CAMINANDO, AL VIAJERO LE BROTAN DE SUBITO ALAS EN EL ALMA Y DESCONOCIDOS MUNDOS EN EL MIRAR

lunes, 29 de septiembre de 2025

VALLE DE LOS BUITRES Y RIBERAS DEL ARLANZA

La caminata propuesta para hoy día 25 de septiembre de 2025, pretende recorrer la ribera del río Arlanza (Burgos) y visitar las buitreras y cantiles del conocido Valle de los Buitres.

Para ello, nos acercamos al área recreativa El Torcón, en el término municipal de Hortiguela,

en el Parque Natural de los Sabinares del Arlanza con los siguientes datos de itinerario 👇👇

Tras cruzar la carretera BU-905 con mucho cuidado, dirigimos nuestros pasos hacia el río y lo
cruzamos por una deteriorada y envejecida presa de hormigón con un estrecho aliviadero 👆.
Tomamos a nuestra derecha la preciosa y sugestiva vereda que acompaña la corriente del río
Arlanza, soportando la fresca umbría de la mañana y resistiendo los casi -2º de temperatura.
El sendero transcurre apretado entre gigantescos acantilados y farallones y entre una multitud
de chopos, fresnos, sauces y alisos que bajan a mirarse en las frías y gélidas aguas del río, 
mientras su lecho nos sorprende con misteriosa incertidumbre y su salvaje y natural belleza.
El sol, por fin, nos infunde la energía necesaria para seguir el apacible camino entre una gran
variedad de árboles y las "poldras" o piedras, que perfectamente colocadas, permiten cruzar
la corriente sin mojarse👆. En este punto nace una senda a la izquierda que nos salvará de 
sortear las aguas del arroyo que nosotros, por olvidarnos por momentos del track, hallamos
mas adelante, improvisando un cuidadoso vadeo con ejercicios de equilibrio y funambulismo.
Hasta ahora hemos transitado en absoluta soledad al lado de enigmáticas sabinas y enebros,
alcanzando las inmediaciones de un pequeño resalte granítico que nos invita a virar hacia el
sureste para empezar a acometer una estrecha vereda que librará un empinado ascenso de
mas de cien metros de desnivel repleta de piedras sueltas que dificultarán nuestro ascenso.
Durante la subida alcanzaremos la vista y cercanías del Monasterio de San Pedro de Arlanza
y la lejana muralla montañosa de la Sierra de la Demanda con gran estampa sobre el valle.
La evidente exigencia del ascenso consigue atrapar los imponentes peñascos de esta barrera
granítica que tiene su máxima altura en el inmediato Pico de Peñaisa con 1111mts de altura.
Aposentados en lo alto de la meseta calcárea, aparece en el horizonte la Sierra del Gayubar,
siguiendo el borde de los acantilados entre los penetrantes aromas de algunos escaramujos.
Extensos e interminables bosques de encinas y sabina albar se desperdigan a nuestros pies
en un infinito e inconmensurable océano vegetal que reviste la tersa Serranía de Covarrubias,
acomodando en su interior la primorosa, delicada y sensible estrofa de agua del río Arlanza.
Atravesamos un áspero y fantástico paisaje entre grandes sabinas cuyos troncos se curvan y
retuercen debido a la acción constante de los vientos, siendo los principales responsables de
modificarlos y transformarlos de manera extrema para doblegar su estructura hacia el suelo.
Seguimos la orientación por la senda marcada en nuestro itinerario, asomándonos con sigilo
para disfrutar de los grupos de buitres leonados que esperan lanzarse al abismo desde sus posaderos.
Tras saborear la experiencia, nos acercamos con mucho cuidado al precipicio para observar 
los intimidantes despeñaderos por encima de las Cuevas del Vallejo y la del Buho, avistando
en la profundidad del valle la permuta del vestuario natural que impone la llegada del otoño.
Viejos enebros y frondosas encinas conducen nuestros pasos hasta el Pico Peñaisa👇, en
cuyos paredones calizos se encuentran horadadas la Cueva Colgada y la Cueva del Pino.
Rastreamos hasta tomar una pista forestal que transita entre los sabinares del Cerquijo y de
Tierra Pineda, facilitándonos nuestro avance por un bosque que se va llenando con aromas y
esencias, principalmente de tomillos, aunque también veremos romeros, salvias y lavandas.
Agradecemos el sol del mediodía, gratificándonos con una tranquila y agradable caminata en
