CAMINANDO, AL VIAJERO LE BROTAN DE SUBITO ALAS EN EL ALMA Y DESCONOCIDOS MUNDOS EN EL MIRAR

lunes, 16 de enero de 2023

CASCADA FAYA DEL AGUA ALTA

Nada mas cruzar la frontera con Portugal desde la localidad zamorana de Fermoselle, alcanzamos la localidad Bemposta y desde allí, en poco mas de tres kms, llegamos a la aldea de Lamoso para realizar una de las rutas mas sencillas y espectaculares del Parque Natural do Douro Internacional, nos referimos a la Faia da Água Alta. Es día 3 de enero de 2023, comenzamos.

El desplazamiento desde Valladolid estuvo patrocinado por una densa niebla que despejó en
la Iglesia de Sao Pedro y en el Pelourinho de la localidad portuguesa de Bemposta, llegando
hasta la amplia plaza en la que se encuentra la pequeña Ermita de San Antonio, donde nos
tomamos el tiempo necesario para preparar la ruta con todas las referencias del itinerario.

La carretera que lleva a Lamoso pasa por una preciosa fuente de piedra con dos lavaderos y
en el momento que alcanzamos la aldea, la niebla vuelve a resurgir y a tomar protagonismo.
Los primeros pasos transcurren por un camino en suave descenso en el que va surgiendo
un gran inventario micológico y un edén de verde vegetación empapados por el intenso rocio.
Con el rostro sonriente y apresados entre la bruma, llegan hasta nosotros los primeros ecos
de la corriente del río Ribeira de Lamoso, empezando a conformar una sonora y espectacular
naturaleza que nos hacen sentir el respeto de esa majestuosa energía que desprende y por
otro lado, el disfrute y el deleite de una belleza que nos cautiva y seduce de forma irresistible.
Las lluvias continuadas del mes de diciembre han articulado la riqueza del agua de un arroyo
que pone la música y la armonía a un agradable y placentero paseo entre los supervivientes
restos de pequeñas manchas de robledal, en contraste con la frescura de musgos y briofitas.
El camino sigue trazando un descenso casi en línea recta entre el paisaje característico del
arribe y como la niebla nos priva de panorámicas del entorno, seguimos poniendo nuestros
ojos en los detalles mas cercanos, tratando de advertir y considerar la belleza que poseen.
El sendero tipificado como PR4MGD está señalizado con marcas rojas y amarillas y su curso
atraviesa varios bancales con pequeñas fincas sembradas y dedicadas al cultivo de olivos,
pudiendo encontrar las viejas y vetustas ruinas de algún refugio utilizado para resguardar y
guarecer al ganado y donde los pastores se protegían de las tormentas, del sol y de los fríos.
Aprovechamos esta extraordinaria arquitectura rústica para firmar y rubricar nuestros pasos
por este pequeño valle que nos va acorralando en busca de la excepcional Faia da Água Alta.
Nos cruzamos con algún rebollo, cuyas agallas sirvieron de guardería a las crías de avispas
y desde donde podemos otear la agreste y escarpada vaguada que nos conducirá hasta las
inmediaciones de un cobertizo de madera dispuesto en la misma cabecera del salto de agua.
Una luz cobriza se derrama entre los farallones rocosos que escoltan el preámbulo y el debut
de la cascada, bajando hacia la derecha por una estrecha y apretada trocha para buscar las
inmediaciones del puente situado en la parte alta del desfiladero, asegurándonos el bucólico
y salvaje escenario por el que discurre el enérgico y vigoroso caudal del Arroyo de la Ribeira.
Tomamos unos minutos para sentir el frescor de la brisa que despliega a su paso y escuchar 
la atronadora fuerza del agua que acelera su velocidad para lanzar su caudal hacia el vacío.
No queremos imaginarlo, queremos ver la caída del agua, y para ello iniciamos una paulatina
bajada que se convertirá en un sendero circular para rodear todo el entorno de la catarata.
A medida que descendemos, vamos a ir entreteniéndonos y recreándonos con las hermosas
panorámicas y la notable majestuosidad que despliega este espectacular torrente de agua,
