La Ermita de Santa Águeda es el origen de una senda que ensalza la leyenda de las Doncellas del Hoyal,
emprendiendo un recorrido desde la pequeña localidad de Muñeca perteneciente al municipio palentino de Guardo.
Tras el acopio de agua en su fuente, atravesamos su rústico y apacible caserío en dirección
norte, examinando con nuestras miradas todas los rasgos y facciones que van conformando
los simples y austeros rincones y recovecos que modelan su principal estructura urbanística.
Longitud, desniveles, alturas y la dificultad técnica del itinerario podéis consultarlo en 👇👇
mientras tomamos contacto con el pintoresco y llamativo paisaje rural de las Eras de la Pisa.
Estas primeras horas de la mañana nos envuelven entre la poderosa humedad del ambiente
generado por la frialdad del velo de la niebla que cubre con su manto los prados y pastizales.
Hemos abandonado el Valle del río de las Heras para asentarnos en la vaguada y la estrecha
garganta por donde bajan las aguas del Arroyo Valdecanaleja, avistando el perfil micológico
de un gran hongo cuya talla y escultura aparece en el precioso robledal de Valdecabañuelas.
Entre el Alto de Valduerna y Las Quintanas el colorido de las flores se embellece gracias a la
batalla ganadora del sol sobre la niebla, apareciendo la espectral silueta del Pico del Fraile y
desviando nuestros pasos por un camino herboso acompañado por una multitud de encinas.
Entre ellas encontramos la escultura alegórica de la hechicera "Arduina", deidad de los bosques y encantadora de la Cueva del Hoyal, leyenda que mas adelante contaré.
Cerca del lugar hacemos un breve receso para reponer fuerzas aprovechando la disposición
de un mobiliario natural entre las vistas de una bruma agónica resistente a su desaparición.
Reanudamos de nuevo la marcha entre frondosos encinares, acercándonos a Los Rompiales
y pasando algún contratiempo por las aguas que inundan esta magnífica vereda, alcanzando
mas adelante la figura del "Draco", un dragón que habita las cuevas y simas de la Peña de Guardo.
El paisaje que se despliega ante nuestros ojos comienza a delatar el relieve montañoso de la
Sierra de la Peña, desfilando bajo las cimas del Cueto de la Horca y los picos de Peña Mayor.
Atravesamos los maravillosos pastizales de los Corrales de Muñeca entre aromas de encinas
continuando una larga subida por las empinadas laderas de la Mata Concejo para quedar a
nuestra espalda el Alto de la Senada y la persistencia de la niebla en torno al Pico del Fraile.
Seguimos escalando y remontando por una inclinada pradera rocosa para llegar a alcanzar la
zona conocida como el "Boquiller", llegando hasta la cota mas alta del itinerario con 1372 mts
de altitud, dejando a nuestra derecha los roquedos graníticos que forman el Balcón de Judas.
Iniciamos un rápido y agradable descenso siguiendo la cicatriz y las rodadas de una reguera
en la que se cuelan los efluvios de un ejército de encinas y la contrastada tonalidad de algún
roble solitario, atravesando mas abajo un exuberante túnel vegetal de carrascas y chaparras.
Desembocamos en la parte mas alta de los denominados Campos de la Peña disfrutando ya
de la rotundidad del sol del mediodía y del gratificante paseo sobre sus esponjosas praderías.
De repente surge el robledal y el paseo por las soledades de estos bosques encantados son
un milagro para todos nuestros sentidos, incluso a finales del otoño, ya que su predominio de
ocres, marrones y amarillos intentarán dominar un paisaje hasta la comparecencia del invierno.
Respiramos tranquilidad y aire puro en las inmediaciones de Fuente Collada, bajando hacia
el encuentro de la "Bruja Anciana" escondida entre la sombra de algunos robles centenarios.
Solo queda escalar un pequeño repecho para llegar al Collado de Espinadal, un emblemático
lugar para apreciar la arquitectura tradicional de un restaurado "Chozo de Pastor", pudiendo
fotografiarnos con el intrépido "Tristán", que a buen seguro dará caza a los lobos de Guardo.
Abandonamos este insigne paraje entre el sonido de los pájaros y la sedosa brisa del viento
para seguir descendiendo junto al cauce deshidratado del Arroyo Espinada, acercándonos de
manera diligente a las praderas de los Campos de la Peña entre la gran cantidad de vestigios
de actividad tradicional ganadera, apícola y pastoril junto a las faldas de la Sierra de la Peña.
El "Canto Entornao" fue refugio de pastores y actualmente forma la entrada al Valle del Hoyal,
donde Verena, ninfa de los manantiales, nos enamora en un paraje esculpido y modelado por
el aprovechamiento de la leña para la elaboración de carbón vegetal en antigüas carboneras.
Salimos al Valle del Arroyo de las Heras donde vamos a tropezar y colisionar con la pequeña
Laguna de las Doncellas y la Fuente del Duerno, cuya leyenda y tradición cuenta que "existía una cueva que emitía música que encantaba a las mozas para atraerlas a su negro abismo".
