cuyas fotos pertenecen a una visita realizada en julio de 2017. Visionamos todos los datos del recorrido 👇👇👇
de una arquitectura popular propia de las extraordinarias y prodigiosas aldeas de montaña.
Declarada Conjunto Histórico Artístico, sus callejones, pasajes y travesías escuchan el rumor
y el runrún del agua emanada de las numerosas fuentes y manantiales que bajan de la sierra.
La Calle Manuel Fonseca nos dejará en los aledaños y proximidades de la Casa Consistorial,
a cuyos pies podremos saborear el frescor y la frialdad de los caños de la Fuente la Romana.
Aprovechamos para subir hasta la Iglesia Nuestra Señora de la Asunción y acercarnos hasta
la Fuente de la Cruz de Piedra, aromatizada y perfumada con varios geranios y pelargonios.
El placer del paseo por esta hermosa localidad presenta entrañables y apreciados rincones
donde el adobe y la madera muestran su deliberada y encantadora imperfección, así como la
magistral serie de cerrojos, aldabas y candados tan peculiares y simbólicos de esta comarca.
De fuente a fuente y de calle en calle, vamos a buscar de nuevo el edificio del Ayuntamiento
para tomar la alargada y prolongada calle de Manuel Fonseca que nos expulsará del casco
antigüo del municipio, retomando la fotografía y el ambiente de estos primeros días de enero
y cogiendo la carretera que se dirige hacia la denominada Plataforma del Travieso, subiendo
por su asfaltado hasta los alrededores y proximidades del Camping y Hotel Cinco Castaños.
Iniciamos la verdadera caminata por una amplia vereda de tierra bajo un cielo amenazante y
acompañados en todo momento por el vasto pinar que baja por las laderas de las Lagunillas.
Sin apenas esfuerzo, la senda nos introduce por un asombroso bosque de robles, castaños y
abedules delimitados por gruesos muros y vallados de piedra forrados de musgos y briófitas.
El denominado Camino del Calvario se convierte en una senda que alcanza la tranquilidad y
el sosiego de los Prados de Puente Nueva bajo las estructuras graníticas de la Peña Negra,
creando un precioso y relajante entorno natural de motivadoras e inspiradoras perspectivas.
Varias verjas y cancelas encierran el numeroso ganado vacuno de la zona, continuando por
el angosto pasil con varias teñas y tenadas para resguardo de aperos, personas y animales.
Seguimos las indicaciones blancas y amarillas de caminos coincidentes, aprovechando los
claros del bosque para otear a nuestra espalda las Peñas Caballeras y sus riscos graníticos.
La desnudez y el desabrigo de este suntuoso arbolado nos conduce por una exquisita umbría
que favorece el crecimiento de plantas como el Ombligo de Venus, también llamado "vasillo"
o "sombrerillo", al mismo tiempo que algunos helechos se lanzan hacia las aguas del arroyo.
Los primeros estímulos de la Cascada de la Mangá o de la Jarilla como también se la conoce,
aparecen envueltos entre los delicados susurros de una plateada corriente cuya estela nos va
a remolcar hasta el extraordinario rincón por donde se precipita. El emocionante lugar depara
una enternecedora visita a través de la danza y la coreografía del agua que, sin poseer una
excesiva altura, tiene la capacidad y la disposición para sorprender y embelesar a cualquiera.
Este singular escenario fluvial deslumbra con sus 12 metros de altura, ofrece un espectáculo
natural y la oportunidad única para ver de primera mano como el agua modela este paisaje.
Enmudecidos por su imagen y reconfortados por su melodía, abandonamos este maravilloso
cónclave siguiendo los postes balizados, alcanzando en muy pocos metros la continuidad de
un sendero que aspira a encaramarse hacia los Altos y Collados de La Jarilla y La Dehesa.
