir de 1424 por los monjes dominicanos oriundos de Guimaraes.
Aterrizamos en la Plaza del Municipio explorando la Casa del navegante Diogo Cao, además
nos situaremos frente a la Cámara Municipal de Vila Real sita en el Km 64 de la famosa N2 y
por detrás admiraremos la Casa de las Puertas de la Villa, decorada con robustos blasones.
La Iglesia Parroquial de San Dinis acoge el cementerio de la localidad y junto a la diminuta
Capilla de Sao Bras transmitirán una tranquilidad serenidad que pronto se desintegrará al
asomarnos al panorámico Mirador da Vila Velha, un espectacular y deslumbrante promontorio
para contemplar la ciudad y las magníficas vistas de la confluencia de los ríos Cabril y Corgo.
Nuestra ruta por las Pasarelas del río Corgo comienza en la explanada del cementerio entre
brutales perspectivas del cañón, descendiendo de manera abrupta por el Camino los Molinos
y con la sensación de estar atrapados y aprisionados entre las rígidas paredes del barranco.
Tomamos contacto con las primeras pasarelas, cuya estructura tiene por objeto dar a conocer
el paisaje, el patrimonio ambiental y las infraestructuras y recursos industriales ubicados a lo
largo de la vigorosa corriente del río Corgo, garantizando una enriquecedora experiencia para
El cuidado entarimado se asienta a la perfección por los diferentes desniveles de sus orillas y
a cada paso dado será imposible no pararse para admirar y saborear el extraordinario paraje.
Sin perder de vista la corriente, el itinerario nos permite descender hasta las profundidades
mas insospechadas del cañón, logrando incluso tocar la poderosa y violenta fuerza del agua.
El trazado y diseño de la pasarela es auténtica fantasía y su creatividad e inventiva presenta
un espectacular laberinto y una alucinante maraña de subidas y bajadas hacia un entorno en
el que se pueden otear las vetustas piedras de algunos molinos aposentados en sus riberas.
Este primer tramo de pasarelas confluye en un estrecho camino con abundante vegetación
para en pocos metros volver a la frenética rutina de pretenciosas y encaramadas escaleras,
algunas de ellas dando la sensación e impresión de remontar hasta franquear el firmamento.
El cañón del río Corgo en este tramo se vuelve mucho mas áspero y escarpado, presintiendo
las cercanía de riscos y farallones y la percepción de estar cada vez mucho mas apretados.
Uno de los puntos mas altos del "tablado" se convierte en un hermoso balcón y mirador de la
Cascada de Agueirinho, la mas deslumbrante de la ruta, también la mas fotografiada, bajando
hasta el nivel de represamiento del río para asomarnos sobre el abismo del barranco y sentir
el recio y poderoso estruendo del agua en su impresionante caída por sus afilados cortados.
Una alargada plataforma metálica posibilitará la opción de disfrutar de la zona mas escarpada
del desfiladero y la alternativa para llegar hasta la inmediata Central Hidroeléctrica de Biel, un
Conjunto de Interés Municipal cuya actualidad está sumida en un proceso de musealización.
La Cascada de Agueirinho difunde su provocativa belleza mientras admiramos sus potentes
y delicados flujos del agua acariciando nuestros rostros, sencillamente "ESPECTACULAR".
Un poste de señalización nos informa que después de haber visitado el Mirador de Vila Velha
y la Central de Biel debemos tomar la dirección hacia el Parque Corgo, encaramándonos de
nuevo por el serpenteante trazado de las pasarelas. Ellas nos han permitido la accesibilidad
a este maravilloso espacio en el que seguimos escuchando la rica y opulenta melodía del río,
sintiendo muy de cerca el profundo descaro y la prevaleciente frescura de su inquieto caudal.
El delicioso desorden y desconcierto de este pasadizo de madera alcanza la plenitud y todo
el apogeo en un nuevo salto de agua que precipita con un ruido ensordecedor y majestuoso,
emprendiendo una dura subida por una apasionante vereda que hará nuestras delicias entre
una imperante frescura y los amables aromas y fragancias de algunos naranjos y limoneros.
A nuestra espalda queda la fusión del entorno natural y la fórmula dinamizadora del hombrepara tener la llave de acceso y la disponibilidad de disfrutar de este bello paraje Vilarealense.
Cuerdas y postes de madera nos conducirán por una serie de revueltas hasta los aledaños
del monumental Puente Metálico de Miguel Bombarda, descendiendo de manera agradable a
las inmediaciones del viejo Puente Santa Margarida entre el casco antigüo y la zona nueva.
La arquitectura popular de la Rua Sargento Pelotas conecta con el crucero emplazado frente
a la curiosa y pequeña Capilla de San Lázaro, tomando junto a ella el moderno y novedoso
elevador que nos transportará en un suspiro hasta los niveles superiores del Puente Metálico.
Terminamos este edificante paseo por la Avenida Dona Margarida Chaves, subiendo hasta el
cruce con la Rua Isable de Carvalho y las vistas de la Iglesia de San Pedro y continuando por
los entresijos de un arte urbano que embellece y acicala las fachadas de sus viejos edificios.
La luz velada del atardecer sobre la Iglesia del Calvario pone fin a nuestra ruta por Vila Real y sus trepidantes Pasarelas del Corgo.
Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes.
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