CAMINANDO, AL VIAJERO LE BROTAN DE SUBITO ALAS EN EL ALMA Y DESCONOCIDOS MUNDOS EN EL MIRAR

jueves, 23 de enero de 2025

PUERTO DE GETE, LA TRASHUMANCIA EN CÁRMENES

9,30 horas de la mañana de un 17 de enero de 2025,  -7 grados de temperatura en el Puente

Romano del Torio en la localidad leonesa de Getino y un magnífico y estupendo itinerario por recorrer👇👇👇


La Carretera de Gete es el inicio de nuestros pasos y sus chuzos y carámbanos perseguirán
la cercana Ermita de la Virgen del Pandillo, una agradable atalaya y un estimulante altozano 
para relajarnos entre las heladas y gélidas praderías de un valle que intentaremos descubrir.
Los Argüellos leoneses, marcados por la cumbres de Peña Grande y el insigne Pico Fontún, 
abrazan virtualmente la maravillosa estampa de la Iglesia de San Martín del pueblo de Gete,
irrumpiendo de manera resuelta y decidida por su notable y sobresaliente arquitectura rural.
A su paso iremos descubriendo nuevos rincones llenos de encanto y atractivo, desvelando al 
mismo tiempo toda su gran personalidad, su enorme tranquilidad y su cautivadora cercanía.
Casas de piedra tradicionales construidas con materiales del entorno se van combinando con
numerosas fuentes y abrevaderos, cuya musicalidad genera esa constante e imperecedera
melodía capaz de amansar y apaciguar a cualquier persona o animal que escuche su misiva.
Abandonamos este bello pueblo leones con la incomodidad de un penoso camino endurecido
por las fuertes heladas y donde una cabaña ganadera nos presencia con perplejas miradas 
en el sombrío entorno por el que se descuelga, contento y divertido, el frío caudal del arroyo.
Con el sol sobre las montañas la umbría desaparece y los colores empiezan a resurgir por un
amplio camino que evidencia los robles, hayas, serbales y abedules de la Sierra de la Arena,
dejando a la derecha las enormes crestas y farallones calizos de las Peñas de Machamedio.
Siempre en progresivo ascenso, nos vamos rodeando de los matices y tonalidades invernales
con los que reluce el imponente y afilado Canto Cuchillo y sus respectivas Peñas Redondas,
además nos tomaremos el tiempo necesario para observar y examinar con detalle el delicioso
vuelo y alentador planeo de algún buitre leonado "surfeando" las corrientes térmicas del lugar.
La senda continua ascendiendo por el centro del valle y tras cruzar el Arroyo Valdecastro nos
toparemos con varias colmenas asentadas en pequeñas "solanas", prolongando la marcha
entre las leguminosas de la zona, conocidas vulgarmente como escobas, retamas y piornos.
El Arroyo de Gete nos va dando la oportunidad de escuchar sus composiciones musicales a
través del talento y la maestría del hielo, creando preciosas esculturas y universos de magia.
Almorzamos y recuperamos fuerzas en las inmediaciones de una cabaña no muy distinguida,
emulando a partir de ahora a esos pastores trashumantes que han mantenido vivo el Puerto 
de Gete, siendo los últimos embajadores de una forma de vida ancestral que cuesta perpetuar.
Las imponentes y verticales murallas calizas de las Peñas de Machamedio nos obstruyen las
vistas pero nos compensan con el abrupto catálogo de formas y tonalidades grisáceas de los
1955 metros del Pico Fontún, reanudando la remontada entre los prados frescos de montaña.
Con las vistas del Pico Salguerón al frente seguimos nuestra trashumancia de corto recorrido,
conocida también como trastermitancia y disfrutando de la calidad de este espacio ganadero.
Las últimas rampas del Puerto y Collado de Gete nos hacen saborear el particular ambiente
de alta montaña que rodea las ruinas y la desolación de un viejo chozo pastoril, alcanzando 
en pocos metros la divisoria donde nuestro extraordinario viaje trashumante alcanza su final.
Esta atalaya abre el formidable Valle de la Tercia con los pueblos de Villamanín y Rodiezmo,
incrementa el valor del paisaje contemplando parte del Valle de Arbás y los Picos Tres Marías
así como los perfiles montañosos de Las Ubiñas, los Picos Fontán y montañas del P. Pajares.
Las frías rachas de viento nos obligan a apresurar nuestro regreso, iniciando el descenso con
las estupendas panorámicas de los Cuetos Calvo y Palomas sobre el Valle del Aº Rodillazo,
alcanzando el cobijo y el abrigo de los verdes e imperturbables pastizales del Prado Llazos,
unos seles que mantienen, si la nieve lo permite, pastos frescos para apacentar al ganado.
Los perfiles y contornos montañosos que rodean el Valle del río Torío dotan de grandiosidad y
magnificencia este soberbio itinerario empeñado en descender en busca del murmullo del río,
que a estas horas brilla y resplandece con la mejor elegancia y con una adorable ostentación.
Con el sonido del río alimentando nuestro espíritu vamos atravesando preciosos rincones en
los que podemos admirar los maravillosos tonos y gradaciones de un sabroso mundo vegetal,
reemprendiendo la marcha y esquivando lodos y barros descongelados por la acción del sol.
La suave brisa del viento se ahoga en el profundo rumor del arroyo, mientras una alborotada
y traviesa estela de agua fluye con enérgica intensidad en busca del final hacia el Torío.  
Seguimos disfrutando de un día radiante y soleado y las laderas de La Solana evidencian los
usos sostenibles del territorio por parte de la población bajo los roquedos de la Peña Grande. 
Las aguas del barranco nos acompañan y nos dan la mano para penetrar de nuevo en Gete
esta pequeña localidad perteneciente al municipio leonés de Cármenes con una población de
nueve habitantes, distinguida y elegante en cuanto a su bella y portentosa arquitectura rural.
El paseo por sus calles es una experiencia enriquecedora para desvelar y destapar su bonito
patrimonio urbanístico enmarcado por un colosal entorno montañoso en el que se encuentra.
Abandonamos el pueblo bajo la altiva espadaña de su iglesia parroquial, partiendo a campo 
abierto sobre los escorados declives de Las Colladas y las soleadas praderías de Los Llanos.
Finalmente y tras la última mirada a la Ermita de la Virgen del Pandillo la carretera descubre,
bajo las faldas de Los Serrones, la población de Getino con sus famosas Caldas, un pequeño
balneario de aguas termales entre 26º y 27º con propiedades medicinales para el tratamiento de enfermedades de tipo reumático y dermatológico, debido a su alto contenido en bicarbonatos y minerales ferruginosos.
Justo al lado la antigüa Venta de Getino, convertida en restaurante Casa Amador con buena atención y estupenda comida casera.
La hermosa balada que entona el río Torío despide uno de los lugares mas emblemáticos de esta hermosa Montaña Central Leonesa.
Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes.
GALERÍA FOTOGRÁFICA: PUERTO DE GETE

No hay comentarios:

Publicar un comentario