CAMINANDO, AL VIAJERO LE BROTAN DE SUBITO ALAS EN EL ALMA Y DESCONOCIDOS MUNDOS EN EL MIRAR

domingo, 6 de octubre de 2024

SENDERO MINERO DE JUARROS

Es día 30 de septiembre de 2024, jornada ideal para recorrer los caminos burgaleses de la Comarca de Juarros en un delicioso paseo que transita por los restos y pozos mineros que estuvieron activos desde 1841 hasta el año 1970, dejándonos un interesante patrimonio histórico y natural que hoy podemos disfrutar. Comenzamos 👇👇👇

La sencilla y armoniosa Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción de la localidad 

de San Adrián de Juarros es el inicio de una ruta que se cuela entre las rojizas y azafranadas
fachadas de sus casas, alcanzando la Calle Domingo Lázaro para conducirnos hasta la frescura de su fuente y sus agradables lavaderos.
Tras leer los carteles de que estamos entrando en territorio rural en el que las iglesias tienen campanarios que funcionan, las vacas llevan cencerros que hacen ruido, los gallos cantan a horas intempestivas, los animales cruzan las calles y carreteras sin avisar, cuando se abona huele mal y que se conduzca con cuidado, ya que no sobra ningún habitante, terminamos analizando todos los datos del itinerario en 👇👇👇

