LAGUNAS DE RUIDERA

El día 18 de abril de 2023 nos desplazamos hasta la inmensa y hermosa llanura manchega donde se alza la comarca del Campo de Montiel, entre las provincias de Ciudad Real y Albacete, para visitar uno de los conjuntos lagunares mas atractivos de toda la Península. Dale al "play" del reproductor y comenzamos.

Las primeras luces del día nos sorprenden entre los "gigantes" combatidos por Don Quijote y 

Sancho Panza en la localidad de Campo de Criptana, en un paseo que nos sumergirá por la

rúbrica de la novela de Miguel de Cervantes y los epígrafes del itinerario que vamos a revelar.

Nuestro verdadero viaje comienza en el Castillo de Peñarroya en la localidad de Argamasilla

de Alba, una estratégica fortaleza de origen musulmán del siglo XII situada y asentada en la

margen derecha del río Guadiana y puerta de entrada a las estupendas Lagunas de Ruidera.

La carretera CM-3115 remonta las tierras aledañas al Embalse de Peñarroya, alcanzando en

unos 15 kms la densa y tupida alfombra de cañizos y cañaverales de la Laguna del Cenagal.

Seguimos ascendiendo por este maravilloso humedal de Castilla-La Mancha que tropieza con

los fantásticos reflejos de la hermosa Laguna de la Coladilla, haciéndonos sentir los visitantes

mas afortunados y complacidos al observar estos increíbles espacios de impoluta naturaleza.

Terminamos esta primera etapa, merodeando las herméticas e impenetrables junqueras que

crecen en el perímetro y los contornos de la sutil, frágil y discreta Laguna de Cueva Morenilla.

Alcanzamos la Iglesia de Nuestra Señora de la Blanca en la localidad de Ruidera, ofreciendo

a pocos metros unas sensacionales vistas de la Laguna del Rey, un "paraíso del agua" cuya

armonía y belleza nos deja casi noqueados, mientras sus tonalidades azules se entremezclan

por el enorme ecosistema de marismas y aguazales que contienen esta bella lámina de agua.

Una vez cruzado el puente de la N-430 llegaremos hasta el cementerio de Ruidera, tomando

un camino paralelo al sentido de la corriente y accediendo en pocos metros a unas escaleras

que nos descubrirán la Cascada del Hundimiento, el salto mas alto de todo el Parque Natural.

Tras la poderosa energía desplegada, recuperamos la calma en aguas mas tranquilas y nos

emplazamos en la impresionante atalaya del Mirador Laguna del Rey, donde nos esperan las

panorámicas mas fabulosas y extraordinarias de este oasis turquesa en mitad de La Mancha.

Nos tomamos nuestro tiempo para el goce y disfrute de esta caprichosa arquitectura natural,

bajando hasta palpar y tocar las perfectas simetrías dibujadas en este bello hábitat acuático.

El Parque Natural de las Lagunas de Ruidera está declarado Reserva de la Biosfera en 1979

y su entorno retrata uno de los mas notables y distinguidos humedales de toda la Península.

Avanzamos entre el incesante trajín y el agradable alboroto de algunas ardillas que juegan al

escondite nada mas pasar la Colonia de los Villares que otea la espléndida Laguna Colgada,

la mas extensa de todo el espacio lagunar envuelta en un poderoso ambiente de serenidad y

equilibrio y repartida entre los límites fronterizos de las provincias de Albacete y Ciudad Real.

En mitad de Laguna Colgada podemos realizar un paseo hasta las inmediaciones del Paraje 

de la Isla, pudiendo escuchar la armónica sincronización de un desmesurado silencio que se

disemina por la lisa y calmada moqueta del agua en un ambiente de significativa tranquilidad.

La notable exhibición y variedad vegetal del camino continua a lo largo de kilómetro y medio,

parándonos en algunos de los apartaderos dispuestos para apreciar la pureza y nitidez de las

aguas, así como los contrastados matices y las diferentes tonalidades que vamos alcanzando

en un juego que pretende flexibilizar nuestras miradas con distintas y variadas coloraciones.

En un abrir y cerrar de ojos nos emplazamos en el embarcadero del Albergue Juvenil Alonso 

Quijano que contempla la preciosa estampa delineada por el desagüe de la Laguna Batana.

La agilidad y rapidez de movimientos de algunas ardillas nos llevan hasta la cercana Playa de

la Laguna Santos Morcillo, un sensacional y fantástico paraíso turquesa cuya luminosidad y

belleza quedó gravada en nuestras mentes, además sus  impresionantes panorámicas y sus 

sorprendentes "halos" de hermosura hacen que nuestros corazones palpiten con celeridad.