"Dicho encanto se rompía la noche de San Juan en el que se las veía cortar flores a la luz de la luna y las mas bellas se encarnaban en la maravillosa flor del helecho. Pasado el tiempo la gruta se hundió sepultando a todos los seres que la habitaban, quedando la hondonada de El Hoyal".
El Alto y Robledal de Fuentejada se convierten en un ejemplo vivo de majestuosidad natural,
desplegando un aliento de armonía que entrelaza una gran sensación de paz y tranquilidad
para alcanzar el desplome minero y la aparición de la pequeña "Lagunilla del Farmacéutico".
Solamente queda disfrutar de un relajado descenso entre los bonitos contraluces del bosque
para zambullirnos entre las cañas y junqueras de la fantástica y prodigiosa "Laguna Corazón"
cuya leyenda relata que "el visitante que contemple la laguna quedará enamorado de estos parajes y el amor reinará para siempre en su corazón...."
La parte real es que, a consecuencia del desmonte de la minería y después de sacar todo el
carbón, quedó una especie de hondonada regada y mantenida por el agua de un manantial cercano.
Para obtener nuevas perspectivas de esta fabulosa lámina de agua, remontaremos la ladera
herbosa al mismo tiempo que miramos atrás para confirmar su destacada forma de corazón,
aterrizando en pocos metros en el extraordinario mirador donde se sitúa el "Banco del Amor".
Con la Sierra de la Peña a nuestras espaldas, tomamos un camino agrícola que avista, sobre
los pastos y prados de Cuesta Zorita, los afilados e imponentes picos de la Peña del Fraile y
del Pico Cueto, descendiendo de forma distendida a las inmediaciones y proximidades del pueblo de Muñeca.
El llamado "Camino Olvidado" permite otear la convivencia e interacción de buitres y ovejas,además sirvió de peregrinación a Santiago de Compostela en los siglos IX a XIII, perdiendo toda afluencia en favor del Camino Francés.
Terminamos disfrutando del vuelo versátil, silencioso y eficiente de algunos buitres leonados,
escuchando también las notas silbantes y los ligeros e ingrávidos aleteos de algún que otro
milano para amenizar nuestro final por un pueblo de leyenda que reúne magia y patrimonio natural.
La Iglesia de Santa Eulalia de Mérida nos despide de Muñeca, ha llegado la hora de los comentarios entorno a una buena mesa para entre bromas y recuerdos planear la siguiente salida. ¡¡PALENCIA ES INAGOTABLE!!
Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes.
El Alto y Robledal de Fuentejada se convierten en un ejemplo vivo de majestuosidad natural,
desplegando un aliento de armonía que entrelaza una gran sensación de paz y tranquilidad
para alcanzar el desplome minero y la aparición de la pequeña "Lagunilla del Farmacéutico".
Solamente queda disfrutar de un relajado descenso entre los bonitos contraluces del bosque
para zambullirnos entre las cañas y junqueras de la fantástica y prodigiosa "Laguna Corazón"
cuya leyenda relata que "el visitante que contemple la laguna quedará enamorado de estos parajes y el amor reinará para siempre en su corazón...."
La parte real es que, a consecuencia del desmonte de la minería y después de sacar todo el
carbón, quedó una especie de hondonada regada y mantenida por el agua de un manantial cercano.
Para obtener nuevas perspectivas de esta fabulosa lámina de agua, remontaremos la ladera
herbosa al mismo tiempo que miramos atrás para confirmar su destacada forma de corazón,
aterrizando en pocos metros en el extraordinario mirador donde se sitúa el "Banco del Amor".
Con la Sierra de la Peña a nuestras espaldas, tomamos un camino agrícola que avista, sobre
los pastos y prados de Cuesta Zorita, los afilados e imponentes picos de la Peña del Fraile y
del Pico Cueto, descendiendo de forma distendida a las inmediaciones y proximidades del pueblo de Muñeca.
El llamado "Camino Olvidado" permite otear la convivencia e interacción de buitres y ovejas,además sirvió de peregrinación a Santiago de Compostela en los siglos IX a XIII, perdiendo toda afluencia en favor del Camino Francés.
Terminamos disfrutando del vuelo versátil, silencioso y eficiente de algunos buitres leonados,
escuchando también las notas silbantes y los ligeros e ingrávidos aleteos de algún que otro
milano para amenizar nuestro final por un pueblo de leyenda que reúne magia y patrimonio natural.
La Iglesia de Santa Eulalia de Mérida nos despide de Muñeca, ha llegado la hora de los comentarios entorno a una buena mesa para entre bromas y recuerdos planear la siguiente salida. ¡¡PALENCIA ES INAGOTABLE!!
Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes.
Galería fotográfica: SENDA DONCELLAS DEL HOYAL
No hay comentarios:
Publicar un comentario