Una larga cancela metálica nos abre el paso en ligero ascenso entre deslumbrantes destellos
vegetales cuyos brillos y tonalidades acentúan y remarcan un consolidado y afianzado otoño, 
sacando a la luz el potente arsenal de colores que salpica el camino con auténticos tesoros.
En estos primeros pastizales que rodean el pueblo aparecen numerosos cobertizos y tenadas
de planta alargada y poco alzado que parecen brotar de la misma tierra y que fueron testigos
de un relevante pasado ganadero, protegiendo los rebaños de los depredadores y de las adversidades climáticas.
Continuamos pisando estas tierras de negros conglomerados y oscuras areniscas, cruzando
encantadoras masas forestales de roble rebollo que van creando parajes de singular belleza
y donde podemos acercarnos a observar y percibir a las pequeñas criaturas que viven en él.
 Toca "torear" una abundante cabaña ganadera para alcanzar el desvío a la Mina del Conde,
que entre gratos aromas y placenteras fragancias de bellotas, llegaremos hasta las escasas
ruinas y escorias que quedan en la actualidad y en la que hubo una fragua para reparar las herramientas de los mineros.
Dejamos atrás otra cancela metálica y nos montamos por un amplio camino que vislumbra las
tierras de labor de los pagos de Cantos Viejos y Montalar, descendiendo de forma agradable
y entretenida hasta las soleadas praderías y herbazales que modelan la Mata de los Campos.
Nos invade un auténtico placer y una profunda satisfacción al pasear y recorrer estos verdes 
y esponjosos pastizales, pudiendo admirar entre sus destacados tesoros vegetales la flor que
anuncia el otoño, el "quitameriendas", una emblemática planta muy común en nuestras tierras castellanas.
Después de un pequeño almuerzo para recuperar fuerzas, ascendemos ligeramente por una
pista forestal que alcanza el espectacular Mirador del Valle de Salechón, un hermoso balcón
que otea el amplísimo océano ocupado por pinares de repoblación de Pinus Sylvestris y una
importante cubierta forestal para dar cobijo, refugio y protección a muchas aves y animales.
Seguimos disfrutando de la placentera experiencia de recorrer estos caminos bajo las sombras
de estos esbeltos y elegantes árboles, descubriendo y desvelando sus mas íntimos secretos.
Una preciosa senda nos conduce hasta la Bocamina "El Travesal de los Villares", dispuesta
con una vagoneta y un entibado de madera que recrea y reproduce la sencilla entrada a la mina.
Ahora nos adentramos por un maravilloso pasadizo y lugar único donde la naturaleza y una 
seductora intimidad nos conducirán hasta la Mina de La Esmeralda, una de las mas antigüas 
explotadas en Juarros y que debido a sus hundimientos fue muy peligroso trabajar en ella.
Las cristalinas aguas del Arroyo del Horcajo han permitido durante varias décadas mover los
rodetes y volanderas del Molino Harinero de Brieva, donde la fuerte corriente zarandeaba el
complejo mecanismo que permitía triturar el grano para convertirlo en la apreciada harina.
El curso de este arroyo ira dibujando parajes de gran belleza dominados por frescas praderas
que atraparán la pequeña y sencilla Ermita de Nuestra Señora de las Nieves en la localidad de Brieva de Juarros.
Antes de subir al pueblo, un refinado y distinguido grupo de ocas nos sorprende, de manera
armoniosa, con sus garbosos andares y con sus unísonos y espontáneos cantos y graznidos.
Para continuar deberemos atravesar una atractiva y admirable surgencia y manantial cuyas
limpias e inmaculadas aguas empezarán a perfilar los excelentes reflejos de ésta población.
Subimos entre las enormes casonas que configuran el pequeño núcleo urbano para saludar
el triste y lamentable estado de la Iglesia de San Martín del siglo XII, en el que su imponente
torre campanario se alza sobre el paisaje circundante para ofrecer vistas impresionantes de sus alrededores.
Sacamos todo nuestro espíritu infantil para revivir y rememorar los juegos de nuestra infancia,
reanudando nuestra marcha entre los destacados edificios y viviendas construidas con las
areniscas de alto contenido en hierro que confiere a la piedra esos tonos y matices rojizos.
Volvemos a la Senda Minera entre el espléndido y extenso paisaje del Valle del río Horcajo,
admirando y recreándonos con los perfectos y fabulosos escenarios concebidos por este río, 
apareciendo unos metros mas adelante un afilado resalte rocoso bajo el cual apreciamos los
restos y las huellas de la vieja calera, un horno donde se calcinaba la roca caliza para obtener la cal.
El itinerario vuelve a sumergirse entre la umbría del robledal hasta la encrucijada de El Villar,
tomando decididamente la margen derecha del Arroyo del Horcajo hasta llegar a la carretera.
En este periplo nos dará tiempo para disfrutar de impresionantes y ostentosas praderías en 
el que la gama de verdes matices, poco a poco irán permutando y transfiriendo sus colores a
tonalidades mas amarillentas, en un lindo efecto otoñal que enamorará a futuros caminantes.
Abordamos los 400 metros de asfalto por la carretera entre Salgüero y Brieva de Juarros y
nada mas pasar los pretiles del puente, giramos a nuestra izquierda para iniciar la subida y el
repecho mas contundente de todo el trayecto a través de un bosque mixto de robles y pinos.
En estas últimas jornadas de septiembre, aun podemos saborear el dulzor de las zarzamoras
y la leve acidez del sinfín de "tapaculos" que encontraremos en el camino, prosiguiendo por la
senda junto a numerosas explotaciones mineras abandonadas pertenecientes e integradas a
la "Concesión Minera de San Adrían", que extrajo hasta 8000 toneladas de hulla y de carbón.
Iremos dejando atrás los restos y desechos de las minas de La Escalera, Pozo San Lorenzo, Refugio, El Buey y La Juarreña, la primera en España que usó dinamita para extraer el carbón.
El rojizo sendero nos encauza y enfila en busca de algunos árboles singulares y majestuosos
como el gran "Roble de la Paz", un enorme y portentoso quercus cuyos carteles nos invitan a
detenernos y tomarnos unos instantes de reflexión. Tras un pequeño descanso bajo su efigie 
retomamos la marcha hasta el cercano Pozo de San Ignacio, siendo el único que conserva el
castillete y torre de extracción sobre un pozo perforado de doscientos metros de profundidad.
Parte de la maquinaria utilizada antaño y la impresionante torre sobre la bocamina marcan un
afilado perfil en el horizonte de la comarca de Juarros y desde allí ya se otea San Adrián, destino final de nuestra ruta.
Desde la mina ya solo tenemos que descender e impulsar nuestros pasos junto a los prados
del pueblo, cruzando los achatados contornos de algunas tenadas cuya decadencia y ruinas
marcan la memoria de nuestros antepasados, sus ajetreados trabajos y las vivencias que albergaron.
Atrás queda la fisonomía minera de una comarca, el paisaje de bellos pastizales y un bosque
de robles que combina a la perfección con una soberbia arquitectura rural que seguirá escuchando
y evocando con añoranza el ritmo y los latidos que dejaron los cientos de picos y palas que horadaron estas tierras.
Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes.
Tras la comida en el restaurante "El Refugio" de la localidad de Castañares, nos vamos a visitar el cercano Monasterio de San Pedro de Cardeña, dando por finalizada nuestra jornada
Galería Fotográfica de la ruta en: SENDERO MINERO DE JUARROS

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