la que conoceremos los frutos de la sabina👇, tóxicos para las personas, así como la infinita
cantidad de bellotas desprendidas de las encinas que servirán de alimento a vacas y ovejas.
Bajando hacia el Corral de la Encinilla, no podemos perdernos a nuestra derecha el mirador
natural del Valle de la Cueva, un festival aéreo donde sobrevuelan los buitres y donde verdes
y amarillos combinan con las espectaculares panorámicas que discurren hacia Hortiguela👇.
Arropados en el encinar, iniciamos un largo repecho hacia el Alto de la Encinilla, no sin antes
acercarnos a la cornisa y parte alta de la Cueva para otear el suave y redondeado Cerro de San Cristóbal👇.
En este hermoso lugar la mirada se recompensa al contemplar "a vista de pájaro" el magistral
desfiladero calizo que conforma el paraje, abriéndonos un peaje gratuito para disfrutar de una
ceremonia visual y una representación que roza lo sublime😍😍, alcanzando de nuevo en el
fondo del valle, la pequeña localidad de Hortiguela a los pies del monte de la Peña Berraza.
Nuestro último obstáculo comprende la subida hasta el Mirador de la Encinilla para curiosear,
desde el borde del acantilado, el valle norte del río Arlanza. Esta privilegiada atalaya conecta
con la amplia llanura del Campo de Lara contenida por la cercana Sierra de Mencilla, que a 
su vez se acomoda bajo las prominentes alturas de la Sierra de la Demanda y Sierra de Neila.
Con el Espolón de Cascajares de la Sierra terminamos la visita, retrocediendo sobre nuestros
pasos para buscar el sendero de bajada hacia la Cueva del Valle y las Riberas del Arlanza.
Durante la plácida bajada vamos asimilando y cotejando las estampas e imágenes ya vividas
y preparándonos para la emoción de conocer y examinar el santuario rocoso de la Cueva.
Poco a poco nos introducimos por un maravilloso paraje de terreno apraderado y mientras 
progresamos hacia su interior, parece que las peñas quisieran abalanzarse sobre nosotros.
En mitad del trayecto surgen las luces, los matices y colores y sobre todo los suaves aromas
que inundan este encantador valle encerrado y recluido en un enorme desconcierto granítico
que prolonga y protege con vigorosa fortaleza las tranquilas márgenes y orillas del Arlanza.
El prodigioso y excepcional anfiteatro rocoso de la Cueva de los Buitres nos saluda con una
enorme y gigantesca oquedad bajo un perfecto pórtico de piedra en un delirante homenaje
natural a nuestras miradas y a todo aquel que se acerque hasta esta fantástica arquitectura calcárea😍😍😍
Una vez disfrutado de su extraordinario entorno, desandamos lo andado hasta el sendero y
camino, que sorteando algunos grupos de grandes sabinas, alcanzará las orillas del Arlanza.
Solo nos queda el acompañamiento y la unión a la corriente del río, que con enorme calma y
tranquilidad cederá sus aguas al Pisuerga cerca de la localidad palentina de Torquemada.
Especies y vegetación de ribera como fresnos, alisos, piruétanos y olmos decoran y adornan
estas frondosas y exuberantes márgenes que colonizan y se asientan junto al aliento del río.
El recorrido por sus orillas asiste y modela un paisaje natural con mucha personalidad y estilo
y nos convierte en destacados navegantes para deleitarnos con los poderosos y opulentos
escenarios concebidos e inventados para el disfrute y el ocio de las actividades al aire libre.
Advertimos el final de nuestra aventura cuando llegamos a la presa por donde cruzaremos el 
río, sin olvidar la magia y el magnetismo contenido en esta bella y deliciosa lámina de agua.
Un último apunte👉,al ser ésta un Área de Reproducción de Especies Protegidas se prohíbe el paso y el tránsito de personas  por las rocas y cortados entre el 1 de enero y el 31 de julio.
Terminamos en una tranquila charla con uno de los pastores de la zona, contándonos todas
las vicisitudes y la precariedad de un territorio con grandes desequilibrios y prácticamente olvidado.
Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes.
Todas la fotos de la ruta: VALLE DE LOS BUITRES-RIBERAS DEL ARLANZA 

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