CAMINANDO, AL VIAJERO LE BROTAN DE SUBITO ALAS EN EL ALMA Y DESCONOCIDOS MUNDOS EN EL MIRAR

miércoles, 3 de diciembre de 2025

HORNOS, FUENTES Y MOLINOS DE MOVEROS

Acabo de rescatar una preciosa ruta por los alrededores de la localidad zamorana de Moveros que realizamos allá por el día 7 de abril de 2023 y hoy, después de dos años y casi ocho meses, me dispongo a presentarla y relatarla. Comenzamos 👇👇👇

En plena comarca de Aliste y perteneciente al municipio de Fonfría, su Iglesia Parroquial 👆
está dedicada a Santa Colomba, lanzándonos a través de una recia y poderosa arquitectura

que busca con empeño la tradición y la raigambre donde parece haberse detenido el tiempo.
Su aislamiento geográfico y la cercanía a la frontera portuguesa han marcado un potentísimo 
perfil en sus construcciones y una imperiosa necesidad de adaptarse a su bello entorno rural.
Mientras sentimos y experimentamos un escenario de absoluta tranquilidad, vamos apañando
y planificando todos los datos del trayecto resumidos y abreviados en la siguiente ventana 👇

La carretera de Brandilanes nos acerca hasta el Horno de Santa Catalina👆,utilizado por las familias alfareras del "Barrio de Abajo" para cocer botijos, barrilas y cántaros, siendo cada pieza señalizada con una firma particular de la familia para distinguirlas.
A partir de ahora, solamente tendremos que seguir el balizado rojo y amarillo por caminos y
sendas entre una ordenada y armoniosa belleza empapada de preciosos detalles del paisaje.
Vallados repletos de musgos y briofitas van gratificando y recompensando todos y cada uno
de nuestros pasos, intentando degustar despacio la exquisitez y delicadeza de este camino.
Vale la pena fijarse en las grandes parcelas y praderíos de este magnífico territorio, en cuyos
aledaños y proximidades se forman vistosos y llamativos lavajos en los que crecen millones 
de ranúnculos acuáticos, creando grandes alfombras sobre superficies de poca profundidad.
Poco a poco y entre algunos claros del bosque, nos vamos acercando hasta la fresca ribera 
del Arroyo de Manzanal, una insinuante y prometedora corriente que atraviesa estos jóvenes
bosques de El Majadón, delineando una prolongada estela de centelleantes pétalos blancos.
La arboleda aun se encuentra desnuda, en cambio el río, parece impregnado de esa energía
que seguirá proporcionándonos una exquisita y distinguida sensación de equilibrio y belleza,
alcanzando unos metros mas adelante el ambiente de soledad y decadencia del Molino Viejo.
Continuamos entre las fauces de un ejército de robles y quejigos, permitiéndonos penetrar en
su intimidad para descubrir su "marcescencia", ya que la tenacidad de sus hojas👇aguantan 
hasta la siguiente brotación y con infinitos líquenes que indican la buena calidad del bosque.
Las ágiles y agraciadas contorsiones del riachuelo circulan paralelas a un sendero que sigue
mostrando toda nuestra atención entre abundantes y pintorescas balsas de agua, teniendo 
que alejarnos de su corriente en la medida en que su curso vital atraviesa la frondosa foresta.
La capacidad colonizadora del robledal cubre una notable extensión de esta tierra zamorana,
brotando y emergiendo en sus entrañas auténticas y ocasionales avenidas de tapices florales
y algunos puentes tradicionales de piedra y losas integrados de manera natural en el paisaje.
Abordamos la vetusta arquitectura del Molino la Hormiga, un recordatorio de la molienda de
cereales y un ingenio hidráulico de la esencia económica de las poblaciones de la comarca.
El camino discurre a la par del río, serpenteando entre sus suaves virajes y desvíos, parando 
en algunos momentos para observar la delicadeza y el balanceo de estas hermosas hierbas
laguneras donde toda su perfección y excelencia alimentará nuestra peculiar curiosidad 👇.
Durante el itinerario tendremos tiempo para disfrutar de la diversión y la holganza fotográfica, 
además del retrato preciso y fidedigno para captar en exclusiva la diligencia de la naturaleza.
Entre el dulce rumor de la aterciopelada corriente y el silencio de la soledad, logramos llegar 