Nosotros, por el contrario, regresamos entre los verdes prados y pastizales de la vega del río
Cuerpo de Hombre mediante la carretera que une el pueblo de La Garganta con Candelario,
entre un poderoso lienzo forestal y las numerosas bordas y majadas existentes en el lugar.
El asfalto de la carretera bordea y circunvala diferentes construcciones tradicionales usadas
para recoger y guardar el ganado protegiéndole de las inclemencias del tiempo y de cualquier
peligro para su integridad, manteniendo actualmente una bella y encantadora estética rural.
La diversidad y el esplendor invernal de sus bosques seguirán acompañando nuestros pasos
con rincones inolvidables donde el silencio y la calma serán nuestros mejores acompañantes.
Aunque con muy poco tráfico en esta época, en la carretera tomaremos todas los cuidados y
cautelas para nuestra seguridad, continuando entre la hermosura que nos depara el paisaje
y entre la cara de "pocos amigos" que este enfadado minino destapa con nuestra presencia.
En las profundidades del valle podremos divisar el estoicismo y la serenidad de un adorable
rebaño de ovejas y caballos, y mientras galopamos entre los restos otoñales de las castañas alcanzaremos las piscinas municipales de Candelario, no sin antes cruzar la vieja portera del
viejo hospital y asilo, divisando la rambla del río Cuerpo de Hombre en su camino hacia Béjar.
Finalizamos el paseo cogiendo el coche para subir hasta las inmediaciones y cercanías del
Embalse de Navamuño, conocido también como Embalse de la Fuente Santa y cuyo paredónde piedra retiene las aguas del río Angostura, prohibidas al baño ya que todo su poder hídricoestá pensado para el abastecimiento y suministro de diferentes municipios de la comarca.
El lugar es perfecto para un relajante paseo en plena naturaleza, pudiendo observar bonitos
horizontes y preciosas panorámicas de las montañas y elevaciones de la Serranía de Béjar.
Los confortantes y vigorizadores Prados de la Jarilla son la conclusión y el colofón a una ruta
que nos descubrió el puro y genuino entorno de los bellos parajes de la Sierra de Candelario.
Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes.
para recoger y guardar el ganado protegiéndole de las inclemencias del tiempo y de cualquier
peligro para su integridad, manteniendo actualmente una bella y encantadora estética rural.
La diversidad y el esplendor invernal de sus bosques seguirán acompañando nuestros pasos
con rincones inolvidables donde el silencio y la calma serán nuestros mejores acompañantes.
Aunque con muy poco tráfico en esta época, en la carretera tomaremos todas los cuidados y
cautelas para nuestra seguridad, continuando entre la hermosura que nos depara el paisaje
y entre la cara de "pocos amigos" que este enfadado minino destapa con nuestra presencia.
En las profundidades del valle podremos divisar el estoicismo y la serenidad de un adorable
rebaño de ovejas y caballos, y mientras galopamos entre los restos otoñales de las castañas alcanzaremos las piscinas municipales de Candelario, no sin antes cruzar la vieja portera del
viejo hospital y asilo, divisando la rambla del río Cuerpo de Hombre en su camino hacia Béjar.
Finalizamos el paseo cogiendo el coche para subir hasta las inmediaciones y cercanías del
Embalse de Navamuño, conocido también como Embalse de la Fuente Santa y cuyo paredónde piedra retiene las aguas del río Angostura, prohibidas al baño ya que todo su poder hídricoestá pensado para el abastecimiento y suministro de diferentes municipios de la comarca.
El lugar es perfecto para un relajante paseo en plena naturaleza, pudiendo observar bonitos
horizontes y preciosas panorámicas de las montañas y elevaciones de la Serranía de Béjar.
Los confortantes y vigorizadores Prados de la Jarilla son la conclusión y el colofón a una ruta
que nos descubrió el puro y genuino entorno de los bellos parajes de la Sierra de Candelario.
Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes.
En los siguientes enlaces podrás conocer CANDELARIO BÉJAR y su BOSQUE ENCANTADO
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