CAMINANDO, AL VIAJERO LE BROTAN DE SUBITO ALAS EN EL ALMA Y DESCONOCIDOS MUNDOS EN EL MIRAR

lunes, 10 de mayo de 2021

PESQUERÍAS REALES

Para que el rey Carlos III pudiera pescar y capturar truchas de manera confortable, se condicionó la llamada Senda Real, un precioso paseo empedrado por el fondo del Valle del río Eresma. Es día 4 de mayo de 2021 y si quieres acompañar el relato con buena música dale al "play" y comenzamos esta aventura.

Tras dejar uno de nuestros coches en el Puente Nuevo de Segovia, en La Granja de San Ildefonso, subimos por la carretera CL-601 hasta el km 17 donde se sitúa el aparcamiento del Puente de la Cantina, comenzando nuestros pasos ante la bella Fuente de la Canaleja.
Todos los datos de este interesante itinerario podeís encontrarlo en: PESQUERÍAS REALES
Escoltados por un pintoresco tejido pinariego ejecutamos nuestras primeras zancadas,
recalando entre la colosal espesura en donde el aire flota con una alegre algarabía primaveral.
Continuamos trayecto entre el multitudinario ejército que forma el tupido pinar,
acompañados por los plácidos ecos y rumores del Arroyo Minguete
y abrazando la magia de la niebla entre la frondosa y espesa vegetación
que va dibujando maravillosas estampas en un sensacional regalo de la naturaleza.
Ensimismados por el fantástico paisaje, alcanzamos un precioso puente de madera
desde el que oteamos la juguetona corriente del Minguete que baja deprisa y apresurado 
en busca de su hermano mayor el río Eresma, principal protagonista en el día de hoy.
Seguimos bajo el cobijo hogareño de este estupendo bosque en el que enormes bolos graníticos se acercan al discurrir del río
y donde el verdor y la frescura de este delicioso manantial aporta con su pequeño caudal
la pureza necesaria para engrandecer este idílico lugar conocido como los Baños de Venus.
En la zona de El Hoyo encontramos varios y numerosos pontones de madera,
además, disfrutaremos de la tranquilidad del camino paseando por una colorida alfombra floral
que nos conducirá hasta las nuevas y recientes pasarelas del Puente de los Vadillos
apoyadas en varios estribos y pilares de piedra a lo ancho del río.
Un Eresma incansable y lleno de energía sigue atravesando este bosque de la realeza,
creando y engendrando rincones llenos de encanto y hermosura
y que conocieron las hazañas y el entretenimiento de los monarcas en tiempos pasados. 
Seguimos aspirando los enternecedores aromas y fragancias del bosque,
alucinados y embelesados con las colosales siluetas que emergen hacia el cielo
y tratando de seguir los delicados y suaves matices a ras de suelo
que se van entremezclando por un enraizado camino siempre paralelo a las aguas del río.
Alcanzamos el corazón del Valle del Eresma en el paraje conocido como Boca del Asno
con otro estupendo puente y pasarelas de madera que une el río y el Área Recreativa,
donde la naturaleza y el curso encajonado del cauce ha concebido un recóndito lugar con pequeñas pozas bañadas por el sol.
Reanudamos la marcha después de haber disfrutado de este salvaje lugar,
cruzando por un altivo mirador donde esperamos a las demás unidades del grupo
para bajar vertiginosamente por unas infinitas escaleras hacia la profundidad del desfiladero.
Nuestros corazones se sienten aliviados solamente con admirar el paisaje,
caminando firmemente y con solidez entre las nítidas sombras bajo las hojas
y escuchando los tenues y ligeros susurros del río Eresma al llegar a las inmediaciones
del Puente Navalacarreta, un puente del año 1778 que presto servicio al antigüo camino de Madrid
y que a día de hoy sigue luciendo con toda su elegancia y firme poderío.
Las tormentas del día anterior han dejado caminos encharcados y anegados,
aunque nosotros seguimos la senda deleitándonos con el agradable tránsito del agua
y la amplia perspectiva de un espléndido bosque que roza lo paradisiaco,
iluminado e ilustrado con una extraordinaria calidez y cordialidad.
Dejamos atrás la zona de Los Asientos e inmediatamente el paisaje comienza a abrirse,
traspasando un nueve puente de madera muy cercano 
a los numerosos pilares de piedra que soportan una canaleta con el agua del Arroyo de Peñalara
y que forma el solemne y señorial Puente de los Canales
con pequeños aspectos, trazas y similitudes al Acueducto de Segovia.
Nuestra imagen queda grabada en las inmediaciones de este maravilloso puente
continuando el ritmo del paseo hasta la entrada por una portilla giratoria
a las verdes y resplandecientes praderas de Navalhorno.