al conservado Molino de la Masonera, una antigua construcción adaptada al terreno en el que
aun podemos observar en su cárcavo el estrecho saetín, el eje de transmisión y su rodezno.
Junto a sus viejas piedras tomamos un pequeño descanso y un escueto aperitivo, retomando
la andadura entre algunos del los puentes y pontones realizados con grandes lajas de granito
y saltando y brincando, siempre con sumo cuidado, por estas rústicas pasarelas tradicionales.
En este punto abandonamos el Arroyo del Manzanal, perdiéndose en el "Pago de Rodillones"
en donde aparece la denominada "Fuente de Pocogobierno", sumida en las cercanías de un
erial y baldío con incontables arbustos, matorrales y carrasqueras en el que brotan arcaicas
corralas y encerramientos de piedra destinados a la estabulación y a la guarda del ganado👇
Eludimos la senda hacia el Molino de Lajafriz, prolongando la marcha por un tapiz herboso y
entre la frescura que desprenden las "Fuentes de Vivalón", la primera, pequeña y solitaria👇
y la segunda vertiendo a una pequeña laguna para que pudieran beber las vacas y animales.
Avanzamos caminando despacio, con la mirada puesta entre los redondeados y erosionados
roquedos👆y las ordenadas "cortinas" de piedra que delimitan prados, huertos y solares👇.
Panorámicas que se amplían e incrementan por un derrotero que rodea y circunda la Fuente
y Laguna de las Mozas, un estupendo y fascinante "oasis" en medio del corazón del bosque.
Progresamos entre la dulce brisa que desprende el resurgir y el retoñar de este espeso jaral,
alcanzando un nuevo manadero junto al Camino de Fornillos de Aliste, aunque nuestra ruta
tuerce a la izquierda para ir descendiendo, de manera plácida y sosegada, hasta Moveros👇.
Longevos apriscos y chiqueros escoltarán nuestra entrada en el pueblo por la Calle Vegas,
volviendo a impactar con las aguas del Arroyo del Manzanal en las inmediaciones del Parque
Público. El Horno Comunal de las Vegas nos saluda con su estilo árabe, narrando el proceso
de cocción de distintas vasijas y utensilios de barro que necesitaban 40 "brazados" de leña para un proceso que dura unas seis horas por término medio, realizándose al oscurecer con el objeto que pueda observarse las luces del horno.
Al día siguiente se sacan, dando tiempo para la refrigeración de las vasijas y para las pruebas de rajas o desperfectos, en un ordenado protocolo.
Los encarnados matices de las amapolas son los primeros testigos del inicio de la primavera,
impulsándonos hacia los aspectos constructivos de las casas y viviendas del pueblo, donde la
piedra, la teja y la madera se convertirán en los elementos fundamentales de sus inmuebles.
Moveros también adolece el drama de la despoblación rural y la emigración a zonas urbanas,
dejando muchas viviendas abandonadas, algunas de ellas con evidente deterioro, aunque la
rehabilitación y restauración de algunas casas tradicionales impulsan un apogeo del turismo.
No podríamos irnos de Moveros sin mencionar su reconocida y acreditada alfarería en la que 
su calidad y belleza han marcado su economía local, y los pocos artesanos que aun quedan, intentan con todas sus fuerzas transmitir el oficio a las nuevas generaciones👆👇.
Solamente nos queda contemplar algunos tesoros de la ruralidad alistana, paseando entre su
casco urbano para apreciar detalles de balcones👆y motivos decorativos👇de gran interés 
etnográfico, saliendo por la carretera hacia Portugal donde podremos encontrar manantiales y
fuentes, tanto para el suministro y provisión humano como para abrevaderos para el ganado.
La floración de almendros y frutales avanzan una primavera que iluminan caminos y veredas,
finalizando esta fabulosa aventura en la cercana Ermita de Nossa Senhora da Luz, una colina
tranquila y apacible en la misma raya entre España y Portugal, pudiendo bajar a conocer los
pormenores rurales que han prevalecido en el tiempo en la bonita Freguesía de Constantim.
Saludos de COMANDO SENDERISTA A tod@s caminantes.

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