La fresca mañana del 5 de diciembre de 2019 nos traslada hasta el privilegiado y hermoso pueblo cacereño de Hervás, desde donde arranca la atractiva ruta senderista hasta su Chorrera. Sin mas dilaciones pincha en "play" y comenzamos la aventura.
Nuestro paseo comienza junto a los muros de la Iglesia de Santa María, bajando al encuentro de las aguas del río Ambroz que cruzan el enigmático Puente de la Fuente Chiquita.
Seguimos entre casas con entramado de madera de castaño y adobe
por un sinfín de alegres callejuelas apretadas y ceñidas
que van conformando lo que fue el pequeño asentamiento que fundó la comunidad hebrea allá por el siglo XIV
y declarado el 13 de febrero de 1969 Conjunto Histórico Artístico, pudiendo ver un pequeño reportaje del pueblo en el siguiente enlace: HERVÁS
El mapa general y todos los datos de la ruta en: CHORRERA DE HERVÁS
Desde la Plaza del Convento y la Hospedería enfilamos hacia La Chorrera dejando el Puente del Ferrocarril a nuestra izquierda
con numerosas edificaciones en estado de ruina junto a la corriente del Ambroz.
Hemos tomado el llamado Camino de Marinejo que en su primer tramo nos difunde y embriaga con aromas de madroños
y caquis que llenan de viveza y colorido nuestros pasos.
El Valle del Ambroz nos flanquea con estupendos bosques de castaños y robles
mientras su inquieta y plateada corriente nos va seduciendo
con sus evocadores rumores y su eterna musicalidad
inundando con atrevimiento y descaro un húmedo relente y una maravillosa frescura
para hacer que broten y emerjan estas auténticas enseñas otoñales.
Los tímidos rayos del sol alumbran las tareas de elaboración de nuestro almuerzo a base de productos chacineros
regados con un buen caldo de la Ribera del Duero, !! que aproveche !!
Continuamos esta agradable ascensión sin perder de vista las marcas del sendero,
rodeados y envueltos entre prestigiosos tonos otoñales
que alcanzan el paraje de Las Veguillas,
un paraíso fluvial donde convergen el Ambroz y el Arroyo del Horcajo o Posturillo.
Atravesamos el Arroyo del Horcajo, dejando a la derecha el camino que conduce a la presa,
continuando hasta las Casas de Marinejo, unas viviendas que fueron utilizadas por el personal que trabajaba en la "central de luz" situada un poco mas arriba.
Merece la pena acercarse hasta el firme y robusto Puente de Marinejo para disfrutar de la imagen evocadora
que el río Ambroz dibuja en este hermosísimo rincón.
El camino sigue remontando junto a refugios de pescadores
paseando entre las sutiles y delicadas curvas que el trayecto nos propone,
tomando a la derecha una vereda ajustada y pedregosa
por encima de la Central Eléctrica o "Casa de la Luz"
y comenzar la parte mas complicada y dura de toda la ruta.
Tras completar "las 33 vueltas" en referencia a los continuos zigzags del potente repecho, llegamos hasta el depósito y aljibe que lanza el agua hasta la central
con las piernas bien calientes y el corazón desbocado,
atenuando nuestro esfuerzo con las vistas aéreas del Embalse del Horcajo.
Nuestro sendero sigue por el canal de agua que alimenta el depósito
con estupendas y excelentes vistas del Pinajarro de mas de 2000 metros de altitud,
adueñándonos de un estratégico mirador en el que podemos otear hasta la Comarca de las Hurdes.
Disfrutamos de un relajante paseo junto a la acequia de agua
entre la turbadora y tímida luz que filtra el bosque entre un ejército de robles,
por un paraje frondoso y umbrío repleto de hermosura
en el que la montuosidad del paisaje nos aporta una estupenda sensación de tranquilidad.
Nuestros ordenados pasos nos conducen
hasta el puente de madera que salva el Arroyo de las Costeras
donde realizamos un retrato del grupo
acorralados por los reconfortantes sonidos y la estupenda imagen que nos brinda el arroyo.
Unos pocos metros mas arriba nuestras cámaras y móviles empiezan a echar humo
ante la fascinante y encantadora Chorrera de Hervás en la que el río Ambroz
crea este magnífico, atrayente y cautivador salto de agua de unos 15 metros de altura.
Tras cumplir el objetivo de nuestra visita, abandonamos este maravilloso recoveco que nos ofrece la vertiente sur de la Sierra de Béjar
para volver sobre nuestros pasos, deshaciendo lo andado
y disfrutando de los rasgos mas arrebatadores del paisaje.
El otoño mágico se despliega y extiende por nuestras espaldas
en un día en que las nubes han ganado el pulso al sol,
aunque seguimos disfrutando del placer que supone esta atractiva caminata y este emocionante viaje.
El enorme repecho de la subida se convierte en una vertiginosa bajada
que vamos acometiendo con enorme cautela y precaución,
desviándonos a la derecha para llegar hasta las Charcas Verdes,
una hermosa sucesión de remansos que genera el río Ambroz
con varias cascadas y saltos de aguas que destacan por su pureza y transparencia.
En el descenso seguimos aspirando la fresca humedad del musgo
y percibiendo los ocres impresionantes con los que se viste el bosque.
Aceleramos nuestra marcha para desviarnos a la izquierda y subir hasta
el precioso manto de agua que rebosa por el muro del Embalse del Horcajo
para detenernos ante la firme quietud, el silencio y la placidez que desprende.
Con el sol iluminando el bosque, vamos apreciando la gama de matices y la fabulosa "puesta en escena"
entre una suculenta variedad de verdes, ocres, anaranjados, amarillos y rojizos,
acompañados en todo momento por el impulsivo e intrépido caudal del río Ambroz.
Entre el ensordecedor ruido del río, abandonamos sus gratificantes riberas
para volver al camino con su rutina y moradores habituales,
echando la vista atrás para admirar el paisaje que nos ha seducido de cerca y permanece espectacular en la distancia.
Solo nos queda entrar en Hervás, tras haber disfrutado de una infinidad de buenos momentos, una exuberante naturaleza, tras haber contemplado estas honorables y señoriales tierras del norte cacereño.
Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes.
ÁLBUM DE FOTOS: CHORRERA DE HERVÁS
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