Nos volvemos a aproximar al río con el Cerro Matabueyes en lontananza 
cruzándonos con una despistada serpiente que busca el cobijo y la protección de un lugar seguro para ella.
Al placer y la satisfacción de caminar por estos frescos praderíos
se une la contemplación de estos espléndidos gigantes arbóreos que se van combinando 
con la estupenda aliseda que galopa y se desliza junto a las aguas del río
en un magnífico entorno repleto de una inmensa tranquilidad.
Entre los prados surge la canción de los Arroyos del Parque y Las Calderas y bajan hasta el puente
para disfrutar de los encendidos colores de este impetuoso Eresma que sigue implacable y arrollador.
Seguimos este delicioso remanso de paz entre la libertad de las caballerías que pacen 
entre el verdor y la frescura salpicadas por la intensa luz del sol
y que proporcionan un bucólico y grato balcón de los valles y cumbres de la Sierra Segoviana.
Entramos en la localidad de Valsaín tras cruzar el puente y llegar a un crucero
que nos mete de lleno entre sus calles y nos encauza hasta los alrededores y aledaños
de las ruinas del Palacio Real que fueron consumidas por un voraz incendio el 22 de octubre del año 1682.
Aunque Felipe V, primer rey Borbón de España, intento la restauración de esta Casa Real del Bosque
finalmente decidió construir un nuevo palacio en el lugar de San Ildefonso a muy pocos kms de aquí.
Saliendo de la localidad de Valsaín seguimos río abajo acompañando la estela del Eresma
y navegando hasta la cercana y preciosa Presa del Salto del Olvido
en la que podemos apreciar la "escala de peces" o "escala salmonera" que regula el cauce del río,
además de presenciar una soberbia y admirable estampa del embalse.
Enormes rocas graníticas escoltan el sendero y el río
y nos sumergen por un pequeño cañón en la que la potente luz diurna va atenuando las sombras
y esclareciendo las pequeñas charcas que abundan en este tramo.
Siguiendo nuestra Senda de las Pesquerías Reales aparece un nuevo área de pesca
junto al Puente del Anzolero, con pasos para el cauce del agua y para el caminante
que podrá sentir las sensaciones del paseo por este placentero camino enlosado.
El agua es vida y las pequeñas cascadas se deslizan por las rocas para oxigenar
este inmenso jardín cuyos fragancias se esparcen por los rincones mas secretos de este apasionante lugar.
Una larga escalinata nos aloja junto a la antigüa Fabrica de Luz
y nos obliga a zambullirnos y recrearnos en los pequeños saltos de agua
que decoran este noble y exquisito trecho del río.
El camino de las Pesquerías Reales fue construido con la única finalidad de facilitar a la Corona
el disfrute de esta hermosa zona del valle, muy próxima a los Palacios de Riofrío y La Granja
y practicar con mayor comodidad su gran afición a la pesca.
Un brillante y resplandeciente robledal se acerca hasta alcanzar el río
en las cercanías y aledaños del nuevo Puente de las Pasaderas,
mientras seguimos inhalando el olor suave y secreto del bosque entre alegres conversaciones.
Sin darnos cuenta hemos llegado hasta la cola del Embalse del Pontón Alto, 
una bella encrucijada para admirar la maravillosa Sierra de Guadarrama 
y donde el nevado Peñalara se asoma a nuestros pasos.
La serenidad y tranquilidad del Embalse del Pontón Alto
nos presenta y nos enseña su discurso mas suave y melodioso
con los modales mas dignos e insinuantes
para descubrir esta amplia terraza de agua, bosques y montañas en un espectacular panorama.
La imperturbabilidad, el estoicismo y la quietud queda reflejada por la placidez del lugar
y en la otra orilla vemos como el ganado abreva y se refresca entre las limpias aguas y el profundo robledal.
Tomamos el Puente Nuevo de Segovia donde finaliza este maravilloso paseo por este Real Sendero 
construido entre los años 1767 y 1769 a lo largo de 9 kms, tras practicar el ilustre ejercicio de la pesca
entre la notable belleza que aporta y atesora este enigmático paisaje.
Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes.
Todas las fotos de la ruta en el álbum: PESQUERÍAS REALES 
Y también en Facebook: PESQUERÍAS REALES

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Vaya trabajo más artículo más bonito. Leerlo y disfrutar de las fotografías es volver a sentir que estás allí. Enhorabuena.

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  3. Muchas gracias por esa preciosa valoración. La verdad que el recorrido no deja indiferente a nadie. Un saludo cordial, Eduardo.

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