aderezado y acondicionado por los penetrantes aromas que desprenden encinas y enebros.
Los continuos "zigzagueos" nos encauzan y encarrilan para acercarnos y aproximarnos hasta
un insólito mirador en el que podemos admirar el increíble e inaudito escenario natural por el
que se precipita y se despeña una de las cascadas mas altas de todo el territorio portugués.
Su sonido retumba y repercute entre las colosales paredes graníticas de este agreste cañón
y su esbelto perfil desempeña un mágico encuadre y un encantador plató para plasmar unas
bellas secuencias fotográficas que harán sentirnos como si estuviéramos tocando el paraíso.
Seguimos asegurando cada paso entre la intensa humedad que hace peligrosa y arriesgada
esta preciosa senda, volviendo a descubrirnos los infinitos puntos de vista de esta maravilla.
Continuamos brillando entre el halo luminoso de la niebla, que en esta jornada se proclama
ganadora en el pulso que mantiene con el sol, inundando todo el paraje con su desvanecido
velo y otorgando ese toque de misticismo, aislamiento y soledad a este asombroso espacio.
Las tonalidades grises y blanquecinas son ahogadas por una fascinante animación colorista 
en el momento que alcanzamos la larga pasarela inferior de madera que cruza la Ribeira y 
permitiéndonos posar antes de desvelar y descubrir el mejor secreto del arribe portugués.
Impresiona este descomunal y soberbio tesoro acuático que alcanza los 60 metros de altura,
saliendo a la luz sobre una amplia plataforma rocosa de unos 15 m. de anchura y arrancando
una sublime e imponente actuación que la sabia madre naturaleza regala a nuestras miradas.
Después de que nuestros ojos hayan admirado la intensa belleza que provoca, terminamos
de atravesar la larga pasarela que comunica las dos laderas del desfiladero para estrenar el 
camino de ascenso que nos devolverá, no sin esfuerzo, hasta la parte mas elevada del salto.
Jaras, escobas, espliegos y lavandas se intercalan entre enebros, encinas y quejigos para 
subir aspirando todos y cada uno de los aromas hasta alcanzar un mirador y descansadero
en el que podemos percibir la agreste garganta de La Ribeira en su camino hacia el Duero.
En el fondo del valle quedan clavados los restos de varios corrales, ahora aprovechados para
la plantación de olivos, mientras nuestros corazones siguen sufriendo el fuerte repecho para
alcanzar de nuevo el punto mas alto de la cascada, cerrando este atractivo recorrido circular.
Volvemos a escuchar la musicalidad de un valle cuyas melodías van cambiando al ritmo que
impone el agua, unas veces con sonidos muy "heavy" y en otras al compás de las baladas. 
Las marcas y señales nos obligan a volver sobre nuestros pasos para ir ascendiendo por la
pista que tomamos al principio de la ruta entre un suculento catálogo de hiniestas y retamas
y donde el invierno acecha como si se hubiera instalado de una forma categórica y definitiva.
Las construcciones tradicionales que salen al paso fueron levantadas con una disposición
ordenada de las piedras, consiguiendo una firmeza y solidez que persisten en nuestros días.
Aunque el día no nos ha dejado disfrutar de grandes horizontes, un paseo entre la niebla
siempre tiene algo de mágico y misterioso y si se suman los delicados susurros del agua, el
resultado de la ecuación es el de un paisaje tallado por un resplandor con tintes de irrealidad.
Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes. 

GALERÍA FOTOGRÁFICA: FAIA DA ÁGUA ALTA

2 comentarios:

  1. Qué maravilla de ruta. Es preciosa la cascada. Por favor, podrías decirme la distancia a recorrer? Muchas gracias

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    1. Desde la localidad portuguesa de Lamoso son 3,8 kms, se baja, se rodea la cascada y se vuelve a subir a la localidad de Lamoso. Espero haberte contestado. Saludos.

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