VALLE DE ARBÁS

Hace tiempo que llevábamos esperando el día idóneo para realizar esta maravillosa ruta por el leonés Valle de Arbás. Por fin, el día 14 de febrero de 2019, surgió un paréntesis primaveral en mitad del invierno, perfecto para ejecutar esta maravillosa aventura. Pincha en "play" y empezamos a caminar.  

Los primeros pasos por Casares de Arbás, pueblo perteneciente al municipio de Villamanín, rebelan la belleza montaraz de su entorno, penetrando en su interior para alcanzar su pequeña ermita

y su atractiva Iglesia Parroquial, mientras el alegre paseo nos invita a ir disfrutando 

de sus viviendas (casares), antígüamente utilizadas para la agricultura y la ganadería que soportaban las tierras y pastos que le rodean.

 Todos los datos del itinerario los podeis encontrar en el mapa y en: VALLE DE ARBÁS 

Salimos hacia el norte por la calle de la iglesia con la imponente estampa y las vistas excepcionales del macizo de las Tres Marías

por una pista forestal ocupada por la nieve y paralela al Arroyo Casares.

Hacia el oeste, el valle se va perdiendo con suavidad y sutileza bajo un horizonte cercado de montañas

y una mirada atrás para contemplar la hermosa panorámica de Casares de Arbás y su Embalse completamente nevado en sus aledaños.

La Montaña Central Leonesa dibuja un paisaje de fábula para que nuestras máquinas fotográficas comiencen a "echar humo" 

mientras vamos atravesando uno de los lugares mas recóndito, oculto y escondido de los Montes de León.

A medida que vamos ascendiendo, el Arroyo Casares muestra su poderosa "puesta en escena" con varias cascadas y saltos de agua que hacen nuestras delicias.

Vamos atravesando un espectacular paraíso

en el que la roca asciende hacia un cielo azul como el éter, lleno de una extraordinaria nitidez y una auténtica pureza.

Continuamos nuestra entretenida progresión entre las sinuosas curvas y perfiles de las montañas que nos rodean 

por una naturaleza salvaje, indómita, brutal, 

que exhibe y expone un paraje absolutamente espléndido y de genuina belleza.

Rodeados de nieve por todas las partes

atrapamos el pequeño Refugio de las Tres Marías

aprovechando sus inmediaciones para el descanso y el almuerzo.

En el receso hemos observado el cambio de tonalidad de varias plantas y líquenes que se aferran a la roca,

volviendo de nuevo al camino entre la moda de blancos y azules que imperan en el día de hoy.

Nos asaltan los grandes farallones rocosos de El Palero, la María mas baja,

siguiendo el avance con vistas al Collado Carrió, 

para girar en un fuerte repecho en busca del Collado Gistreo.

El esfuerzo de la subida acelera nuestros corazones

que de manera tranquila y sosegada

nos ayuda a apoderarnos del Collado Gistreo, 

techo de nuestra ruta con 1634 metros de altitud.

El macizo de las Tres Marías constituye el telón de fondo de nuestro retrato

y tras romper filas se desatan las hostilidades en una encarnizada guerra de bolas de nieve.

Con las excepcionales vistas del Cueto Negro de 1862 metros y divisoria entre Asturias y León,

descendemos por un intenso y profundo pinar

colmado de un sinfín de destellos que proliferan entre el ejército de pinos

en el que las sombras crean gélidos rincones con bellas estalactitas de hielo.

Una hermosura sobrecogedora nos invade 

al caminar por el espléndido y sensacional valle glaciar

del río Viadangos, que discurre entre un gran manto de nieve

y nos conduce entre sus intrépidas y recónditas montañas.

Imposible no detenerse para disfrutar del equilibrio y la tranquilidad de este impecable escenario en el que se pueden escuchar los delicados gritos de un silencio abrumador.

Las mentes han sido recargadas con éxito,

continuando el viaje entre las fauces de la sierras del Cueto Negro y Changos,

por un fascinante y maravilloso valle

en el que el deshielo va esculpiendo bonitas y atractivas cascadas. 

La secuencia del paisaje se recoge en nuestros teléfonos inteligentes

que contrastan con el rústico y rudimentario Puente del Glaciar

que nos ayuda a cambiar de orilla en un estampa casi idílica.

Acompañados del susurro y rumor del arroyo

dejamos atrás una pequeña represa,

caminando con decisión entre las moles grisáceas que emergen entre la nieve.

La claridad y nitidez del día ilumina con fogosidad nuestros pasos

con las vistas puestas en un horizonte en el que brota y sobresale el Pico Fontún, con casi 2000 metros de altitud.

"Febreruco es loco, unas veces por mucho y otras por poco". Aprovechamos sus 11 grados de temperatura del día de hoy

para seguir transitando por este espectacular y llamativo plató,

estrujando la suave alfombra y manto que confeccionó la nevada.

La ruta no llega a Viadangos de Arbás, nos quedamos a sus puertas,

desviándonos a la derecha y dejando atrás un paisaje de ensueño.

La pendiente y las rampas se vuelven a acentuar por la Sierra de las Cangas

que crea y concibe una fabulosa postal de Viadangos en el fondo del valle. 

Seguimos el ritmo de ascensión

a través del abrevadero y Fuente del Turrón, 

conformando una naturaleza que evoca con fuerza toda su armonía y pureza.

La charla se entrecorta por el desnivel de la subida

recuperando nuestras ánimo y frescura en el bonito collado que forman las laderas del Turrón y de Cangas.

El descenso vuelve a abrir el Valle de Arbás

rodeado por esa gran ola geológica que cierra el valle hacia el noroeste

y con las vistas memorables del Embalse de Arbás.

El aire valiente y decidido de nuestros pasos

se plasma sobre los imponentes perfiles de las Tres Marías

y Peña Muezca,

lugar donde nacen las aguas del Arroyo Villaverde.

Vamos perdiendo altura de manera sosegada

fijándonos en las crestas de esa ola montañosa

reflejada en los pequeños ríos y arroyos

que morirán, irremediablemente, en las frías aguas del embalse.

La estrecha carretera nos devuelve a Casares de Arbás

entre su legendaria arquitectura, 

finalizando esta excelente y magnífica jornada de nieve por estas hermosas tierras leonesas sumidas en el silencio y la soledad y atenuadas por una naturaleza sin degradar.

Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes.
ÁLBUM DE FOTOS: VALLE DE ARBÁS