Un corto y delicioso paseo entre los pinos nos aproximará al excelente lugar donde se sitúa

el Mirador de la Laguna Batana, poniendo de manifiesto la claridad cegadora de la primavera 

y mostrando los elevados precipicios y despeñaderos que establece la Mesa del Almendral.

Como premio y recompensa, podemos sentarnos a escuchar el atronador sonido del agua

mientras sentimos el sutil vaivén de miles de plumeros ante las sensibles caricias del viento.

El cielo, la tierra y el agua conspiran para ser cada uno el mas apuesto, el mas elegante y el

mas atractivo, en una competición decorada por un paisaje que rezuma magia por los cuatro

costados y entre el insólito y estimulante silencio que campa en este milagro de la naturaleza.

Disfrutamos con las resueltas habilidades natatorias de algunos Pochards de cresta roja, que

junto a otras anátidas, surcan la nitidez, la transparencia y la pureza de estas idílicas aguas.

Solamente nos queda conocer el formidable espectáculo creado por las cascadas deslizadas

entre las tobas que se han originado entre la Laguna Salvadora y Laguna de Santo Morcillo. 

Ceñidos entre las calizas del cañón, la sinuosa carretera sigue bordeando las orillas y riberas 

de la entrañable Laguna Salvadora, convertida en un adorable jardín fluvial vigilado por las

abruptas laderas del Pico Ojillo y ornamentado con la tenue suavidad de las Colas de Zorro.

Desde la pequeña playa de esta laguna podemos acceder hasta el Chiringuito de la Noguera,

un perfecto mirador para la estimulación de nuestros ojos a través de encantadores paisajes.

La sensación de estar rodeados de agua entre una frondosa y lozana vegetación, el sonido 

calmante y tranquilizador de los diferentes torrentes y la intensa frescura que desprenden y

liberan, originan una experiencia única y exclusiva para saborear estas maravillas acuáticas.

Una larga pasarela de madera nos ayudará a subir hasta un codiciado balcón que contempla

la trepidante y frenética catarata existente entre la Laguna Lengua y la Laguna Salvadora.

El color anaranjado de algunos arbustos nunca ha sido un color dominante en esta extensa

paleta gobernada por los azules turquesas de la Laguna Lengua, de hecho, su espectacular 

tonalidad se muestra recogida y compilada entre la inmensa barrera tobácea que la contiene,

alcanzando su bella cabecera con un sinfín de maravillosas saltos entre numerosos cañizos.

El Mirador de la Laguna Redondilla nos infunde una delicada euforia y un discreto regocijo

para seguir los trazos de estos alucinantes remansos, que con su embriagadora claridad, son

capaces de construir y determinar un escenario mágico y asombroso en esta reserva natural. 

La candidez y la ingenuidad del paisaje se ve alterada unos metros mas arriba por la fuerza

y las distintas tonalidades y matices que adquiere el río a su paso por el Estrecho del Canal,

recuperando su tranquilizadora sobriedad entre la verde arboleda del Camping los Batanes.

En la Laguna de San Pedro vuelve la solemnidad y el poderoso influjo de los tonos azules,

invitando a los ánades reales a realizar una excursión por la similitud de una playa caribeña.

El Camino Natural del río Guadiana nos traslada hasta los alrededores de la Laguna Tinaja,

embelesándonos con su peculiar discurso y contemplando su retrato cargado de admiración.

No podemos irnos del entorno de las Lagunas de Ruidera sin visitar el privilegiado Baño de las Mulas, una piscina natural para observar la inmejorable naturaleza que nos rodea.

Finalizamos esta andadura caminando por los alrededores de la pequeña Laguna Tomilla que

entre carrascales y choperas, reescribirá de buena fe su cercanía y proximidad con nuestra

última laguna, la Laguna Conceja, en un brillante y notable compendio de profusa inspiración.

Damos la vuelta por la localidad de Ossa de Montiel para tomar la carretera AB-610 hasta el

cruce del cauce del río Pinilla, alcanzando la Laguna Blanca, la mas alta del Parque Natural.

Atrás quedaron 15 lagunas, soberbios miradores y estupendas cascadas que conformaron un estilizado paraíso de aguas esmeraldas surgidas entre el hechizo mágico de la Naturaleza.

Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes.
 Muy cerca podemos visitar Villanueva de los Infantes, Almagro y Ciudad Real                          Toda la ruta en fotos: LAGUNAS DE RUIDERA